A sus 37 años, Meisha Johnson acumulaba dos décadas de experiencia en las principales televisiones estadounidenses. Para decenas de miles de hogares era "la chica del tiempo", y antes locutora deportiva.
En un momento especial, ella, que nunca había rezado ni sabía apenas nada de Dios, cayó de rodillas y sintió que Él la escuchaba. Esa experiencia mística cambió su vida.
Interesada en el teatro, el periodismo, Suecia... nada de Dios
Meisha Johnson nació en 1981 en Minnesota. Sus padres, de ancestros suecos, eran un boxeador y una bailarina de ballet, ambos interesados en el teatro y la interpretación. Al acabar el instituto, Meisha se fue a vivir 3 años a Suecia, donde estudió sueco en la Universidad de Uppsala.
De vuelta a Estados Unidos, estudió una combinación de periodismo, teatro y estudios escandinavos en la Universidad de Minnesota.
Nunca recibió formación sobre religión ni fe ni se hablaba del tema ni se rezaba en su familia.
"No crecí ni fui educada en la iglesia", admitió la periodista de CBS a Rob Maadi en el programa Faith on the field show, un programa donde personalidades del deporte hablan de su fe. "No conocía a Dios y siempre pensé en Él como algo distante, allá en el cielo, no como algo real en mi vida", añade.
Actriz y chica del tiempo en TV
En 2006 debutó en la gran pantalla con Fall into Me. Participó en series y programas de las grandes cadenas CBS o FOX. Y luego pasó a trabajar como chica del tiempo en distintas cadenas televisivas. Con el tiempo llegaría a portadas de icónicas revistas como Daily News.
"Una llamada directa de Dios"
Explica que Dios la encontró "cuando pasé por un momento realmente difícil".
"Tuve un divorcio difícil con un hombre con el que había estado casado muchos años, con el que tuve dos hijas. Y mi padre luchaba contra un cáncer de estómago debatiéndose entre la vida y la muerte", detalla.
Un día de esa época difícil, Meisha pasaba la aspiradora buscando distraerse de los juzgados y hospitales y pensando en ir a recoger a las dos niñas.
Repentinamente, sintió, o supo, que tenía que rezar. Ella, que nunca había rezado.
"Tuve un sentimiento abrumador en el que sin saber por qué, sabía lo que tenía que hacer. Dejé la aspiradora y me arrodillé", relata.
"Mirando por la ventana, vi lo que parecían ser dos soles. Hice una foto, se la envié a una amiga y le pregunté si también ella los veía. ``[En la foto] sí, pero no desde donde estoy yo´", respondió su amiga.
Meisha recuerda que nunca en su vida había rezado antes. "A mi cerebro, por sí mismo, nunca se le hubiera ocurrido", dice. Rezar estaba fuera de su horizonte. Por eso, está convencida de que aquella experiencia fue una "llamada directa" de Dios para que lo hiciese.
Rezó así a Dios, con todo el corazón: "Sé que estás ahí, no te conozco, pero necesito ayuda".
Fue todo lo que pudo decir. La custodia, sus hijas, su padre en el hospital… La periodista se veía sobrepasada. "Si esto es lo que se supone que tengo que decir, ¿quién eres y cómo puedes ayudarme?", preguntó.
Y a partir de ahí su vida cambió por completo. Ahora tenía fe y quería conocer a Dios. Empezó a leer la Biblia desde el principio. Se apuntó a un grupo de oración de mujeres. Aún no sabía casi nada de la fe y ya se apuntaba a ayunos intensos con otras personas.
Tras su conversión, la reportera de CBS Meisha Johnson se convirtió en una incansable estudiante del cristianismo, la Biblia y todo lo referente a la fe.
La famosa "chica del tráfico"
"Todo lo que hice durante tres años fue leer y leer sobre el cristianismo, me convertí en una estudiante de Dios", recuerda.
En su vida cotidiana, seguía la incertidumbre. ¿En qué trabajar? ¿Seguir en televisión?
La invitaron a orar con ayunos para pedir guía a Dios. Tras 21 días de oración recibió una llamada de la influyente cadena CBS.
"No estaba buscando trabajo en televisión, pero sabía que si Dios me estaba guiando hacia allí eso era lo que Él quería, y habría un propósito y una intención. Sabía que si estaba llamada a ir a Filadelfia con la CBS no sería por mí, que todo era por Él", afirma.
Era 2015, y Meisha pasó los siguientes tres años de su vida presentando las programaciones del tiempo y del tráfico en televisión. En aquellos años fue portada de la edición "Sexy Singles" del Daily News.
"Los tres años que estuve fueron una bendición de principio a fin", explica, hablando del lugar que se convirtió para ella como "su hogar espiritual".
Meisha percibió que la distancia con su familia, la soledad o las continuas dificultades de su nuevo trabajo eran una prueba para su propio crecimiento personal y para comenzar un nuevo proyecto.
Crecer y aprender en la fe: pasos arriesgados
"Me di cuenta de que los dones que se me dieron no los usaba totalmente para Dios. El trabajo estaba ahí, mis cualidades también, pero mi alma no se estaba entregando como sabía que debía hacerlo", confiesa.
"Cuando les dije a mi director de noticias, amigos y familiares que dejaría de la televisión para trabajar para Dios, me dijeron que estaba loca", recuerda. "Pero en el fondo de mi corazón, por la gracia de Dios, sabía que Él estaba tramando algo grande", explica en Catholic Spirit.
Meisha regresó de inmediato a su estado natal, Minnesota. Allí comenzó a estudiar en profundidad la Biblia. Pero lo hacía en una universidad protestante y durante un tiempo se cuestionó su opción católica.
"Tras mucha investigación y oración, me encontré de pie ante la catedral de San Pablo en St. Paul, donde no se podía negar lo que Dios había hecho: yo era católica, y fue Jesús quien me condujo hasta aquí", explica.
Doctorados, webs y redes sociales: su forma de evangelizar
Recientemente Meisha ha concluido un máster en Teología y prepara un doctorado que le permitirá explicar e investigar su propia conversión.
En su tiempo libre, dirige la web de recursos católicos y oración Psalm91 y difunde el Evangelio a sus miles de seguidores de YouTube e Instagram.
"A menudo me conmuevo con lágrimas de gratitud por lo que Dios ha hecho en mi vida", afirma. "Es posible que no se me haya dado el don de la fe al crecer, pero estoy profundamente agradecida por la conversión que experimenté".
"Desde que me convertí en católico y participo activamente en la vida litúrgica de la Iglesia, todo en mi vida ha cambiado para mejor. Y lo que más disfruto", concluye, "es que fue Dios mismo el que me guio hasta aquí".
Historia completa de conversión de Meisha Johnson -en inglés- en Faith on the Field, un programa en el que gente del mundo del deporte habla de su fe y de Dios (a partir del minuto 29)
Meisha en un vídeo de su canal comenta la Armadura de Dios de la que habla San Pablo en Efesios