Este viernes ha fallecido a los 53 años de edad, a consecuencia de la leucemia que le fue diagnosticada en julio de 2019, Sinisa Mihajlovic, ganador en 1991 de la Copa de Europa de clubes (hoy Champion's League) con el Estrella Roja de Belgrado, donde marcó uno de los goles de la tanda de penaltis con la que se decidió el partido contra el Olympique de Marsella. Luego jugó varios años en el Calcio, en la Roma, la Sampdoria, el Lazio (con el que ganó en 1999 la Copa de la UEFA contra el Mallorca, y en 2000 el Scudetto) y el Inter (con el que ganó otra Liga en 2006). A partir de 2006 se convedrtiría también en uno de los entrenadores más solicitados (Bolonia, Fiorentina, Sampdoria, Milan, Torino), aunque no consiguió títulos.
Está considerado uno de los grandes lanzadores de faltas de la historia del fútbol, popularizándose en los estadios el cántico "si tira Sinisa, es gol" cuando había un tiro directo sobre la portería rival. Fue, así, un defensa (líbero) goleador. En Italia su muerte ha causado gran conmoción, pues era muy querido como personalidad carismática y temperamental, siempre dispuesto a asumir responsabilidades en el terreno de juego y en el banquillo. La primera ministro Giorgia Meloni ha expresado sus condolencias en un mensaje en Twitter.
Algunos de los mejores tantos de falta de Mihajlovic.
Aunque nacido en Croacia hijo de madre croata y padre serbio, Mihajlovic se consideraba de esta última nacionalidad, y de hecho como jugador disputó el Mundial de Francia de 1998 con la todavía selección yugoslava, y en los años 2012 y 2013 entrenó a la selección serbia.
Casado con la presentadora de televisión Arianna Rapaccioni, era padre de cinco hijos y abuelo de una nieta.
"El Papa es el Papa"
No era un "practicante asiduo", confesó en alguna ocasión su hija Viktorija, pero sí "profundamente creyente": "Sobre todo, reza por la noche antes de dormir y en la muñeca lleva siempre una pulsera de Medjugorje". Frecuentaba el lugar desde 2008, y en 2020, cuando ya estaba inmerso en el tratamiento de su enfermedad, acudió con toda su familia.
En este lugar de devoción mariana vivió una experiencia singular, que explicaba él mismo así: "Empecé a rezar cuando fui a Medjugorje hace quince años por primera vez con Paolo Brosio [estrella televisiva italiana converso allí]. Me sucedió algo que no me había pasado jamás. Cuando llegué, me sentí de golpe como un niño. Me senté en un banco y me habría podido quedar así para siempre, estaba en la gloria. Fue el momento más bonito de mi vida, ¡estaba feliz! Lloré tres o cuatro veces, pero no sabría decir por qué. Es como si me hubiese limpiado, como si me hubiese quitado un peso del corazón. Desde entonces empecé a rezar. Antes cometía un error: solo rezaba cuando lo necesitaba, un poco como todo el mundo. Y estaba un poco en conflicto: a veces Dios me ayudaba, a veces no. Luego comprendí que hay que rezar siempre, y desde antes de la enfermedad ya rezaba dos veces al día. No hay que decir 'quiero, quiero, quiero', sino 'gracias, gracias, gracias'".
Cuando hizo pública su enfermedad, se organizó una peregrinación a Medjugorje de aficionados del Bolonia, al que entrenaba entonces, para pedirle a la Virgen su curación. La esposa del técnico acompañó a los tifosi boloñeses.
Mihajlovic entrega a Francisco un ejemplar de su libro 'El partido de la vida'.
Sinisa hizo estas afirmaciones sobre su fe en marzo de 2021, tras visitar a Francisco, a quien entregó un ejemplar de su libro El partido de la vida, escrito en 2020 recogiendo su experiencia del cáncer y para animar a otros en su situación.
"Ha sido una experiencia inolvidable", dijo entonces Mihajlovic: "Es un hombre sabio, amabilísimo y también simpático: fui a verle con mi esposa y su madre, y cuando se las presentó me dijo que debían hacerme santo enseguida, ¡porque había ido con la suegra! Yo soy mitad ortodoxo, mitad católico, pero el Papa es el Papa".