La Premier League –la primera división del fútbol inglés– se llenó este pasado fin de semana de brazaletes con la bandera arcoíris, con motivo de una campaña en apoyo a las personas homosexuales. Frente al consenso progre, dos capitanes se desmarcaron de este gesto, aunque de formas distintas. 

El primero fue Sam Morsy, capitán del Ipswich Town, que directamente se negó a portarlo por motivos religiosos. El jugador, internacional egipcio aunque nacido en Inglaterra, es musulmán practicante y fue el único de los 20 capitanes de la Premier League que no lució los colores arcoíris en su manga.

"Mi fe es una parte sustancial de mi vida"

Su club emitió un comunicado en el que afirma que "respeta la decisión de Morsy" pero que secundan la iniciativa progay: "El Ipswich Town Football Club se compromete a ser un club totalmente inclusivo que dé la bienvenida a todos", afirma un comunicado del club. Y añade: "Apoyamos con orgullo la campaña Rainbow Laces de la Premier League y apoyamos a la comunidad LGBTQ+ en la promoción de la igualdad y la aceptación".

El otro valiente fue Marc Guehi, del Crystal Palace, que sí portó el brazalete pero escribió a rotulador sobre él la frase "amo a Jesús". El internacional inglés es profundamente cristiano y podría ser sancionado ya que las reglas de la FA permiten una serie de "lemas/emblemas de iniciativa", como la de 'Rainbow Laces' de este fin de semana, pero prohíben "lemas, declaraciones o imágenes políticas, religiosas o personales".

De izquierda a derecha: Sam Morsy, del Ipswich Town, y Marc Guehi, del Crystal Palace.

En una conversación previa con The Athletic, Guehi habló sobre la importancia de su fe protestante, afirmando: "He crecido amando a Dios y sigo asistiendo a la iglesia con mi familia siempre que puedo. Mi fe es una parte sustancial de mi vida, incluso en el fútbol, donde busco encarnar la gracia y gloria de Dios a través de mis acciones."

La pasada campaña, el capitán del Sheffield United, Anel Ahmedhodzic, fue el primero en siete años en negarse a llevarlo. El internacional bosnio, que recientemente se ha retirado del combinado nacional, no quiso aclarar oficialmente en su día la razón por la que no quiso sumarse a la iniciativa de los brazaletes de color arcoíris.