La Fraternidad Sacerdotal San Pío X advierte contra las "especulaciones" que ha habido estos días tras la respuesta de su superior general, el obispo Bernard Fellay, a la Santa Sede en torno al Preámbulo Doctrinal que podría ser la base de un acuerdo futuro.
"La prensa anuncia que monseñor Bernard Fellay ha dirigido una ´respuesta positiva´ a la Congregación para la Doctrina de la Fe, y que en consecuencia la cuestión doctrinal está resuelsta entre la Santa Sede y la FSSPX. La realidad es otra", advierte la Casa General de Menzingen (Suiza), en un comunicado: "En un correo del 17 de abril de 2012, el superior general de la Fraternidad contestó al pedido de aclaración que le había hecho el 16 de marzo el cardenal William Levada, en lo referente al Preámbulo Doctrinal, entregado el 14 de septiembre de 2011. Como precisa el comunicado de prensa de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei", el texto de la respuesta “será examinado por el Dicasterio y luego sometido al juicio del Santo Padre”.
"Por lo tanto", concluye la FSSPX, "se trata de una etapa y no de una conclusión".
De hecho, la agencia de noticias Dici, de la misma Hermandad, publica este viernes un resumen de prensa de las principales informaciones aparecidas al respecto, desde la del vaticanista Andrea Tornielli a las aparecidas en Der Spiegel o Le Figaro, todas ellas tendentes a dar por hecho el resultado final positivo de las conversaciones en curso.
Dici, sin embargo, reproduce un párrafo del comunicado interno y confidencial de monseñor Fellay a los sacerdotes de la FSSPX, fechado el 14 de abril (tres días antes, por tanto, de su respuesta a la Santa Sede), en la que señala: "La prensa afirma la posibilidad de un resultado positivo inminente en nuestras relaciones con Roma, sin decartar sin embargo la amenaza de una condena definitiva. La verdad es que no hay nada definitivo, ni en el sentido de un reconocimiento canónico, ni en el sentido de una ruptura, y que estamos a la expectativa".
"Como ya escribí en el editorial del último Cor Unum [boletín interno confidencial de la FSSPX, n.n.], nos guían dos principios: el primero es que no se le pidan a la Hermandad concesiones que toquen a la fe y a lo que se deriva de ella (liturgia, sacramentos, moral, disciplina); el segundo es que a la Fraternidad se le conceda una libertad y autonomía de acción reales, que le permitan vivir y desarrollarse en la práctica".