El sacerdote Ramón Alfredo Mirada, más conocido como ‘Pachús’, presentó Me enamoré de un Leproso un libro de la Editorial Nueva Eva en el que explica su impresionante proceso de conversión, sus duros años de adolescencia metido en el mundo de las drogas y la delincuencia, su encuentro profundo con Dios, su transformación, su llamada al sacerdocio y ya su vida sacerdotal.
Este libro es netamente testimonial y en él el padre Mirada, Pachús para los amigos, abre de par en par su corazón en un texto que sin duda puede ayudar a todos, desde jóvenes que están en búsqueda, a personas alejadas o desesperadas, e incluso sacerdotes y aquellos que ya creyentes pueden verse edificadas con este testimonio.
La presentación a la que acudieron más de 500 personas que tuvo lugar en los salones parroquiales de la parroquia de San José Obrero (Móstoles) también intervinieron el obispo de Getafe, don Ginés García Beltrán, el párroco Antonio Izquierdo y Marta Moreno Candel, directora adjunta de la editorial Nueva Eva, que ha publicado el libro.
Tal y como recoge la Diócesis de Getafe, el obispo, recordando la Evangelii nuntiandi, donde Pablo VI observa que ‘el hombre contemporáneo escucha más a gusto a los testigos que a los maestros o si escucha a los maestros es porque son testigos’ quiso destacar la necesidad que el mundo tiene de testimonios de vida y conversión como el del sacerdote Ramón Mirada. “Para evangelizar hay que transmitir experiencias de vida, el testimonio toca más el corazón que una idea”, recordó.
Por su parte, Mirada incidió en todo momento cómo Dios es capaz de querer al más pequeño de los hombres con amor inmenso y “que Cristo es capaz de rescatar a quien se encuentra encadenado sufriendo interiormente y haciendo sufrir a los demás”.
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Durante su exposición el padre ‘Pachús’ recurrió en varias ocasiones al ejemplo de modelo de evangelización llevado a cabo por San Francisco de Asís, el santo a quien llegaron a preguntar ¿Cómo te sigue tanta gente con lo pequeño y poca cosa eres?
Pachús lo explicó diciendo que él mismo, aunque no se siente tan seguido como San Francisco, es el más pequeño y débil de los cristianos y, aunque se siente leproso, sabe que siempre ha sido amado y protegido por Dios y la Virgen María, quienes sostienen su vida, y por eso intenta ser mejor cristiano y sacerdote.
A este respecto, Antonio Izquierdo, párroco de San José Obrero, refiriéndose al autor y parafraseando a san Francisco le había dicho: “Evangeliza en todo momento y, cuando haga falta (y tan sólo cuando haga falta) utiliza la Palabra”.
“Este libro más que de Ramón, habla de Jesús -afirmó el párroco-. Habla de Cristo, a través de Ramón. Su vida aparece simplemente como un lienzo en el que Jesús mismo se ha plasmado. Por eso, como decía al principio, el título es ambivalente. Ramón se ha enamorado de Jesús leproso, porque antes Jesús se ha hecho leproso al enamorarse de la lepra de Ramón. No podemos escuchar el testimonio de la vida de Ramón, sin encontrarnos con Cristo”, señaló Antonio.
Mirada indicó que el libro está recomendado “para personas de cualquier edad, pero especialmente a quienes pasan por un momento de crisis personal, como encadenado en una especie de infierno cuyas puertas Dios es capaz de romper para rescatarlos”.
Otra de las personas que habían asistido a la presentación también quiso saber cómo podía hacer para que los adolescentes se interesen por Jesús, se acerquen a Él y no se pierdan y cómo podrían también interesarse por el libro.
Pachús respondió que lo importante es saber que a Jesús sí que le interesan ellos, que para Él esos adolescentes perdidos sí que son importantes. Especialmente, como también explica en el libro, “aquellos que no encuentran ningún sentido a su vida y creen que Jesús no les quiere debido a los problemas que padecen. Pues es un modo de darles esperanza acercándoles al Señor”.