El caso del famoso cantante Miguel Bosé y su amante gay Nacho Palau es importante porque ejemplifica el caos de la maternidad subrogada, el orgullo de los ricos que adquieren niños como mercancías y el hecho de que aunque hay hasta 3 formas legales en España de convivir como pareja gay (acuerdos privados ante notario, unión de hecho legal y "matrimonio gay") eso no impide que los que quieren vivir "a su aire" involucren en su desorden a toda la sociedad, y especialmente a los niños, que son los más vulnerables.
Durante 26 años, el artista Nacho Palau fue pareja sentimental-sexual de Miguel Bosé, pero desde la discreción y sin que casi nadie supiera, durante décadas, de su relación homosexual estable. Según parece, no había ningún vínculo legal entre ellos.
2 parejas de gemelos por vientre de alquiler: madres invisibles
Su relación se hizo pública en 2011 cuando anunciaron que adquirían una pareja de bebés gemelos por gestación subrogada en Estados Unidos, Diego y Tadeo, con esperma de Miguel Bosé y óvulos de una mujer desconocida, que puede ser -o no- la misma que lo gestó (se supone que a cambio de dinero). La madre gestante es desconocida y está desaparecida, podría aparecer en cualquier momento y reclamar sus derechos como madre (y un dinero), ya que España no reconoce la maternidad subrogada.
Siete meses después, anunciaron la adquisión de otra pareja de gemelos, Ivo y Telmo, engendrados con esperma de Nacho Palau y óvulos de otra mujer, que puede ser o no la que los ha gestado. Debe ser una mujer distinta a la madre de Diego y Tadeo, porque les separan sólo 7 meses. Así, esta historia incluye entre 2 y 4 madres (contando las donantes de óvulos), que son mujeres que existen pero son completamente invisibles.
A los 4 niños se les ha adquirido con la idea de que crezcan sin madre (no está claro si algún día llegarán a conocer a sus madres) y con dos padres que están peleados y separados desde 2017 (seis años después de adquirir los bebés).
¿Hay hermanos congelados en frigoríficos?
Otro aspecto moral -y familiar- a tener en cuenta es que habría que saber si en el proceso de producción de bebés se engendraron aún más hermanos en estado embrionario, si estos hermanos de Ivo, Telmo, Diego y Tadeo- están congelados en algún frigorífico de un centro in vitro o si fueron eliminados directamente, seleccionando a los más prometedores, los hermanos que sí llegaron a nacer, como sucede muchas veces en esta industria.
¿Deben las dos parejas de gemelos seguir viviendo juntas?
Ahora, las dos parejas de mellizos tienen 10 años. Hasta la separación de Bosé y Palau, vivían todos juntos, pero con la separación cada uno se llevó la pareja sobre la que tienen ascendiente biológico. Palau ha planteado un proceso legal para que puedan seguir creciendo los 4 juntos con un acuerdo de custodia y manutención. Pero legalmente Bosé y Palau no han tenido nunca una relación oficial, ni como pareja de hecho legal, ni han accedido al "matrimonio" gay ni han tenido acuerdos privados ante notario. Ni siquiera intentaron legalmente adoptar cada uno los bebés del otro.
La vista oral del juicio estaba prevista para el 24 de marzo pero la pandemia lo ha aplazado y se iniciará este 19 de octubre.
El "ex" de Bosé intentará demostrar que lo suyo era una familia
Palau va a intentar demostrar que cuando fueron a EEUU juntos a adquirir los bebés, tenían el proyecto conjunto de formar "una familia" y que los 4 niños deben considerarse hermanos (aunque cada pareja tiene distinto padre y distintas madres, al menos gestantes).
La industria del vientre de alquiler en España, que juega con los márgenes que le permite la ley española y busca siempre ir "por hechos consumados" (engendra los bebés en el extranjero con madres extranjeras y luego los adquirientes los llevan a España e intentan legalizarlos) espera que este juicio sirva para demostrar que no importa que no haya relación genética, ni siquiera acuerdos legales, la ley española lo considerará "familia". Eso debería ayudar a conseguir clientes para su industria.
Pero, por otro lado, puede asustar a algunas parejas no casadas -gays o heterosexuales- en las que uno quiere adquirir niños sí o sí, el otro accede no muy convencido pensando que si no le gusta siempre puede irse... y de repente se encuentra con que la justicia le declara ser parte de una familia a la que nunca declaró legalmente querer pertenecer (y en la que quizá ni siquiera aportó esperma u óvulos).
Todo enlaza con la voluntad de adultos ricos que creen poder adquirir con dinero cualquier cosa -incluso niños-, saltando el proceso natural en el que existen hombres, mujeres, y abrazo sexual con complementariedad entre ambos sexos.
Aquí se borra la complementariedad, se borra a las mujeres y la maternidad y queda por ver qué más deciden retocar los tribunales españoles.