El pasado 5 de mayo falleció a los 88 años el conocido fraile dominico, Aníbal Ernesto Fosbery OP. El religioso había sido hospitalizado el pasado 27 de abril en el Hospital Pedro Fiorito de la Ciudad de Avellaneda para una intervención quirúrgica por una complicación intestinal realizada con éxito, pero no pudo superar una posterior insuficiencia respiratoria que produjo su desenlace fatal.
La Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino creada por él nació en 1962 en la localidad argentina de Leones (Provincia de Córdoba) como respuesta a la exhortación del Concilio Vaticano II a promover la participación de los fieles laicos en la vida y misión de la Iglesia y con el objetivo de hacer penetrar los valores cristianos en la sociedad.
Además fundó la Fraternidad Apostólica Sacerdotal Tomás de Aquino, dedicada a formar a sacerdotes y también la Fraternidad Apostólica Santa Catalina de Siena, cuya tarea era acompañar a las consagradas que de un modo particular buscan la evangelización de la mujer.
Fray Aníbal Fosbery siguió dando impulso a Fasta que fue teniendo nuevos retos pastorales hasta crear una extensa red de colegios católicos en Argentina y España, y hasta la Universidad Fasta, con sede en Mar de Plata.
Las exequias tuvieron lugar este viernes 6 de mayo en la capilla del Colegio Fasta Catherina de Buenos Aires. El velatorio estará abierto hasta el domingo. Posteriormente, el cuerpo será trasladado a la Basílica de Nuestra Señora del Rosario y Convento de Santo Domingo de la Ciudad de Buenos Aires (Defensa 422) para la celebración de la Santa Misa con sus hermanos frailes de la Orden.
Finalmente, y conforme a sus deseos, los restos del P. Fosbery serán trasladados a la Ciudad de San Martín de los Andes, donde será sepultado junto a su familia, revestido con su hábito de Fraile Dominico y su inseparable Rosario.
Quién es fray Aníbal Fosbery
Aníbal Ernesto Fosbery nació en Buenos Aires el 23 de junio de 1933. El 6 de diciembre de 1959 fue ordenado sacerdote de la Orden de Predicadores y fue poco después enviado a doctorarse en Teología a la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino, de Roma.
Apoyado en la espiritualidad dominicana y confiándose al patronazgo de Santo Tomás de Aquino, Fosbery regresó en 1962 a la Argentina y fundó Fasta con el compromiso de transmitir al mundo de hoy el amor a Dios, a la Iglesia y a la Patria, abocándose especialmente a evangelizar la familia, la cultura y la juventud, con especial esmero en la formación integral de sus miembros, privilegiando el estudio del pensamiento tomista y el Magisterio de la Iglesia. La novedosa propuesta cautivó el corazón de miles de jóvenes, y por eso el papa san Juan Pablo II reconoció en 1997 al movimiento como una Asociación Internacional de Fieles de Derecho Pontificio.
Con el devenir de los años, la institución creció y asumió nuevos desafíos pastorales con la creación de una amplia red de colegios con presencia en Argentina y España, y la fundación de la Universidad Fasta, con sede en la ciudad de Mar del Plata.
En su extenso servicio sacerdotal, Fosbery se desempeñó como prior del Convento Santo Domingo de Tucumán; fue rector de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (Unsta), prior provincial de la Orden de Predicadores, presidente del Consejo de Rectores de Universidades Privadas Argentinas (CRUP) y miembro de la Comisión de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau) del Ministerio de Cultura y Educación Argentino.
Fue presidente de la Organización de Universidades Católicas de América Latina, miembro del Consejo Directivo de la Federación Internacional de Universidades Católicas y asesor de la Organización de Universidades Católicas de América Latina; vicepresidente para América de la Sociedad Internacional Tomás de Aquino (SITA) y miembro correspondiente de la Academia Pontificia Santo Tomás de Aquino, con sede en Roma.
Fosbery fue distinguido con el título de socio honorario de la Sociedad Tomista Argentina; se lo galardonó con el premio “Leonardo Castellani” de la Exposición del Libro Católico por su obra “La cultura católica”, y diversas universidades le otorgaron el doctorado honoris causa.
El sacerdote dominico fue un prolífico ensayista y produjo diversos trabajos sobre temáticas teológicas, religiosas, pastorales, filosóficas, culturales, políticas, éticas, sociales e históricas, entre las cuales se encuentran “La cultura católica”, “Parata sunt omnia”, “La identidad del sacerdocio ministerial”, “Tomismo y espiritualidad: reflexiones acerca de la vida espiritual según santo Tomás”, “Estén preparados: el carisma y la espiritualidad sacerdotal de Fasta”, “El hábito de los primeros principios en el pensamiento de santo Tomás de Aquino y alguno de sus comentadores” y “San Martín de los Andes. Historia de su fundación”. Dictó numerosas conferencias en universidades e instituciones de todo el país y en Colombia, Uruguay, Chile, Perú, Italia y España.