La Arquidiócesis de Río de Janeiro (Brasil) ha anunciado que ha realizado rituales de penitencia y reparación en la Basílica de la Inmaculada Concepción, en la ciudad de Botafogo, que fue usada para un ritual hare krishna artístico-teatralizado, con referencias e invocaciones a dioses hindúes, explica la agencia Aciprensa.
El ritual-espectáculo se realizó el 24 de octubre y se titulaba "Mi dulce señor Hare Krishna", con pasos de baile alrededor del altar (puede verse en el vídeo).
El espectáculo era parte del evento cultural “Temporada Teatral” dentro de la Expo Religião, que organizaba la Fundação Anita Mantuano de Artes do Estado do Rio de Janeiro (FUNARJ). Expo Religião lo presentó como un “concierto musical teatralizado” y una "actuación musical festiva, a través de canciones y mantras de diferentes compositores que expresan la espiritualidad y la búsqueda del autoconocimiento".
La Arquidiócesis de Río de Janeiro supo de los hechos con posterioridad y de inmediato llamó al párroco, le pidió “medidas según las normas canónicas (canon 1376: "Quien profana una cosa sagrada, mueble o inmueble, debe ser castigado con una pena justa") y recordó que era inadecuado el lugar para tal evento”.
El párroco de la Basílica, el padre Marcos William Bernardo, señaló que “el acto cultural fue realizado sin la presencia del Santísimo Sacramento en el templo, que fue trasladado a una capilla privada en la casa parroquial”.
La Arquidiócesis informó que entre las medidas tomadas se eliminó la publicación del evento de las redes sociales de la parroquia y se llevó a cabo “una celebración penitencial” en privado.
“Consciente del malestar espiritual causado a los fieles católicos, el párroco también realizó en la Solemnidad de Cristo Rey un acto público penitencial, durante la celebración de la Santa Misa dominical, conforme lo determina la autoridad eclesiástica de la misma Arquidiócesis, única competente para emitir el juicio definitivo y orientar en estos casos”, concluye el comunicado.
Este fue el espectáculo-ritual en cuestión en el presbiterio de la basílica de la Inmaculada de Botafogo