En unas sorprendentes declaraciones, el director general de la BBC, Mark Thompson, afirmó el pasado 24 de febrero de 2012 que la BBC, el canal de televisión británico de caracter público, "nunca se burlará de Muhammad, pero sí de Jesús".

Thompson justificó la diferencia de trato en que "para un musulmán, una representación, en particular, una representación cómica o degradante del profeta Muhammad podría tener la fuerza emocional de una pieza de pornografía infantil grotesca”, pero “sobre Jesús se puede hacer burla, porque el cristianismo tiene hombros anchos y un menor número de vínculos con el origen étnico”, añadió.

Thompson manifestó que en la BBC nunca acogería un programa como «Jerry Springer the Opera», , polémica obra emitida en la BBC en la que se burla de Cristo, si el mismo protagonista fuera el profeta Mahoma.

Ya en 2003, la BBC emitió -con una gran audiencia internacional- un documental titulado «El Sexo y la Ciudad Santa», que desfiguraba intencionadamente a la Iglesia y su enseñanza sobre los condones y el sida. Dos años después, emitía «Jerry Springer the Opera», un programa blasfemo y muy ofensivo que ridiculizaba a Jesús y a la fe cristiana en general.

Poco antes, la BBC se había gastado dos millones de libras (3,13 millones de dólares) en un programa llamado «Popetown» - una serie animada en el Vaticano que ridiculizaba a la Iglesia e incluía escenas de bestialidad. Debido a las protestas, se prohibió en Gran Bretaña pero siguió emitiéndose en el extranjero y vendiéndose en Gran Bretaña en DVD.

Thompson, que es católico, recordaba cómo su madre sacudió la cabeza cuando se le dijo que su hijo había sido nombrado director general. «La BBC es anticatólica y anti-Dios», le dijo con palabras claras.

Pero tales etiquetas de anti-Dios, explicaba a su audiencia en Londres, «no están muy extendidas; incluso no son del todo verdaderas». Afirmó que, naturalmente, dentro de la BBC hay mucha gente «que tiene un punto de vista bastante escéptico respecto a la religión», pero también se puede encontrar a «miles de personas para quienes la religión juega un papel central en sus vidas».