«Si se representa a la Iglesia como cerrada, retrógrada, sin piedad y enemiga del hombre, entonces sí, se trata de una decisión sorprendente. Sólo que no es así como mejor se plasma la realidad». Así comenta Gian Maria Vian la parcial apertura del Papa al preservativo.
El director de L´Osservatore Romano, periódico oficial de la Ciudad del Vaticano, no pierde la compostura. En el fondo fue precisamente el diario de la Santa Sede el que habló de los «buenos» resultados conseguidos en Uganda con el Método ABC (Abstinence, Be faithful y Condom, es decir abstinencia, fidelidad y -solamente como último elementoh el preservativo).
- Se ha desencadenado una polémica planetaria...
- Lo que el Papa dice en el libro hay que leerlo a la luz de la mala interpretación que se hizo de las palabras de Benedicto XVI. Durante su viaje a África, el Pontífice sólo dijo que es iluso y peligroso pensar que se pueda hacer frente al sida con los preservativos, porque sólo se conseguiría empeorar la situación difundiendo una mentalidad irresponsable e ineficaz.
- Pero, ahora sí que hay una cierta apertura, ¿o no?
- La doctrina no cambia. La moral católica sigue siendo contraria a la utilización del condón. Pero, al mismo tiempo, el Papa dice que «otra cosa es encontrar caminos humanamente transitables».
- ¿El realismo de la Iglesia?
- El realismo del pastor. Permanece alto el ideal moral, el discurso sobre los riesgos de una sexualidad banalizada y que esté fuera del alcance humano.
- ¿No son los «casos justificados» un posible primer paso?
- Efectivamente, el Papa no es pelagiano en absoluto. La naturaleza humana está herida por el pecado original. Pero atención, en el texto hay análisis impresionantes: la condena del turismo sexual, de la droga o la denuncia de un Occidente que ha dado la espalda a Dios...
- Pero L´Osservatore Romano escribió que muchos iban a quedar sorprendidos por el libro...
- Son innumerables los temas que van a llamar la atención. Se confirma la especialísima relación con el judaísmo. Y, además, se habla de la importancia de los símbolos religiosos, se explican las consideraciones del Pontífice sobre el burka, al tiempo que se plantea la cuestión de la libertad de culto y de religión en el mundo islámico. En cualquier caso, la sorpresa siempre depende del lector.
- ¿Qué quiere decir?
- La Iglesia y Ratzinger son víctimas de tenaces prejuicios. Este libro, como los anteriores, sirve para echarlos por tierra. Benedicto XVI, prosiguiendo e innovando un camino ya trazado por Pablo VI y Juan Pablo II, no se sustrae a pregunta alguna y las contesta todas con un lenguaje muy sencillo, sin estrategias comunicativas. [...] Lo fundamental consiste en plantear al mundo la cuestión de Dios, la única que puede desactivar el choque de civilizaciones. Las demás culturas están escandalizadas por Occidente, que primero difundió el materialismo teórico por medio del marxismo y ahora exporta el materialismo práctico. Por eso es decisivo saber explicar racionalmente la fe, que es un don de Dios.