“Creo que la Virgen María quería que dé mi testimonio de lo que me pasó, porque hace unos días soñé con Ella. Fue algo increíble, una visión humanamente imposible de describir”, explicaba en diciembre César Quintana, de Paraguay, a los periodistas de La Nación (Paraguay) que buscaban testimonios de la acción de la Virgen María.

Soñé a una Virgen impresionantemente bella que irradiaba luces, la soñé muy brillante. Me pregunté, ¿qué es esto?, porque uno sueña siempre a los padres o abuelos, pero nunca escuché que alguien le sueñe a la Virgen María... y ahora me llaman para dar mi testimonio”, se asombraba.

Su testimonio es la historia de cómo hace 4 años se acercó definitivamente a la Virgen y a la fe y volvió a nacer cuando los médicos piensan que debería haber muerto.

Su madre y abuela lo llevaban a la Legión de María

La abuela y la madre de César eran activas en la Legión de María, y él las acompañaba de niño a sus grupos. En su adolescencia y juventud se fue alejando de la Virgen, pero notaba que ella lo buscaba de distintas maneras.

En 2016 su relación con la Virgen cambió radicalmente. “Tuve un problema cardíaco tan grande e importante que los doctores hasta hoy en día no saben cómo es que puedo seguir con vida. Fue tan fuerte el golpe que tuve que fue un milagro que me haya salvado”, asegura.

"Como me dijo esa vez el doctor, el 19 de agosto del 2016 es tu nueva fecha de nacimiento. Yo volví a nacer hace cuatro años”, declara emocionado.

A los médicos no sólo les asombra que sobreviviera a ese infarto, sino que no le quedaran secuelas. "Los médicos me explicaron que normalmente el corazón que infartó queda con serias secuelas, pero mi corazón presenta ritmo y frecuencia cardiaca normal”, detalla. “Si yo me voy a cualquier doctor ahora y le muestro mis estudios cardiacos, ellos jamás van a saber que tuve un infarto. Solo si yo les cuento sabrán lo que me pasó”, dijo.

Abrazados a la Mater, un grupo mariano fuerte

Meses antes de sufrir el infarto, César y su esposa Lilian se habían decidido unir al movimiento mariano de Schöenstatt. “Eso lo hicimos como pareja, fue ese mismo año en marzo donde conocí a los que ahora son mis hermanos. Nuestro grupo se llama Abrazados a la Mater justamente y en agosto me pasó esto. Creo que la Virgen encaminó todo esto y desde esa vez le seguimos con más firmeza”, sentenció.

Desde el infarto, su familia está más unida y sigue con más fuerza a la Virgen. Su hija Nicol Magali y su hijo César Augusto también se unieron al grupo Abrazados a la Mater. “Trato de llevar una vida acorde a lo que Jesucristo quiere porque mi objetivo es llegar a Jesús a través de la Virgen María. Cambió totalmente mi vida y valoro muchísimo las cosas sencillas. Trato de vivir de otra forma”.



Cree que la Virgen le dio la oportunidad de cambiar su vida, valorar a su familia y amigos y prepararse para cuando Ella lo llame. “Confíen en la Virgen María porque Ella está presente y orándole a Ella te soluciona todo, Ella tiene todo encaminado. Ella obra milagros, con Ella se puede conseguir lo que uno quiere de corazón toda vez que sea bueno”, exhorta convencido.

Tomado del portal mariano Cari Filii.