Los intentos del Gobierno de Pedro Sánchez por trasladar los restos del general Francisco Franco (1892-1975), enterrados a su muerte en la abadía del Valle de los Caídos no por decisión suya sino por decreto del Rey Juan Carlos I, han convertido el monasterio benedictino en centro de una tormenta mediática ajena a la vida de los monjes.
Por ese motivo, este miércoles la abadía de la Santa Cruz ha emitido un comunicado para recordar cuál es la esencia de su vocación.
"Ante la avalancha de consultas por parte de los diferentes medios de comunicación debido a las informaciones que se vienen publicando sobre esta abadía y el conjunto del Valle de los Caídos", los monjes recuerdan que dicho "lugar sagrado" está reservado "a la oración, el culto y el recogimiento": "Ésta es la vocación que hemos abrazado como monjes y que queremos mantener", afirman.
Por ese motivo "no se ha hecho ni se hará ningún tipo de manifestación". Sienten "no poder atender el, por otro lado, legítimo derecho de información" y anuncian que, "en caso de que en algún momento esta abadía entendiera oportuno romper su silencio", lo haría a través de su portal. (Pincha aquí para leer el comunicado completo.)
En las últimas fechas, la abadía ha sido objeto de informaciones falsas sobre viajes o declaraciones inexistentes de su prior. Los benedictinos cortan con este comunicado cualquier especulación sobre un asunto sobre el cual el mismo Gobierno ha facilitado muy poca información concreta.