La Catholic Medical Association (Asociación Médica Católica) ha emitido un comunicado para expresar su gran preocupación ante una declaración de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la que afirmaba que la trisomía 21, causante del síndrome de Down, es un “defecto congénito grave” que se puede “prevenir”.
El presidente de esta agrupación de médicos católicos, Craig Treptow, denuncia que “la declaración realizada por la OMS muestra la gran necesidad de un mayor respeto, dignidad y conciencia por las personas que viven con trisomía 21”.
Y precisamente este doctor alertó de lo que se escondía tras esta afirmación de la OMS, y es que “la única forma de ‘prevenir’ la trisomía 21 es negarle a esa persona el derecho a nacer”.
Poco después, la OMS corrigió esta declaración y se disculpó asegurando que había editado su “publicación original que, al combinar dos mensajes distintos, insinuaba involuntariamente que el síndrome de Down se podía prevenir mediante la atención prenatal y del recién nacido”.
Para los médicos católicos, la declaración inicial de la OMS, y el mensaje que transmitió, tiene profundos defectos morales, éticos y médicos. La trisomía 21, a diferencia de un defecto cardíaco, por ejemplo, no puede tratarse mediante atención prenatal ni intervención.
Por ello, la Asociación Médica Católica insiste en la dignidad inherente de cada persona desde el momento de la concepción. Las personas con Trisomía 21 tienen el mismo valor que cada uno de nosotros y la santidad de la vida debe ser defendida y preservada.