El ex obispo francés Jacques Gaillot, apartado del ministerio episcopal por la Santa Sede en el año 1995 por sus reiteradas opiniones en contra del Magisterio de la Iglesia y en favor de causas políticas y sociales de corte ultraizquierdista, vuelve a ser centro de atención por sus polémicas declaraciones concedidas a la revista «Herria 2000 Eliza», que es el altavoz de las comunidades de base cristianas del entorno batasuno.

En el último número (226) de «Herria 2000 Eliza» aparece una entrevista realizada por Pablo Bibanko, en la que expresa su cercanía a los presos de ETA y alaba su «generosidad».

«Sufro de esa situación, de esa Euskal Herria oprimida –dice el ex obispo Gaillot–, de todos esos militantes generosos que dan su vida, que sufren, que son torturados, que están aislados y alejados de su país en decenas de prisiones, de sus familias, que están obligadas a hacer miles de kilómetros todas las semanas. Todo este combate no puede quedar inútil».


Gaillot considera que «hay que resolver los conflictos y para eso tenemos ejemplos en la Historia: sabemos que al final hay que negociar alrededor de una mesa. Nunca la solución militar es la solución. Tenemos que decirnos que estamos hechos para viovir juntos, para que la justicia se instale».


«Para llegar a una solución –señala el ex prelado francés– el camino de la internacionalización del problema es muy importante y cuando personalidades universales y premios Nobel de la Paz proponen una solución tenemos que adherirnos sin ninguna duda».


Por último, Gaillot manda una palabra de esperanza: «la paz es posible y el mañana está por construir. Cualesquiera que sean los obstáculos y las dificultades, estoy seguro de que la paz llegará a Euskal Herria un día muy próximo y me gustaría estar allí cuando la paloma de la paz se pose».