Martin Babjak, nacido en 1960, es un famoso barítono eslovaco, que ganó en su juventud el prestigioso concurso Pavarotti y rápidamente llegó a la élite de la ópera internacional. Ha cantado óperas en eslovaco, alemán, ruso, francés, inglés, italiano y checo, y tiene canciones de su repertorio en español y japonés. "En latín me gusta cantar Panis angelicus y el Ave María", detalla.  

Ha interpretado muchos papeles, pero se ha especializado con los papeles humorísticos y disfruta con ellos, como Falstaff, en la ópera de Verdi. Es católico convencido y reflexiona sobre la música, la fe y sus virtudes entrevistado en la revista eslovaca Christianitas.sk.

Es popular por sus papeles cómicos, pero está dispuesto a hablar de cosas tristes. "Hay tristezas que una persona no puede evitar a lo largo de su vida. Uno de los acontecimientos más tristes en la vida de una persona, según muchos que lo han vivido, es cuando un padre sobrevive a su propio hijo. El momento más triste para mí fue cuando mis padres fallecieron. Todavía los extraño mucho. Me gustaría abrazarlos y escuchar su voz", explica.

Personaje preferido: Jesús

Cuando le preguntan por un personaje bíblico, es directo: "Mi personaje bíblico favorito es el mismo Señor Jesús. Mostró el camino al mundo entero, que es el único camino para la salvación y la vida eterna. No es sólo el camino del sufrimiento y de la cruz, como suele subrayarse. Es principalmente un camino de amor, de verdad y de esperanza, cuyo escondite es el corazón y el alma humana".

Y añade: "Mientras estas dos casas de salvación (corazón y alma) sean de piedra, nada de lo que Jesús da al hombre podrá penetrarlas. El secreto de la fe, tal como yo lo percibo, reside precisamente en que mi corazón y mi alma deben estar siempre dispuestos a recibir a Jesús".

Martin Babjak en su juventud, ya famoso, con Juan Pablo II y el entonces presidente de Eslovaquia, Michal Kovac.

"Verdi también es un mensajero de Dios"

Recuerda que muchos autores de óperas eran personas de fe cristiana. "Actué en casi 60 producciones de ópera, y muchas de ellas fueron compuestas con espíritu cristiano de fe y amor. A menudo tienen finales trágicos. La fe encierra también gran parte de tragedia en muchos destinos humanos. Para mí, la ópera Otelo, de Verdi, es la más fuerte en este sentido. La obra de Shakespeare sobre la fe, el amor, la traición, los celos y el odio fue realzada brillantemente musicalmente por Verdi, hasta tal punto que el oyente siente que Shakespeare se inspiró en Verdi, y no al revés. Actué como Yago en esta ópera. Fui parte de la genialidad musical de Verdi y entendí todo lo que el maestro Verdi ponía en notación musical. Porque Verdi también era en realidad un mensajero de Dios", comenta.

Martin Babjak como Falstaff en la ópera de Verdi.

"La paciencia es un regalo del Creador"

En un mundo acelerado que busca frutos rápidos, anima a ejercer la paciencia. "Tener paciencia suele ser complicado y muy difícil. Una persona que decide perseguir su objetivo suele experimentar muchas dificultades y contratiempos. La paciencia es un gran regalo del Creador, en mi opinión y en las experiencias de vida que he adquirido hasta ahora. De esta manera, quiere darnos un camino que, cuando lo emprendamos, finalmente encontraremos lo que pacientemente hemos estado anhelando".

Babjak, con el tenor Pavarotti y la soprano Rybarska.

También reflexiona sobre la música, otro don de Dios para el hombre.

"Leí en alguna parte que la música estuvo aquí antes que la palabra humana. Que la música se difunde por todo el universo como una fuerza y ​​energía misteriosa, que tiene la tarea de elevar la belleza, la armonía y, sobre todo, la paz en el alma humana. El hombre recibió un regalo de Dios: descubrir esta música y utilizarla para embellecer el entorno de la tierra donde fue creado".

Y habla también sobre otro regalo de Dios, la naturaleza. "Me gusta la lluvia, pero sólo cuando la miro por la ventana o desde debajo del techo. Cuando me mojo, tiendo a sentirme ansioso y un poco deprimido. El estruendo del trueno me hace sentir que soy sólo una criatura pequeña y vulnerable que, si no respeta el poder de la naturaleza, en la que Dios mismo actúa, difícilmente podrá sobrevivir. La naturaleza es buena, aunque la gente suele jugar cruelmente con ella, pero nunca podrá conquistarla".

En el vídeo, Martin Babjak canta "Granada", famoso tema lírico de Agustín Lara: