No es noticia que Antonio Gala dedique su columna La tronera de El Mundo a atacar a la Iglesia, y en particular al arzobispo de Madrid, su "bestia negra". Este domingo, sin embargo, y por si quedara alguna duda, deja claro que su inquina puede con él, y lanza ataques de pésimo gusto contra el cardenal Antonio María Rouco y contra la Conferencia Episcopal Española.
"¿Qué es el clero?", se titula el artículo, que arranca con afirmaciones gratuitas rematadas con la irreverencia: "Tres de cada cuatro cardenales creen que ellos deberían vivir aquí a cuerpo de rey, o sea, a corpus christi".
Luego, el exabrupto contra su chivo expiatorio: "Rouco tiene una cara irremediable, que refleja todas las opacidades de la Iglesia".
Sigue una afirmación que le ha desmentido el mismo Rouco con las misas de la familia en Madrid o le desmentirá el Papa en agosto con la JMJ 2011 o le desmienten la Semana Santa o el Rocío, pero que a Gala le hace feliz soñar: "España ha cambiado... No le interesa la Iglesia, de verdad, a casi nadie".
"Yo les deseo lo mejor [a los obispos]" dentro de un Estado laico "al que le importan un carajo", ironiza con buen gusto y estilo. Y sugiere un destino para los miembros de la Conferencia Episcopal: "África es un sitio muy sano, salvo el sida, que la Iglesia no controla bien". (Olvida Gala que en África la Iglesia es la institución pública o privada que más enfermos de sida atiende.)
"Ni controlará nunca, dada su repulsión por los preservativos y su afición por montar a pelo. Y en eso, donde las dan, las toman", remata, elegante, el autor de La pasión turca.
Una auténtica "tronera".