El pateador de los Kansas City Chiefs Harrison Butker –de los mejores jugadores de fútbol americano actualmente en la NFL– está siendo estos días uno de los grandes protagonistas del deporte en Estados Unidos. Puedes leer en ReL el testimonio de fe de Butker.
Durante el discurso de graduación que dio el pasado sábado en el Benedictine College de Kansas (EE.UU) cuestionó la fiesta del Orgullo Gay, el aborto, la "nueva masculinidad", el papel de algunos católicos durante la pandemia del coronavirus... y al presidente Biden, por su incoherencia de reconocerse católico y defender la muerte del no nacido.
El tres veces campeón de la Super Bowl, famoso por no tener pelos en la lengua, pronunció un discurso de aproximadamente 20 minutos el pasado sábado en una escuela católica privada de Atchison, Kansas (EE.UU). Puedes leer aquí completo el discurso.
Valores culturales "degenerados"
Butker, católico convencido, comenzó su discurso atacando lo que llamó "ideologías de género peligrosas", en una clara referencia a la fiesta del Orgullo Gay, que se celebra en Estados Unidos en el mes de junio. El deportista también criticó un artículo de The Associated Press que cuestionaba el giro conservador en algunos sectores de la Iglesia.
La publicación se quejaba de cómo en escuelas como Benedictine, "la enseñanza católica sobre la anticoncepción puede convertirse en una clase más como puede ser la de Platón", un lugar donde "está prohibida la pornografía, las relaciones prematrimoniales y tomar el sol en bañador". "Aunque parezcan preceptos del pasados, esto no ha impedido que los estudiantes acudan en masa a las universidades católicas", decía el artículo.
Sobre esto, Butker dijo que el crecimiento de centros como el de Benedictine es un "recordatorio para todos de que, cuando abrazas la tradición, el éxito material y espiritual viene después". "Estoy seguro de que los reporteros de AP no podrían haber imaginado que su intento de avergonzar a Benedictine no iba a ser recibido con ira sino con entusiasmo y orgullo. No el orgullo del pecado mortal, al que se le dedica un mes entero, sino el verdadero orgullo centrado en Dios, que coopera con el Espíritu Santo para glorificarlo", comentó, haciendo referencia a la celebración del Orgullo Gay.
El deportista, de 28 años, cuestionó también las políticas del presidente Biden en contra de la vida del no nacido. "Las malas políticas y el liderazgo deficiente han tenido un impacto negativo en importantes cuestiones de la vida. Cosas como el aborto, la fecundación in vitro, la gestación subrogada, la eutanasia, así como un creciente apoyo a los valores culturales degenerados que surge de la omnipresencia del desorden", comenzó diciendo.
"Nuestra nación está dirigida por un hombre que públicamente y con orgullo proclama su fe católica, pero al mismo tiempo es lo suficientemente delirante como para hacer la señal de la cruz en una manifestación en favor del aborto. Ha sido tan explícito en su apoyo al asesinato de bebés inocentes que estoy seguro de que a muchas personas les parece que se puede ser católico y pro aborto", señaló el pateador.
Butker también se acordó del doctor Anthony Fauci, ex director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU, el mayor defensor de los confinamientos durante la pandemia. Criado como católico, Fauci recibió duras críticas por sugerir que su "ética personal" era lo suficientemente fuerte como para no necesitar practicar su fe.
"Ser católico por sí solo no es suficiente", dijo Butker. "Este es el tipo de cosas que en la sociedad educada nos dicen que no mencionemos, ya sabes, las cosas difíciles y desagradables", comentó.
El título más importante
Butker, a continuación, se dirigió a las mujeres allí presentes, proponiendo que su "título más importante" debería ser el de "amas de casa". "Creo que son ustedes, las mujeres, a quienes les han dicho las mentiras más diabólicas. Es posible que algunas de ustedes lleguen a tener carreras exitosas en el mundo, pero me atrevería a suponer que la mayoría están más entusiasmadas con su matrimonio y con los hijos que traerán a este mundo. Puedo decirles que mi bella esposa Isabelle sería la primera en decir que su vida realmente comenzó cuando empezó a vivir su vocación de esposa y madre", comentó.
"Hoy estoy en el escenario y puedo ser el hombre que soy porque tengo una esposa que se apoya en su vocación. Estoy más que bendecido con los muchos talentos que Dios me ha dado, pero no exagero al decir que todo mi éxito fue posible gracias a que una chica que conocí en la banda de la escuela secundaria se convirtió a la fe, se convirtió en mi esposa y abraza uno de los títulos más importantes de todos: el ser ama de casa", aseguró Butker.
"Ella se asegura de que yo nunca deje que el fútbol o mis negocios se conviertan en una distracción para el marido y padre que soy. Ella es la persona que mejor me conoce en lo más profundo, y es, a través de nuestro matrimonio, donde, si Dios quiere, ambos alcanzaremos la salvación. Les digo todo esto porque he visto de primera mano cómo de feliz puede ser alguien cuando ignora el ruido de fuera y se acerca a la voluntad de Dios".
"Es posible que el sueño de Isabelle de tener una carrera no se haya hecho realidad, pero si hoy le preguntaras si se arrepiente de su decisión, se reiría a carcajadas, sin dudarlo, y diría: '¡Diablos, no'!", añade el deportista, que ayudó en 2020 a su equipo a ganar su primera Super Bowl en 50 años, y quien también dio algún consejo a los hombres allí presentes.
"A los caballeros aquí hoy: parte de lo que aqueja a nuestra sociedad es esta mentira que les han dicho de que los hombres no son necesarios en el hogar ni en nuestras comunidades. Como hombres, establecemos el tono de la cultura, y cuando eso falta, se produce el desorden, la disfunción y el caos. Esta ausencia de hombres en el hogar juega un papel muy importante en la violencia que vemos en todo el país. No te arrepientas de tu masculinidad y lucha contra la castración cultural de los hombres", propuso Butker.
Ser católicos valientes
El pateador animó a los presentes a no dejar de proclamar su fe. "Como miembros de la Iglesia es nuestro deber y, en última instancia, un privilegio ser auténticamente católicos y sin remordimientos. No se equivoque, incluso dentro de la Iglesia intentarán persuadirle para que guarde silencio (...). Nuestra fe católica siempre ha sido contracultural. Nuestro Señor, junto con innumerables seguidores, fueron ejecutados por su adhesión a Sus enseñanzas. El mundo que nos rodea dice que debemos guardarnos nuestras creencias siempre que vayan en contra de la tiranía de la diversidad, la equidad y la inclusión. Tememos que decir la verdad, porque ahora, lamentablemente, la verdad es una minoría" dijo.
Y, analizó, lo que considera que es la situación de la Iglesia actual. "Primero debemos poner nuestra propia casa en orden, y eso comienza con nuestros líderes. Los obispos y sacerdotes nombrados por Dios como nuestros padres espirituales deben estar ordenados. Hoy no tengo suficiente tiempo para enumerar todas las historias de sacerdotes y obispos que engañan a sus rebaños, pero ninguno de nosotros puede culpar a la ignorancia y simplemente decir ciegamente 'esto es lo que dijo el padre'", afirmó Butker.
"San Josemaría Escrivá afirma que los sacerdotes son ordenados para servir, y no deben ceder a la tentación de imitar a los laicos, sino ser sacerdotes de principio a fin. Trágicamente, muchos sacerdotes basan gran parte de su felicidad en la adulación que reciben de sus feligreses y, en busca de esto, bajan la guardia y se vuelven demasiado familiares. Esta excesiva familiaridad siempre resultará problemática porque, como dice la novia de mi compañero de equipo, la familiaridad genera desprecio", asegura.
Butker también opina sobre el papel de una parte de la Iglesia durante la pandemia. "Lamentablemente, el caos del mundo se refleja en el caos de nuestras parroquias (...). Como vimos durante la pandemia, muchos obispos no eran líderes. Estaban motivados por el miedo, el miedo a ser demandados, el miedo a ser destituidos, el miedo a que no agradaran. Demostraron con sus acciones, intencionales o no, que los sacramentos en realidad no importaban. Debido a esto, innumerables personas murieron solas, sin acceso a los sacramentos, y es una tragedia que nunca debemos olvidar", comenta.
"Como católicos, tenemos muchos ejemplos de pastores heroicos que dieron sus vidas por su pueblo y, en última instancia, por la Iglesia. No podemos aceptar la mentira de que las cosas que experimentamos durante la pandemia fueron correctas. A lo largo de los siglos, ha habido grandes guerras, grandes hambrunas y, sí, incluso grandes enfermedades, todo ello con un nivel de letalidad y peligro. Pero, en cada uno de esos ejemplos, los líderes de la Iglesia aseguraron que su pueblo recibiera los sacramentos".
"Grandes santos como San Damián de Molokai, que conocía los peligros de su ministerio, permaneció durante 11 años como líder espiritual en las colonias de leprosos de Hawaii. Su heroísmo se considera hoy como algo único, cuando no debería serlo en absoluto. Porque como un padre ama a su hijo, así un pastor debe amar también a sus hijos espirituales. Esto se aplica aún más a nuestros obispos, estos hombres que hoy son apóstoles".
"Nuestros obispos alguna vez tuvieron multitudes de personas que los adoraban besando sus anillos y escuchando cada una de sus palabras, pero ahora se relegan a una posición de existencia intrascendente. Ahora bien, cuando un obispo publica un documento importante sobre tal o cual asunto, nadie se toma un momento para leerlo. Hoy en día, nuestros pastores están mucho más preocupados por mantener las puertas abiertas de la embajada que por decir las cosas difíciles en voz alta (...). Nuestros obispos no son políticos sino pastores, por lo que en lugar de encajar en el mundo llevándose bien, ellos también necesitan permanecer en su lugar y liderar".
Devoto de la misa tradicional
El deportista también manifestó su opinión sobre la misa en latín. "El camino por delante es brillante. Las cosas están cambiando. La sociedad está cambiando. Y la gente, jóvenes y mayores, está abrazando la tradición. No solo ha sido mi vocación la que me ha ayudado a mí y a mis seres más cercanos, sino que, como no sorprende a muchos de ustedes, ha sido mi abierta aceptación de la misa tradicional en latín. He sido muy explícito en mi amor y devoción por la misa tradicional y de su necesidad para nuestras vidas".
"Se malinterpreta cuando se dice que las personas que asisten a la misa tradicional lo hacen por orgullo o gustos. Puedo hablar de mi propia experiencia, pero para la mayoría de las personas con las que me he cruzado dentro de estas comunidades esto simplemente no es cierto. No asisto a la misa tradicional porque creo que soy mejor que los demás, ni por los olores y campanas, ni siquiera por el amor al latín. Asisto a la misa tradicional porque creo que, así como el Dios del Antiguo Testamento era bastante particular en cómo quería ser adorado, esto es igual de válido para nosotros hoy".
"Mucha gente tiene quejas sobre la parroquia o la comunidad, pero no debemos sacrificar la misa por la comunidad. Doy prioridad a la misa tradicional incluso si la parroquia no es bonita, el sacerdote no es excelente o la comunidad no es sorprendente. Todavía voy a la misa tradicional porque creo que el santo sacrificio es más importante que cualquier otra cosa", opinó.
Puedes escuchar aquí el discurso del pateador de los Chiefs.
Mientras que su equipo actual no se ha pronunciado tras el discurso, la liga de fútbol americano, la NFL, publicó una dura reprimenda al pateador de los Kansas City Chiefs. "Harrison Butker pronunció un discurso a título personal. Sus puntos de vista no son los de la NFL como organización. La NFL es firme en su compromiso con la inclusión", dijo en un comunicado Jonathan Beane, director de diversidad e inclusión de la NFL.
El "enemigo" que le llevó a la fe
En una entrevista con EWTN en el año 2019, Harrison Butker habló sobre cómo fue criado en una familia católica, pero con los años fue perdiendo su fe. En la entrevista añade que al hablar con un compañero de su equipo de fútbol americano, que pasó de ser rival por un mismo puesto a ser un gran amigo, logró regresar al sacramento de la confesión y experimentar una poderosa conversión de corazón.
Butker comenzó a hacerle preguntas a Grant –que se prepara para ser sacerdote– sobre Dios y la Iglesia. "Las explicaciones que recibí sobre la salvación, el matrimonio, la vida de familia, la ciencia, y muchas otras cosas tenían sentido. Empecé a ver cómo alguien podía realmente ser feliz como practicante de la religión católica, estaba obteniendo una perspectiva clara sobre la naturaleza de Dios y del hombre, revelada a través de la Iglesia. Empecé a ir a misa con Grant y entonces me confesé por primera vez, desde que iba a segundo grado. Mi mayor salto de fe fue acudir al sacramento de la confesión, eso realmente me cambió, cuando salí del confesionario me sentí diferente, me sentí yo mismo, auténticamente Harrison en todas las áreas de su vida".
Testimonio de fe de Harrison Butker.
Según Butker, la amistad con Grant cambió su vida por completo. "Ese tipo irritante del primer año se convirtió en uno de mis mejores amigos", dijo. "Puedo decir honestamente que si no fuera por él, yo todavía sería un desdichado. Incluso tomando en cuenta solo el fútbol, ahora soy un mejor jugador que si no hubiese vuelto a la Iglesia", comentó.