La polémica por las fotos de Paz Vega desnuda en la capilla de la patrona de Gerena (Sevilla) ha incluido abundantes comparaciones a si se habría atrevido a hacerlo en una mezquita.
En un artículo publicado este lunes en ABC, el escritor Juan Manuel de Prada advierte de que este "soniquete molestísimo y farisaico que se repite con escasas variantes, cada vez que alguien profiere una blasfemia o perpetra un sacrilegio" elude "el hecho fundamental, el quid de la cuestión", a saber, "que, en una mezquita, la actriz Paz Vega no habría podido retratarse porque el celo de quienes la guardan lo habría impedido".
Ante ese hecho, sostiene, lo de menos es la osadía de actriz y fotógrafos para hacerlo en una iglesia católica, y su supuesta pusilanimidad para hacerlo en una mezquita.
Prada recuerda la escena evangélica en que Jesús expulsa a los mercaderes del templo, y la sentencia del salmista: "El celo de tu casa me consume". Y añade: "Esto, el «celo» que debería consumirnos, es lo que los católicos hemos perdido: se empieza dejando que la gente entre en las iglesias como quien entra en una chocolatería, y se acaba dejando que las iglesias se empleen como estudio fotográfico para el calendario de un chocolatero alemán".
También lamenta que el comunicado de la archidiócesis de Sevilla hiciese referencia a los "sentimientos" y la "sensibilidad" de los fieles, "jerga leguleya y sentimentaloide que elude el hecho fundamental, que es la ofensa inferida a Dios y a su Madre".
"De este celo muerto o enfriado deberíamos examinarnos los católicos, antes de rasgarnos las vestiduras porque una actriz se quite las suyas en una iglesia", concluye.
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