Los Increíbles 2 se convirtió en una de las grandes películas de este pasado verano. La nueva animación realizada por Pixar quería cosechar el éxito que la primera parte tuvo en 2004, donde se convirtió en un auténtico fenómeno de masas, y aunque no ha llegado a sus cifras sirvió para que liderara la taquilla.
La secuela ha mantenido su esencia de hacer una férrea de la defensa de la familia en tiempos difíciles, sin renunciar por ello al humor. Aguanta bien los envites de la ideología de género mostrando el matrimonio entre un hombre y una mujer, donde se alaba la paternidad pese a las dificultades y en la que la familia está primero en el orden de prioridades.
Un católico que busca la inspiración en la creación
Una de las personas culpables del éxito de esta producción es Philip Metschan, diseñador visual de escenarios de Pixar Animation Studios, y que creó el entorno de este filme, especialmente el nuevo hogar de esta familia de superhéroes.
Este diseñador es católico y en una entrevista con Catholic News Agency habla sobre cómo Dios y su fe influyen en su trabajo, precisamente en un momento en el que películas de animación sirven como propaganda para adoctrinar a los niños.
Una de las características que asegura apreciar más de las historias contadas por Pixar es la importancia que se otorga a asuntos como la familia, la amistad u otros principios fundamentales. “Aunque usamos personajes fantásticos para hacerlo, las emociones universales son un elemento central”, asegura.
Metschan asegura que una de las partes favoritas de su trabajo como creador de entornos es inspirarse en el mundo real, filtrando a través de su propia experiencia y “producir un mundo que nunca existió, cosas fantásticas que nadie ha visto antes”.
"No es posible separar la creación del Creador"
“Definitivamente soy alguien a quien le gusta estar en la naturaleza y allá fuera en el mundo para experimentar, porque creo que hay narraciones solidas que se crean sólo a partir de la existencia de estos lugares”, agregó.
Para este artista “no es posible separar la creación del Creador”.
Por ello, el diseñador de Pixar asegura que “en cierto sentido, siento que cada vez que estoy usando (entornos del mundo real) como inspiración, estoy usando (a Dios) como inspiración”.
Aportar un trasfondo de fe
Metschan explica que a pesar de que las historias que se cuentan en sus películas no son religiosas, cree que cada persona puede aportar su propio trasfondo de fe cuando ve estos filmes y encontrar algo que llevarse a casa.
Así por ejemplo, cuenta que en Los Increíbles 2 el objetivo del villano de la película es “deshacerse de los superhéroes, debido a su idea de que tener personas especiales entre nosotros nos debilita, porque confiamos en estas personas en lugar de confiar en nosotros mismos”.
"En lo que se refiere a nuestra fe católica, diría que los héroes actuales (del mundo) no están hechos de las cosas de las que queremos que estén hechos. No son héroes por las razones por las que creo que nosotros, como católicos, buscamos a nuestros ‘héroes’ y la razón por la que los veneramos", agrega.
La inspiración divina
Sin embargo, explica el diseñador de Pixar, “creo que todavía tenemos la opción de elegir a nuestros héroes”. Además, como artista cree que es fácil darse cuenta de la existencia de la inspiración divina, y que está percepción conlleva la responsabilidad de crear algo que sirva a los demás.
“Sientes que te han dado algún tipo de habilidad especial, o una visión especial de cómo ejecutar estas cosas nuevas y también sientes una responsabilidad de que estas cosas que creas serán positivas y esclarecedoras”, sentencia.