Con 50 años y después de treinta dedicados al cuidado de los más pobres en Perú, la misionera italiana Nadia de Munari ha sido asesinada en la ciudad de Nuevo Chimbote (Perú) durante la madrugada del pasado miércoles.
Nadia fue hallada agonizando en la casa hogar Mamma Mia vinculada a la operación Mato Grosso con abundantes cortes y heridas en cabeza y brazos. Tras trasladarla de urgencia al hospital de Chimbote intentaron salvar su vida sin éxito en una clínica de Lima, donde falleció la noche del sábado 24 de abril.
Ya se ha iniciado la búsqueda de los agresores y las autoridades plantean varias hipótesis sobre el motivo del asesinato. Como informa el diario de Chimbote, el personal de homicidios no ha encontrado evidencias de que se forzasen las cerraduras, y tan solo ha desaparecido el teléfono de la misionera, en lugar del dinero o el resto de pertenencias. Todo ello hace suponer que “la misionera italiana conocía a su agresor y cuando la víctima fue reconocida, atentaron salvajemente contra su vida”.
30 años cuidando a los más pobres
Nadia de Munari formaba parte de la Operación Mato Grosso, una ONG fundada en 1967 por el sacerdote italiano Ugo de Censi en Val Formazza (Piamonte, Italia) compuesta de jóvenes voluntarios que desarrollan actividades de lucha contra la pobreza.
Desde 1990, Nadia fue destinada a Ecuador y cinco años más tarde se trasladó a Perú. Allí colaboró en la implantación de escuelas en Chimbote donde, según su amiga Rosanna Stefani, “solo ella quería ir”, añadiendo que “en esta tierra solo ha hecho el bien”.
Hasta su fallecimiento, la misionera era la responsable de seis jardines de infancia, una escuela primaria y los comedores de la operación Mato Grosso con 500 niños a su cargo. Además, “proporcionaba asistencia y alimentos gratuitos a niños y madres con pocos recursos”, detalla la Agencia Fides.
Condena del obispo
El obispo de Chimbote, Monseñor Ángel Francisco Simón Piorno, ha señalado que “este caso tendrá repercusiones internacionales porque lo que se ha hecho con ella no tiene nombre”.
Además, recoge el diario de la ciudad peruana, “resulta desconcertante la muerte de la misionera por cuanto nunca había sido amenazada por alguna razón”. Por ello, espera que las autoridades “hagan un buen trabajo para saber quién fue el asesino y el móvil para destruir a una mujer cuando aún tenía 50 años de vida”, declaró.
Una organización perseguida
No es la primera vez que los voluntarios de la ONG Mato Grosso reciben ataques o amenazas.
En 1992, la misión perdió a su primer voluntario a manos de la organización terrorista Sendero Luminoso. Más tarde en 1997, un sacerdote perteneciente a Mato Grosso fue atacado por un grupo de bandidos en el distrito de San Luis, próximo a Chacas. Desde entonces, se han sucedido las amenazas de sicarios, hasta que en 2013 acabaron con la vida de Domingo Vidal, un anciano miembro de la parroquia de San Luis.
Relato del asesinato de la misionera Nadia de Munari.