Matteo Salvini, ministro del Interior italiano y vicepresidente del consejo de ministros que preside Giuseppe Conte, ha concedido una amplia entrevista a Riccardo Cascioli que publica este jueves La Nuova Bussola Quotidiana.
En ella afirma que "no se explica" los ataques que recibe desde algunos medios católicos ("su virulencia me deja perplejo"), pero que "muchos obispos y sacerdotes con nombre y apellidos le animan a seguir adelante". El motivo de la polémica es la política del gobierno de tolerancia cero con la inmigración ilegal, que defiende porque "una inmigración controlada garantiza tanto los derechos de los italianos como de los inmigrantes. La inmigración de los últimos años produce, por el contrario, caos, racismo y enfrentamiento social. El único antídoto contra el racismo -y los italianos no son nada racistas- es el respeto a la ley y a las normas y controlar quién entra y sale de este país".
Cascioli le pregunta por el ya célebre momento en el que exhibió un rosario durante un mítin de campaña en Milán, el 24 de febrero. "No fue algo estudiado ni preparado. Me lo regaló un sacerdote que rescata de las calles a jóvenes extranjeras, era un rosario hecho por una de esas chicas, vendida a los traficantes de sexo. Lo llevo siempre conmigo, y como era un acto en mi Milán, en la plaza del Duomo, donde más de una vez los musulmanes se han juntado de forma irrespetuosa, se me ocurrió espontáneamente, bajo la Madonnina [pequeña imagen de la Asunción, de cobre dorado, situada en lo alto de la catedral], comprometerme a defender nuestros valores".
Confiesa, sin embargo, que no suele rezarlo: "No, debo ser sincero, solo raras veces. Me santiguo al levantarme y al irme a dormir".
Respecto al islam, y "más allá de la lucha antiterrorista", Salvini sostiene que "también la defensa de nuestros valores y de nuestra identidad pasa por el control de la presencia islámica y de las organizaciones islámicas en Italia. Es evidente que la interpretación fanática del Corán es incompatible con nuestros valores de libertad y con los valores cristianos".
En cuanto a las cuestiones "antropológicas", afirma que la Liga Norte "está por la libertad de educación, por el derecho a la vida y por la defensa de la familia natural", pero que su pacto para formar gobierno con el movimiento Cinco Estrellas del otro vicepresidente, Luigi Di Maio, que tiene puntos de vista distintos, no le permite en muchos casos más que "limitar daños".
Con todo, el ministro de Familia, Lorenzo Fontana, es un conocido militante católico y provida y él también adquiere compromisos en ese sentido: "La semana pasada me informaron de que en el portal del Ministerio del Interior, en los módulos para el documento de identidad electrónico, se decía Progenitor 1 y Progenitor 2. Enseguida lo he hecho modificar, retomando la definición Madre y Padre. Es una pequeña cosa, una pequeña señal, pero sin duda haré todo lo que sea posible para un ministro del Interior, y que por otro lado está previsto en la Constitución. Vientres de alquiler y horrores similares, absolutamente no... Defenderemos la familia natural fundada sobre la unión de un hombre con una mujer". También se compromete a que, vía impuestos, "se favorezca la natalidad" y "el núcleo familiar sea un sujeto fiscalmente reconocido".
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