Traspiés del Valencia CF en su campaña para abordar la Champions League de 2012. Los dos vídeos lanzados para la renovación de abonos jugaban uno con el sacramento de la Penitencia y otro, el más irreverente (que ha sido retirado de la página web del club, pero no de su canal en Youtube), con la Eucaristía. Su lema, Tu fe. Nuestra fuerza. Cree, juega con las aspiraciones del equipo a ganar su primera Champions League, competición que volverá a jugar este año tras quedar tercero en la Liga.
Las continuas protestas de los católicos valencianos motivaron este viernes que el arzobispado de Valencia informase de las numerosas quejas recibidas y del “dolor e indignación” por la campaña publicitaria, que “juega con lo más sagrado para un cristiano como es la presencia de Cristo en la Eucaristía”. Muchos de quienes se dirigían al arzobispado se identificaban como socios del club, y expresaban su "estupor y vergüenza" por lo ocurrido.
El Valencia, CF se vio forzado a reaccionar con un comunicado oficial donde afirmaba que "pese a la ausencia de intención ofensiva, el Club desea ofrecer sus disculpas de forma sincera a quien se haya podido sentir ofendido, ya que no ha existido ningún ánimo de generar polémica ni mucho menos de ofender o agraviar a la Iglesia Católica y sus fieles, con la que el Club, a través del Arzobispado de Valencia, mantiene una relación de cercanía y cordialidad".
Lo llamativo del caso es que tan sólo cuarenta y ocho horas antes de dar a conocer estos vídeos, el club había agradecido a la Virgen de los Desamparados, en la Basílica de la Mare de Déu, el ascenso de su filial, el Mestalla, a Segunda B.
En efecto, el pasado miércoles la directiva del Valencia CF, con su presidente Manuel Llorente a la cabeza, acompañado del director de la ciudad deportiva de Paterna, José Luis Martín, y del delegado social, Salvador Gomar, junto con el cuerpo técnico y los jugadores, asistieron a una misa oficiada por el rector de la Basílica, Juan Bautista Antón.
Una ofrenda floral a la Virgen precedió a la celebración eucarística. Poco hacía pensar que horas después se jugaría desafortunadamente con la misa para ensalzar el trofeo en juego.