En 1958 habían pasado 13 años desde que finalizó la Segunda Guerra Mundial. Europa estaba asolada, y las ciudades destruidas no fueron las únicas ruinas que dejó el conflicto. Millones de personas buscaban desesperadamente la paz del alma y también la reconciliación.
Tras varios eventos realizados en Lourdes, en los que participaron de forma conjunta vencedores y vencidos de la guerra, aquel año comenzó a celebrarse la primera peregrinación militar conjunta organizada por la asociación benéfica de los Caballeros de Colón. Desde entonces, la Peregrinación Militar Internacional se desarrolla cada año en el mes de mayo, siendo Warriors to Lourdes una de las delegaciones estadounidenses que acuden a la cita.
Uno de los veteranos que participó en la peregrinación de este año, celebrada entre el 10 y el 16 de mayo, fue Richard Johnson, un paciente invitado por los Caballeros de Colón para buscar su sanación física y espiritual ante la gruta de Lourdes.
Richard ha relatado a Catholic News Agency cómo aquel viaje fue la culminación providencial de su salvación, que comenzó en un abismo de dolor, desesperación y adicción.
Todo comenzó 2001, durante una operación militar tras la guerra de Kosovo (1998-1999), donde Johnson fue gravemente herido en la rodilla.
Pese a que se recuperó de la lesión, los fármacos y analgésicos suministrados le crearon una adicción que no pudo controlar: durante los siguientes 14 años, Johnson cayó en un abismo de aislamiento y desesperación que solo podría ser sanado por María, relata la periodista Solène Tadié.
Su familia, impotente ante la adicción, decidió apoyarlo desde la distancia a través de la oración.
"Pasé años en la oscuridad, sin pensamientos ni emociones. Sentí que perdí completamente mi alma, mientras mi madre rezaba el rosario continuamente", contó Johnson durante la peregrinación.
“No pude ayudar a Richard durante el auge de su adicción a las drogas, ya que cuando uno es adicto no escucha a nadie. Pasé mucho tiempo ante Dios, preparándome para su vuelta a casa”, explicó su hermano Djay, con quien Richard mantuvo tiempo atrás una estrecha relación.
En 2014, el veterano tocó fondo y sufrió un brote psicótico en el que perdió "todo contacto con la realidad": no lo superaría hasta pasados cuatro años, gracias a la Virgen de Lourdes.
Un repentino torrente de gracia
"Una noche de 2018 tuve, de repente, el primer pensamiento en cuatro años. En ese momento sentí un torrente de gracia. Me sentí en paz, comencé a sentir emociones de nuevo y mi alma estaba de vuelta", relató.
Richard, que había abandonado toda práctica religiosa tras el divorcio de sus padres durante su adolescencia, sintió una llamada interior a la oración y pocos días después notó un fuerte deseo de rezar el rosario.
"Le pedí a un amigo católico del ejército que me ayudase a rezar porque lo había olvidado todo. Entonces volví a tratar con la gente, a conectarme con mi fe y las Escrituras y me convertí en una persona completamente nueva. Me sentí especialmente atraído por Nuestra Señora y la Virgen de Lourdes", a quien atribuye su sanación.
Djay Johnson (a la derecha) tuvo una influencia decisiva en el regreso de su hermano Richard a la fe, al rezar durante años por su conversión y sanación.
Aparte de su amigo, Johnson no tenía a muchos conocidos que pudiesen acompañarle en su camino de regreso a la fe, pero gracias a esta vuelta a sus orígenes se encontró de nuevo con su hermano mayor, Djay, también militar y sargento jubilado del Estado Mayor del Ejército. Desde que retomaron el contacto, el papel de Djay en la recuperación y regreso a la fe de su hermano fue decisivo y su relación se fortaleció de nuevo gracias a largas conversaciones telefónicas sobre Dios y su vida interior.
“Habíamos pasado más de 20 años separados, pero nuestras conversaciones continuaron como si nunca nos hubiéramos distanciado. Estábamos emocionados de hablar”, recordó Richard.
Lourdes, una decisión providencial
Es por ello que la decisión de los Caballeros de Colón de seleccionar a ambos hermanos para asistir a la peregrinación celebrada este mes de mayo fue considerada por Richard como "algo providencial".
Uno de los episodios más significativos de este regreso a la fe en Richard fue su consagración a la Virgen María en 2021, gracias a la cual el veterano atribuye su regreso a la fe.
Tras la consagración, experimentó graves problemas de salud que le obligaron a permanecer ingresado en el hospital durante semanas, pero sabía que, "aunque estaba muy enfermo, Nuestra Señora intercedería de nuevo".
"Un día, un sacerdote que me asesoraba en el hospital me habló de la peregrinación de Warriors to Lourdes, me animó a inscribirme y entonces todo encajó", explica.
Tras su regreso a la fe, Richard afronta la vida con una serenidad y gratitud sin precedentes. Llegó a Lourdes con el deseo de encontrar la mejor manera para servir a Dios a través de su experiencia y hoy comparte su testimonio para tratar de llegar a los miles de afectados por los opiáceos en Estados Unidos.
"Mi hermano y yo queremos compartir lo que hemos vivido y decirle a la gente que no importa lo hundido o lo oscuro que pueda estar: hay esperanza, a Dios siempre le importas. Yo estuve ahí, y Dios me sacó", cuenta Richard.
La peregrinación a Lourdes tuvo una gran influencia en su sanación, y explica que su corazón está "en un profundo estado de acción de gracias: cada vez que recibí la Sagrada Comunión en Lourdes quería llorar, lo mismo que con la Unción de Enfermos".
"Ha sido un gran despertar para mi alma: me he convertido en una persona verdaderamente nueva en Cristo", concluye.
(Artículo publicado originalmente en Cari Filii).