La Comunidad de Madrid, del PP, anuncia -según Europa Press- que va a sancionar a una "coach" que ayuda a personas con sentimientos homosexuales no deseados... dos años y 7 meses después de haber sido denunciada por ello en agosto de 2016, cuando la ley de multas LGTB del PP estaba recién aprobada.
No está muy claro qué recorrido puede tener este caso recién resucitado por la Consejería de Políticas Sociales y Familia (que dirige la ex-inspectora de policía y experta por la UNED en violencia de género Lola Moreno, del Partido Popular). La ley Cifuentes de multas LGTB de 2016 establece que en su artículo 74 que "las infracciones muy graves prescribirán a los tres años, las graves a los dos años y las leves a los seis meses" y que "el plazo de prescripción de las infracciones comenzará a computarse desde el día siguiente a aquel en que la infracción se hubiera cometido".
Hoy, 2 de abril, el mismo día en que ElDiario.es anuncia que en la diócesis de Alcalá hay lo que llaman "cursos homófobos" (en realidad, acompañamiento católico a personas con sentimientos homosexuales) la Consejería de Familia ha despertado y ha anunciado a Europa Press que "el proceso para multar a Lorenzo se ha puesto en marcha tras el acuerdo en la reunión de este martes del Consejo de Gobierno y después de recibir un informe de la Consejería de Políticas Sociales que tipifica como infracción muy grave", según la normativa de multas LGTB que implantó el PP en la región.
El PP de Ángel Garrido con las multas LGTB que implantó Cifuentes
Así, el consejo de Gobierno del PP de Ángel Garrido retoma el proceso de multas que inició Cristina Cifuentes hace más de dos años. Ángel Garrido no ha llegado a acudir nunca a los desfiles del Orgullo Gay de Madrid (aunque lo solicitó). Lola Moreno, la responsable de "Familia" que impulsa las multas, sí estuvo festejando el Orgullo Gay con los lobbies LGTB en 2018.
Lola Moreno y Ángel Garrido, del PP (a la izquierda) con los emblemas
y los líderes del lobby LGTB en Madrid; ahora impulsan las multas LGTB
Ahora se ha acordado iniciar el proceso sancionador por la denuncia del lobby LGTB Arcópoli. El lobby acusa a la coach de vulnerar el artículo 70.4.
Ese artículo dice: "Son infracciones muy graves: [...] La promoción y realización de terapias de aversión o conversión con la finalidad de modificar la orientación sexual o identidad de género de una persona. Para la comisión de esta infracción será irrelevante el consentimiento prestado por la persona sometida a tales terapias". Define la "terapia de aversión o de conversión de orientación sexual e identidad de género" como "todas las intervenciones médicas, psiquiátricas, psicológicas, religiosas o de cualquier otra índole que persigan la modificación de la orientación sexual o de la identidad de género de una persona. [Nota: la ley no define qué es la "orientación sexual"]
Podrían castigarla con entre 20.000 y 45.000 euros de multa.
Madrid presume de haber puesto 14 multas LGTB... pero algunas se las tumban
La Comunidad de Madrid ha anunciado que desde 2016, al implantarse la ley de multas LGTB han incoado 18 procedimientos sancionadores (17 leves), de los que 14 han sido objeto de sanción. Casi todas las sanciones han sido por "expresiones vejatorias" o "expresiones que incitan a la violencia" (para lo cual ya existían otras leyes sobre injurias, por ejemplo). Ha habido algún caso de multa "por discriminar a un trabajador por razón de la orientación sexual".
La Comunidad de Madrid, bajo el gobierno de Cristina Cifuentes, impulsora de la Ley, intentó multar con mil euros al director del colegio católico Juan Pablo II de Alcorcón por criticar la ley de multas LGTB en una circular enviada a las familias. El colegio, apoyado por las familias católicas, se negó a pagar, dio la batalla legal y la Justicia le dio la razón. El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 10 de Madrid anuló en octubre de 2018 la sanción: criticar la ley es legal.
El colegio católico Juan Pablo II de Alcorcón ganó rotundamente su batalla contra la multa LGTB que intentó ponerle la Administración autonómica del PP
Probablemente la Comunidad de Madrid pierda también su intento de multar con 1.500 euros a la asociación HazteOir por repartir folletos que critican la ley de multas LGTB.
La coach explica que ella no habla nunca de "curar"
Ahora, después de dos años y medio de letargo y con las elecciones a la vuelta de la esquina, la Comunidad de Madrid pretende multar a la coach, que en agosto de 2016 ya explicó a ReligionEnLibertad que ella en ningún momento se presenta como psicóloga ni habla de "curar".
- Elena, ¿dicen los medios que eres psicóloga experimentada en estos temas?
- En ningún momento me presento como psicóloga. Soy coach profesional certificada por la escuela española Lider-Haz-Go (acreditada por ICF, International Coach Federation). Me dedico a diferentes actividades del coaching. Dentro de dichas actividades, apoyo a personas con distinta orientación sexual que desean desarrollar su personalidad con la libertad propia de cada individuo.
- ¿Eso supone cambiar la orientación sexual?
- Por supuesto que no. Cambiar o no cambiar es una decisión libre y, con la debida explicación, la persona va optando por aquello que mejor concuerda con el ideal de personalidad que persigue. Algunos logran más avances que otros, como sucede en cualquier proceso personal. Tengo clientes que persisten en su orientación sexual y trabajo con ellos en otros aspectos del coaching (desarrollo profesional, relación de pareja…). Otros, cuando indagan en su propia vida, comienzan a detectar causas que los llevaron a una determinada orientación. Al no estar de acuerdo con ello, deciden optar libremente por otra orientación. Yo no puedo dejar de apoyarlos. En ningún momento empleo técnicas que susciten rechazo o repugnancia a su orientación sexual, ¡pues te aseguro que eso no funciona!
- ¿Entonces importa más la orientación sexual en tu trabajo como coach?
- No, lo importante es la persona. Trabajo con quien pide ayuda, ya sea con el que se considera gay y quiere seguir siéndolo, o con quien experimenta deseos homosexuales y no lo quiere para él o para ella. Cualquiera de los dos está en su perfecto derecho. Lo curioso de todo esto es que esta ley [la ley de multas LGTB de la región de Madrid] apoya sólo a aquellos que sí aceptan su propia orientación. Pero si alguien desea cambiarla, la ley prohíbe prestarles apoyo. Me pregunto si este aspecto de la ley la hace igualitaria, por no decir otra cosa.
- Entonces, ¿qué opinas de esta ley?
- No soy experta en derecho, pero personas que la han analizado se encuentran con que contradice otras leyes del ordenamiento jurídico español de mayor rango, de alcance nacional. Incluso a la Constitución Española, que reconoce el derecho inviolable a la libertad religiosa. Esto en Madrid ha sido vulnerado. Pero no me alargo más con esto.
- La asociación Arcópoli – según aparece en algunos medios de comunicación – te acusa de ofrecer en tu página web una cura para la homosexualidad. ¿Qué les dirías?
- Que no entienden lo que leen. Ofrezco – y lo escribo claramente – si la persona lo desea, que puede intentar dejar atrás la homosexualidad. NUNCA he hablado de cura, sino que ofrezco ayuda para lograrlo. Hablo de “dejar atrás”.