El expresidente de la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés), Nicholas Cummings, cree que la organización que lideró ha abandonado las buenas prácticas científicas para promover el estilo de vida homosexual como saludable y normal.

"Lo que necesitamos hacer es tener un diálogo abierto, sin tabúes, y ver a dónde nos lleva la investigación", declaró el doctor Cummings en una reciente entrevista en video con un grupo de investigación sobre la homosexualidad. Para Cummings, esa investigación no se está realizando porque el lobby gay han "capturado" la organización.

Además de servir como presidente de la APA en 1979 y 1980, Cummings participó en el Consejo de Representantes y la Mesa de Directores de este grupo en la primera mitad de la década de los setenta. Cummings apoyó la resolución de 1975 que declaró que ser gay no es un trastorno mental, sino caracterológico, resolución que fue aprobada "por amplio margen" en el Consejo de Representantes.

Cummings explicó que cuando él era presidente, la Asociación Americana de Psicología acataba el llamado principio de Leona Tyler (19061993, presidenta de la APA en 1973), según el cual el grupo nunca tomaría públicamente una posición que no estuviese apoyada sobre evidencias científicas. Pero las cosas comenzaron a cambiar "bastante drásticamente" a fines de la década de los ochenta, y a mediados de los noventa  este principio fundamental "estaba absolutamente olvidado".

"De repente, las cosas comenzaron a cambiar al tiempo que las cosas se volvían más políticas que científicas", dijo, indicando que aunque el principio de Leona Tyler nunca fue formalmente retirado, "desapareció" y no puede ser encontrado siquiera en las memorias de la organización: "Las posturas políticas parecían desautorizar cualquier resultado científico. Los resultados basados en evidencia incompleta se convirtieron en la norma, y el movimiento de los derechos gay capturó la APA".

El científico explicó que desde hace muchos años un grupo "muy selecto" de 200 a 250 miembros "dirige la APA", rotando entre las oficinas de la organización, para eludir las normas que prohíben la prolongación en un mismo cargo. Este selecto grupo no acepta ningún cuestionamiento de las declaraciones sobre la normalidad de la homosexualidad, señaló Cummins: "Se convirtió más en un asunto de derechos civiles que en un tema científico".

Cummings no se opone al matrimonio entre personas del mismo sexo: "Pero también respeto el derecho a discrepar. Y eso no está permitido. Sólo se escucha una de las dos facetas del tema", lamentó. En ese sentido, pidió una investigación honesta sobre la homosexualidad, que esté abierta a aceptar los resultados científicos, cualesquiera que sean: "Si mantenemos un diálogo abierto, estaremos mucho más cerca de una solución en los próximos cinco años. Pero ahora mismo, estamos en plena confusión".