La Iglesia y el Papa parecen ser el tema central del teatro contemporáneo, o al menos eso parece creer el Teatre Nacional de Catalunya (TNC). Después de la polémica surgida por la obra «Gang Bang», que situaba la acción en una sauna gay durante la visita del Papa a Barcelona, el TNC presentó ayer su siguiente espectáculo, que vuelve a girar sobre los mismos términos. En este caso, el montaje se titula «Musicolèpsia. Rapdosia para set putes» y habla de los siete pecados capitales, poniendo como ejemplo los excesos papales a través de la historia. Es decir, habla de la lujuria, la ira, la gula, la envidia, la soberbia, avaricia y pereza, a través de las figuras de diferentes Papas.

Desde el teatro, aseguran que la intención no es generar en ningún caso polémica, aunque hablan de un «cabaret provocador» y con «gran dosis de irreverencia». En este sentido, Sergi Belbel, director artístico del teatro público, explicó ayer que existe actualmente una cierta «psicosis» por todo aquello que critique a la Iglesia. En su opinión, estos dos últimos espectáculos no sólo no buscan polémica, sino que además las críticas no les benefician en nada. «Crean falsas expectativas en el público», afirmó Belbel, que añadió que el espectador va al teatro a buscar algo que al final no encuentra y esto enturbia su valoración final de la obra. El hecho de que el estamento papal sea el «leitmotiv» de los dos últimos espectáculos defiende que ha sido casual. Además, en opinión de Belbel, este espectáculo no debería ofender a nadie, ya que aborda hechos históricos que no tienen por qué ser controvertidos.

La compañía de danza Lanònima Imperial, que celebra su XXV aniversario, es la responsable del montaje. En esta ocasión, se acerca al teatro popular y al cabaret para plantear diferentes parámetros referentes al anecdotario papal, como la orgía llevada a cabo el 30 de octubre de 1501 por el Papa Alejandro VI, de la dinastía de los Borgia.

Es un espectáculo multidisciplinar, que une danza con teatro, canciones, circo y cabaret, y cuya voluntad principal es ser popular y entretenido. «No nos interesa la polémica y no nos queremos dejar contaminar por este tipo de provocaciones gratuitas. No tenemos nada que ver con “Gang Bang”. Nosotros sólo hemos hecho un cabaret divertido con cierta sorna anticlerical», afirmó Juan Carlos García, creador y director del montaje.

La figura del actor peruano Jaime Lema lleva el eje central de la acción. A través de narraciones de chistes, anécdotas y opiniones, quiere poner de relieve las «contradicciones» en la Iglesia. Habla del Vaticano, de «las últimas tendencias en teología», de las diferencias de aquello que pasa en el cielo y el infierno, y un largo etcétera, mientras a su alrededor aparecen los bailarines, músicos y artistas de circo e interactúan con él. «Es un juego constante. Me llamaba la atención lo poco limpia que es la historia papal y quería reflejar que aquellos que dictan la ley son siempre los primeros en incumplirla», afirmó García.

El director aseguró que el montaje nació el día que leyó las declaraciones del Obispo de Córdoba, que afirmó que la Unesco tenía un plan para que en 2020 la mitad de la población fuese homosexual. «Es una manipulación tan grande de las cosas, que te hace difícil pensar en hacer espectáculos», señaló García. El espectáculo se estrenará este jueves y compartirá cartelera con el polémico «Gang Bang».

La polémica «Gang Bang» continúa en cartelera hasta el 17 de abril. Belbel aseguró que a pesar del éxito conseguido, todavía quedan entradas, aunque negó que haya posibilidad de alargar el espectáculo o llevarlo de gira. También volvió a ratificar la demanda que el teatro ha presentado contra los dos individuos que asaltaron el escenario del teatro al pasado jueves durante la representación de la obra. De momento, no se ha podido identificar a los asaltantes. Por su parte, Manos Limpias presentó una denuncia contra el montaje.