Cuando Catalina Davis abrió los ojos un viernes del mes de mayo, estaba tendida en el suelo de la capilla de la Scala Santa, en Roma.

Los bancos es lo primero que recuerda y, al fondo, una imagen de Jesús y María. En ese momento, apenas podía moverse, a consecuencia del "combate cuerpo a cuerpo" que acababa de librar "contra el demonio" en un nuevo exorcismo. Sabía que estaba mucho más cerca de ser liberada.

Pero aún hoy le cuesta explicar cómo, en apenas dos años, su vida ha pasado de pender de un hilo entre manifestaciones demoníacas indescriptibles a gozar de la paz y del amor de Dios.

Para comprenderlo es necesario remontarse a 1983, cuando poco después de nacer en el Chile de Pinochet tuvo que trasladarse a España con su familia por motivos de seguridad. Ni ella ni su familia creían en Dios, pero asegura en El rosario de las 11 que Él ha estado siempre "salvando" a su familia.

Sus comienzos no fueron fáciles. Inestabilidad, bullying, problemas… Cuando no tienes a Dios, dice, "los problemas duelen demasiado y te hacen buscar soluciones en los sitios equivocados". "Sitios" que durante un año fueron para ella las drogas, de las que providencialmente logró escapar.

En el reiki: inquietantes episodios

Una mañana, cuando tenía 23 años, amaneció sin casi poder ver ni oír. Había perdido el 50% de ambos sentidos, a lo que se unieron grandes dolencias sin que la medicina convencional pudiese ofrecer solución alguna. 

Un año después probó con el reiki. "Cuando me introdujeron los símbolos, sentí algo muy fuerte y me desmayé. Sentí una mejoría, la sensación de que se me derretía la cabeza se me quitó… pero pasaron cosas muy extrañas". Entre ellas, recuerda ver su rostro deformado en el espejo o percibir inquietantes "risas" en su interior. 

Así pasaron cinco años. En alguna ocasión entró a una iglesia aún sin conocer a Dios, y siguió buscando ayuda en curanderos, chamanes y videntes. Y todo seguía igual, hasta que conoció una terapia que le cambiaría la vida. 

En lo más alto de la Nueva Era

Tenía 28 años cuando conoció la psicología holística, vinculada a las terapias alternativas y la Nueva Era, a través de un psicólogo que también le sometió a técnicas de "kinesiología" y "par biomagnético".

De repente, sus ojos y oídos se recuperaron, los síntomas desaparecieron, y creyó haber hallado "la misión" a la que dedicaría su vida.

Casi de inmediato, renunció a su empresa y se dedicó de lleno al estudio de las terapias alternativas: naturopatía, reiki, flores de Bach, homeopatía, constelaciones familiares… Lo investigó todo.

Sentía que "estaba sanando y que era bueno", pero no le quedaba mucho para saber que, en realidad, le estaba "destrozando la vida".

Aparentemente, lo tenía todo en ese nuevo mundo. Pronto llegó a lo más alto, acudía a medios como El Confidencial, Intereconomía y radios como especialista en terapias, hackeo mental y crecimiento personal. Compartía sus conocimientos con la Organización Mundial de Mujeres Sionistas, incluso con el Ministerio de Presidencia de la Moncloa o el Rotary Club. Sus ponencias llegaron a más de 40.000 personas.

"Todo el mundo quería saber lo que hacía, empecé a llenar escenarios y la gente pagaba barbaridades para que le hiciese terapia… pero el dinero se me iba entre los dedos y al final no tenía ni un euro", explica.

Davis, en una de sus ponencias. 

"Intentan hacerte daño. El rosario te protegerá"

Desde ese momento, la barrera que aparentemente separa la espiritualidad de la Nueva Era y los peligros de determinados "contactos" e "invocaciones" comenzó a difuminarse.

Como ejemplo, habla de un compañero de piso que presumía de practicar magia negra y de "custodiar dos demonios", lo que entonces vio como "algo cool". O a un extraño personaje que se acercó a ella durante una conferencia y le ofreció dar "un viaje" en trance sobre una tabla. Ella accedió. Lo que no esperaba era que al despertar iba a ser encumbrada como "médium sensitiva".

Para Davis, todo aquello comenzó a cobrar sentido cuando la casa que compartía con su compañero ocultista "empezó a ser una locura": relojes sin cuerda que sonaban a su paso, calefacciones que se accionaban sin caldera, luces que se apagaban y encendían, la sensación de que le "cogían" de las piernas…

Recuerda que una noche, la hija de su compañero, de siete años se acercó a ella, le dio un rosario y le dijo: "Están intentando hacerte daño. Esto te va a proteger".

Consigue aquí uno de los libros de Catalina Davis, "Las 33 leyes del éxito según Dios".

Primer acercamiento a la Iglesia… ¿a través de la masonería?

Junto a su creciente fama en el mundo de la Nueva Era, Catalina estaba en pleno proceso de acceso a la masonería, así que lo usó como excusa para dejar unos días la casa e irse a buscar simbología masónica en las iglesias de Valencia.

Hacerse católica no entraba en sus planes. Pero nada más llegar, le invitaron a una misa en la iglesia del Carmen, recibió la bendición del sacerdote y por un momento pidió ayuda a la Virgen ante lo que estaba viviendo.

Otro día de su investigación, en la iglesia de San Lorenzo, la homilía del sacerdote durante la misa captó su atención hasta el final. Ese mismo día fue invitada a un retiro de tres días convocado por Verbum Dei, al que se inscribió. Incluso llegó a conocer a un sacerdote llamado Carlos, del Opus Dei, que escuchó su historia en la Nueva Era y le ofreció ayuda espiritual.

Pero su viaje terminaba y tenía que volver a la casa. Era martes, y recuerda aquel día como el primero que habló "con Dios Padre": "Sabes que no puedo volver a esa casa. Ayúdame".

Una pregunta de Dios y una misión

De inmediato, le llegó un mensaje al móvil de una persona con la que llevaba sin hablar durante meses. Le ofreció un apartamento gratis, en uno de los mejores barrios de Valencia y a solo siete minutos andando del padre Carlos, el que sería su amigo y primer director espiritual.

Así llegó el día que comenzaba el retiro de Verbum Dei. Nunca olvidará aquel sábado, cuando expusieron al Santísimo y escuchó interiormente una pregunta, la de "si quería dedicar la vida a la fe". También percibió "una misión, acercar a Dios a todas las personas que buscan una solución".

"Me enamoré de Dios, practiqué la castidad y dejé todo lo que no me hacía feliz, empecé una vida hermosa  y a darle forma a un primer evento de evangelización con Eva", a quien conoció en el retiro.

Pero entonces empezó "la batalla".

Contra el demonio: "La película `El Exorcista´ es real"

Las intervenciones demoníacas eran cada vez más fuertes y cotidianas en su vida. Una noche, relata, "perdí el control de mi cuerpo, tenía tres o cuatro voces diferentes y una risa que no era la mía, salían como piedras de mi boca y tomé conciencia de que estaba poseída".

Ya con un exorcista, Catalina comenzó formalmente una larga liberación que le llevó a perder la movilidad en las piernas, sin apenas poder salir de su casa o levantarse, pero también a que sus padres diesen sus primeros pasos de acercamiento a la fe.

"Casi todo lo que pasa en El exorcista y las películas es real", afirma.

La liberación concluyó poco después del exorcismo de la Scala Santa, de Roma, el día de su cumpleaños. Tras el proceso, Catalina afirma tener pruebas de que "Dios es todopoderoso", pero también dirige un mensaje a quienes subestiman los peligros de la Nueva Era: "Todas esas personas que piensan que no pasa nada o que ir a una sesión de reiki, tener un buda en casa o estrellas de 5 puntas no abre puertas al mal, lo hacen".

En Roma, con el Papa y dedicada a evangelizar

Lo cierto es que desde que fue liberada y prometió dedicar su vida a la transmisión de la fe, también ha sido testigo "de muchas cosas muy hermosas".

Recuerda, por ejemplo, cuando aún poseída, pudo ir a Roma y entregar al Papa Francisco uno de sus primeros libros escritos tras su conversión, Las 33 leyes del éxito según Dios.

Catalina, dándole su libro al Papa Francisco, en la audiencia. 

Una vez llegó a la Ciudad Eterna, aún sin tener trabajo, ingresos ni hogar, decidió que trabajaría allí dedicándose por entero a la evangelización: solo faltaba que Dios "actuase".

La respuesta llegó en la Capilla de la Reconciliación, a través de un sacerdote que ultimaba los detalles para abrir una misión católica en Roma.

"Te quiero contratar. Incluido en tu sueldo de voy a poner un piso aquí en el Vaticano", le dijo nada más conocerse.

De la noche a la mañana, no solo habían desaparecido las grandes tribulaciones de Davis, sino que habían sido reemplazadas con creces.

La fe, "lo más bonito que puedas imaginar"

Hoy, la que en su día fue una influyente gurú de la nueva era, "jamás habría imaginado que pudiese ser tan feliz trabajando rodeada de cosas del Señor", rezando con sus clientes y contemplando auténticos milagros.

También ha fundado Movimiento Creo, que como recoge su web, nació en respuesta a su promesa ante el Santísimo "para acercar el amor de Dios a los alejados de la Iglesia. Nuestro enfoque es simple y poderoso: entender y sanar heridas a través de la Pasión de Cristo. Encontramos fuerza para superar heridas profundas y abrazar la plenitud que Dios nos tiene".

"Dios volvió a protegerme y nunca me ha soltado. Han podido pasar las manifestaciones más fuertes que os imaginéis, pero nunca he tenido miedo. Sé que Él es más fuerte, y que está conmigo. El mal puede intentarlo todo, pero tener esa fe es lo más bonito que puede pasarte. Basta con que le abras una pequeña rendija para que cree algo más bonito de lo que jamás hubieses imaginado", concluye.

Puedes obtener más información de Creo o sobre los peligros de la Nueva Era a través del contacto que Catalina pone a disposición, +34652843990, el correo movimientocatolicocreo@gmail.com o desde la página web y sus redes sociales. También informarte aquí sobre cómo unirte a los seminarios de sanación y encuentros de oración, cada martes a las 20:00 hora española.