Farhad Mehraban, nacido en Irán y educado como musulmán, se ha bautizado como católico esta pasada Vigilia Pascual de 2019 en Maryland, EEUU, a los 40 años.
Lo que le llevó al cristianismo fue su interés por el mundo del liderazgo y la superación. Hoy admira la humildad y el liderazgo de Jesucristo, “el seguimiento que causa, las vidas que ha cambiado” y la paz y perdón que ofrece a los que le siguen.
Una familia musulmana, devota pero abierta
El padre de Farhad es un profesor universitario que enseña psicología y músico-terapia, con un doctorado en educación musical por una universidad de la región de Chicago. Farhad toca el piano y otros instrumentos y ha sido profesor de música. También su hermano y su hermana tocan instrumentos.
Su familia siempre fue alegre, musical, religiosa musulmana y abierta a otras religiones.
“Mi familia era de religión, pero no discriminaba a otras religiones. Siempre nos animaban a respetar y hacer amigos de otras religiones, incluyendo vecinos judíos”, recuerda.
Sus padres le leían historias del Corán y también del Antiguo Testamento. Le presentaban a Dios como alguien importante en la familia, "un Poder Superior que está ahí para cuidarte y guiarte. Me enseñaron que ser buena persona es lo más importante”, detalla.
También vio a sus padres y abuelos realizar actos de generosidad y caridad. Le enseñaron que “todo es mejor cuando lo compartes” y también le enseñaron a ser agradecido.
Buscando temas de liderazgo… San Pablo
Después de estudiar temas ligados al mundo empresarial, Mehraban se instaló en EEUU en 1999. Trabajó en distintos ambientes, incluyendo restaurantes.
Hace 4 años se centró en temas de liderazgo, relaciones públicas y coaching personal. Fue escuchando charlas sobre liderazgo que empezó a escuchar charlas de predicadores evangélicos sobre San Pablo y su estilo de liderazgo.
En realidad, el tema central era el cambio de Saulo a Pablo, el paso de un fariseo intransigente a ser Pablo, el más influyente evangelizador de la historia del cristianismo.
“Escribí en el navegador del coche: ‘iglesia’”
En esa época, Farhad sintió que las presiones de la vida y el trabajo le agobiaban. Conducía y casi no podía ni ver la carretera. “En ese momento se me ocurrió: ‘quizá necesitas ir a ver a Dios’. Así que escribí en el navegador del coche: ‘iglesia’.”
Y así llegó al edificio de una iglesia metodista, la primera de la lista. Allí encontró un pastor jubilado que con paciencia y de forma agradable le escuchó y charló con él. Se sintió acogido.
“Después de ese día, decidí ir a la iglesia”, recuerda. Primero acudía a una parroquia católica a la que asistía uno de sus mejores amigos.
Después, se encontró haciendo cola en la lavandería a un viejo conocido: un párroco que antes acudía a comer al restaurante donde trabajaba. Se reconocieron, charlaron… “allí estaba él, y no me pareció una coincidencia”.“El padre Mateo siempre estaba lleno de energía, siempre sonriente y acogedor”.
A misa los domingos, a adoración los jueves
La parroquia del padre Mateo estaba cerca de su casa y Farhad, que ahora era un explorador espiritual, un buscador de Dios, se animó a asistir dos veces por semana: para la misa del domingo y para la Adoración eucarística de los jueves.
Pronto dio un paso más: consiguió una Biblia y se la llevaba para leerla en la Adoración de la parroquia. La dueña anterior de la Biblia, una clienta del restaurante que se la había regalado, había escrito en ella: “Jesús dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida”.
Y fue en esas adoraciones cuando otros feligreses le animaron a apuntarse al Curso de Iniciación Cristiana para Adultos. Allí aprendió la relación entre la fe, la comunidad y la familia, puesto que el tema familiar era importante para él. Allí pudo hablar con más adultos en procesos de fe, compartir sus ideas y sensaciones… “Lo disfruté”, dice.
“Mis intenciones cada vez más se fortalecían hacia Cristo. Decidí dar un paso y aceptar a Cristo como el Hijo de Dios”, explica en el Catholic Standard.
El vídeo recoge la Vigilia de Pascua de la parroquia del padre Mateo en 2015
La vida como católico
Sigue viviendo con sus padres y con su hijo. Sus padres siguen siendo musulmanes, pero apoyan la decisión de Farhad. “He dado este paso, tengo el mismo respeto que tenía por el Islam, y el mismo respeto por el judaísmo”, especifica.
Está pensando apuntarse a los Caballeros de Colón, una potente asociación de laicos en Estados Unidos. También quiere dar clases a jóvenes de liderazgo, y de temas financieros. “Creo que tengo mucho por enseñar, por compartir”, afirma.
“Creo que Jesús, mi Señor, me quería unir a su Iglesia, y su presencia santa me ha acompañado en todo este viaje, y aún hoy, al ir creciendo mi fe. Ahora tengo la responsabilidad de trabajar para mejorar el reino de Dios”.