Este viernes ha tenido lugar en el Vaticano una reunión entre el cardenal William Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y Bernard Fellay, superior general de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX).

Ambos no se veían desde el pasado 14 de septiembre, cuando el cardenal Levada entregó a monseñor Fellay el Preámbulo Doctrinal, acompañado de una Nota Preliminar, como base fundamental para alcanzar "la plena reconciliación con la Sede Apostólica".

Ésta se halla pendiente desde 1988, cuando el arzobispo francés Marcel Lefebvre (19051991) y el obispo brasileño Antonio de Castro Mayer (19041991) consagraron sin permiso pontificio cuatro obispos -entre ellos Fellay-  para asegurar la continuidad de las ordenaciones sacerdotales en el seno de la FSSPX.
 
Esta congregación envió su respuesta a la Santa Sede en enero de este año, y desde entonces, según un comunicado de la Oficina de Prensa del Vaticano, ha sido sometida al examen de la Congregación, y posteriormente al juicio de Benedicto XVI.

Por orden del Santo Padre, el cardenal Levada ha entregado una carta a monseñor Fellay, en el que se le informa de que la posición expresada por él "no es suficiente para superar los problemas doctrinales que están en la base de la fractura entre la Santa Sede y dicha Fraternidad".

Tras el encuentro entre el cardenal y el obispo, "guiado por la preocupación de evitar una ruptura eclesial de consecuencias dolorosas e incalculables" -informa la Santa Sede-, Levada ha vuelto a invitar a la FSSPX a clarificar su posición "para poder alcanzar una recomposición de la fractura existente, tal y como desea el Papa Benedicto XVI".

Una vez leído este comunicado, el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, señaló que "la cuestión no está cerrada definitivamente" y que esperan una respuesta a mediados de abril, "tras un tiempo de reflexión y esclarecimiento".