The Knockout, en español "La eliminación", es una miniserie china televisiva de detectives, en la que los policías son buenos ateos y el malvado jefe mafioso es religioso y "reza a Dios y al Buda".
La religión le lleva al crimen, o al menos le ayuda a perseverar en él y hacerse cada vez más malvado. Pasan los años y tanto el criminal como el policía maduran y crecen, y el criminal crece en maldad y superstición. Lo que todos alaban de la serie es su forma de mostrar cómo una persona normal, paso a paso, decisión a decisión, se hunde en la maldad.
La serie tiene 39 capítulos, grandes puntuaciones online y se dice que colapsó la plataforma de streaming iQiyi en su nuevo día de emisión (en iQiyi en español sólo han subtitulado dos capítulos).
Esta serie es interesante como modelo de adoctrinamiento a través del entretenimiento: cuando uno se pone a ver una serie abre la mente, se relaja, está dispuesto a ver una historia de buenos, malos... y le dejan bien claro que los malos son personas religiosas, "espirituales", y que van a ser castigadas y detenidas por la Policía.
El criminal Gao Qiqiang reza en la teleserie china La Eliminación.
La web Bitter Winter, especializada en analizar la persecución del Gobierno chino contra las libertades religiosas, ha descubierto que esta serie está más que recomendada por un enorme y bien financiado organismo peculiar del Gobierno: la Asociación China Anti-Xie-Jiao.
Por lo general, "xie-jiao" se traduce como "sectas", pero en la práctica esta organización ataca y denigra toda actividad religiosa.
"La eliminación", con sus simpáticos policías, a veces estrictos pero comprensivos; muy humanos, no como el criminal, que es una persona religiosa, algo muy malo.
Un documento para el militante fervoroso
El 13 de febrero la asociación publicó unas recomendaciones educativas para formar en valores antirreligiosos: una de las actividades que recomendaban era ver y promocionar esta serie de detectives policiales.
En la serie, explica la asociación antirreligiosa, el jefe mafioso Gao Qiqiang "va a rezar a Dios y al Buda para que le protejan, pero al final no puede escapar del castigo legal. La realidad y experiencia de Gao Qiqiang nos dice que las masas, los miembros del partido, los funcionarios, todos deben cumplir las leyes y la superstición no salvará a los infractores", asegura el informe.
"Lo que llamamos superstición feudal se refiere a creer en dioses y fantasmas, y seguir a otros participando en actividades científicas por creencia ciega e ignorante", aclara el militante documento antirreligioso.
En realidad, para este organismo del Partido, creer en cualquier dios, incluso el cristiano, es mera superstición.
La guía para militantes añade que "la fe en el comunismo es la vitalidad y la sangre de los miembros del PCCh [Partido Comunista Chino]. Los miembros del partido que mantienen su fe en el comunismo no perderán su 'calcio', sus huesos serán duros, podrán mantenerse firmes ante el bien y el mal, se mantendrán firmes ante todo tipo de tentaciones, sabrán de donde vienen y adónde van. Entenderán quién son y no creerán en dioses ni fantasmas ni el feng shui".
(El feng shui es una creencia en energías positivas y negativas, que aportan prosperidad o enfermedades, según como se colocan objetos, edificios, puertas... Bitter Winter detalla que a Xi Jinping, el todopoderoso líder del PCCh, no le gusta nada esa creencia).
Citando a Marx: el comunismo viene del ateísmo
El texto, difundido en febrero de 2023, asegura que: "Marx dijo una vez: 'el comunismo procede directamente del ateísmo'. Todos los comunistas chinos deberían ser firmes materialistas y ateos desde el día en que toman el juramento de unión al Partido. Los miembros del PCCh son 'ciudadanos especiales' que tienen una conciencia política más alta, creencias políticas más altas y una disciplina organizativa más fuerte que los ciudadanos ordinarios. La cosa más fundamental para los comunistas para creer en el marxismo es adherirse a un ateísmo científico y materialismo concienzudo".
Al final, se trata de recomendar esta serie porque el religioso Gao Qiqiang se hace criminal, pero será vencido por la Policía y el Partido. El ateísmo gana, es fuerte; la religión pierde, porque es mala y tonta.
En todo el mundo se suele tener conciencia de que las series y películas de policías tienen cierto nivel de adoctrinamiento (o valor educativo) pero en China se aseguran de que quede claro que la religión es algo muy malo, al nivel de las drogas, las pandillas y el crimen en general.
En este enlace en YouTube puede ver los dos primeros capítulos de la serie subtitulados al español, y varias escenas sueltas.