Los monjes benedictinos volverán a celebrar una Misa a la intemperie el próximo domingo 14 de noviembre a las 11 de la mañana a las puertas del complejo monumental del Valle de Los Caídos después de que la semana pasada el Gobierno cerrara la basílica y obligara a la comunidad cristiana a asistir a la Eucaristía en la calle y bajo la inclemencia del frío.
 
El pasado 3 de noviembre la Delegación del Gobierno de Madrid prohibió el acceso al recinto del Valle de los Caídos unas 250 personas que se disponían a asistir en la Basílica Pontificia de la Santa Cruz, a la Misa Funeral en recuerdo de todos los caídos de la Guerra Civil Española.
 
Miembros de la Guardia Civil "cumpliendo órdenes superiores", prohibieron la asistencia al culto en el templo alegando "que no se iba a celebrar ninguna Misa". Socios de la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos allí presentes se pusieron en contacto con la Abadía Benedictina la cual negó rotundamente lo afirmado por la Guardia Civil, es decir, la Misa se celebraba con normalidad a las 11 de la mañana, como en los últimos 50 años.
 
Para la Asociación en Defensa del Valle de los Caídos, este hecho, “uno más en el feroz ataque que sufre el Valle de los Caídos por parte de este gobierno, supone no sólo un posible delito de coacciones si no que, además, vulnera gravemente una serie de derechos fundamentales entre los que destaca el de la libertad de culto”.
 
Un sindicato de funcionarios, Manos Limpias, la Asociación en Defensa del Valle de los Caídos y varios particulares han presentado denuncias en los juzgados de San Lorenzo del Escorial en los últimos días.
 
La decisión de Patrimonio Nacional, dependiente del vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, podría incurrir en delito contra la libertad de conciencia y otro de prevaricación.