Larry Norman era un auténtico rockero. Llevaba el pelo largo, tocaba la guitarra y reunía a miles de personas en sus conciertos. Todo ello en los años 70 y 80, una de las épocas donde el rock sonaba por todo el mundo. Sin embargo, algo diferenciaba a Norman de la mayoría de músicos de rock en EEUU.
Se le ha llamado como “el padre del rock cristiano”. Aunque sus fans no siempre fueran creyentes, para él lo más importante era Jesús. Cristo para él representaba la verdadera contracultura del momento y aparece mucho en sus letras.
Norman era cristiano evangélico, pero tenía un gran interés, a veces oculto, por varios autores católicos, entre ellos Chesterton, según apunta una nueva biografía sobre el músico, titulada como uno de sus éxitos: Why Should the Devil Have All the Good Music? (¿Por qué debería quedarse el Diablo con toda la buena música?).
El autor, Gregory Alan Thornbury, enmarca a Norman dentro del “Jesus Movement” (El movimiento de Jesús), una iniciativa evangélica y evangelizadora que se extendió por todo Estados Unidos durante los 70 y 80. El movimiento hacía un especial énfasis en la forma de vida de los primeros cristianos (tal como la imaginaban) y en ir contracorriente, al estilo de su contemporáneo, el movimiento “hippie”, pero centrado en Jesús. Implicaba un "vivir el momento", un desapego a las cosas materiales y también a las convenciones y el "qué dirán".
El católico Chesterton en la vida de Larry
Thornbury menciona en la biografía en numerosas ocasiones al escritor G.K. Chesterton, católico converso y maestro de las paradojas y la sorpresa. El autor inglés influyó en la vida del rockero a través de sus libros. Según indica Thornbury en una entrevista para Crux, Larry conoció a Chesterton mediante su libro Ortodoxia, de 1908, y rápidamente comenzó a leer más y más.
Un joven Larry Norman
La afición a un autor católico como Chesterton era algo notable en una persona como Larry Norman. “No hablaba mucho sobre el catolicismo per se, aunque en algunos conciertos sí que hacía referencias al Vaticano, diciendo que, si realmente quería ayudar a los pobres, “deberían vender su oro”, explica Thornbury.
“Durante el auge del “Jesus Movement”, Larry manifestó que el Concilio del Vaticano II demostraba que la Iglesia “estaba cambiando algunas reglas” que dejaban de lado a algunas personas”, comenta Thornbury. “Larry se tomó esto como una oportunidad para decir que Jesús era la salida a la imposición de tradiciones y jerarquías”.
Aún así, Larry no cargaba en este caso contra la Iglesia Católica. “En realidad el objetivo principal de Larry era el protestantismo evangélico porque esa era su tradición”, apunta Thornbury.
A la izquierda, con melena y chaqueta, Larry en una manifestación del Jesus Movement
Los motivos de esta admiración
Thornbury ha dado tres posibles razones por las que, a un cristiano protestante como era Larry, le gustaba Chesterton.
-Primera: Chesterton era un hombre hecho a sí mismo que fue a la Universidad y no a la escuela de arte. Pero tenía la perspectiva de un artista, algo que Larry consideraba como una ventaja cuando un creyente se dirige al público no cristiano y les habla de la fe.
-Segunda: Chesterton guardaba un equilibrio perfecto en sus escritos entre la máxima seriedad y un increíble sentido del humor. Larry “copió” este estilo durante su carrera musical. “Creo que (Larry) entendía que este rasgo de distinción de Chesterton tenía algo que ver con el catolicismo”, manifestó Thornbury.
-Tercera: Larry tuvo un pasado con Chesterton. El músico presentó a su cuñado Dale Ahlquist a Chesterton. Dale acabó convirtiéndose al catolicismo y fundó años más tarde la American Chesterton Society (www.chesterton.org).
La habilidad ensayística de Chesterton que tanto admiraba Larry es una de las posibles razones por las que el autor inglés podría ser canonizado. Según informa el National Catholic Reporter, el canónigo John Udris está realizando la investigación preliminar para la causa de Chesterton en la diócesis de Northampton. En julio de este año se espera que la diócesis dé más datos sobre la posible causa.
(Libros de Chesterton y sobre Chesterton aquí)
El creyente y su Biblia bastan
Larry era un cristiano ferviente que tenía la idea de que una persona podía ser espiritual y no religiosa. Según Thornbury, esta “cruzada contra la religión” del músico, iba dirigida contra el fundamentalismo o rigorismo de los pastores que él había conocido en su juventud. De la Iglesia Católica, en realidad, conocía algunos artistas, pero no mucho más.
“En la mayoría de las iglesias baptistas y pentecostales con las que Larry estaba más familiarizado, la autoridad del pastor que predicaba e interpretaba la Biblia para ti era lo más importante”, explica Thornbury. “Eso se extendía a todo: desde toda la doctrina, hasta lo que medía el pelo de la gente o cómo vestía”.
Larry quiso romper con esto. “Al final radicalizó la visión de Lutero del sacerdocio del creyente, hasta el punto de eliminar toda la tradición. Todo lo que quedaba al final era el creyente con su Biblia”.
Miedo a las instituciones
“No creo que nadie apretara las tuercas a las creencias de Larry desde un punto de vista serio y sacramental”, afirma Thornbury.
A Larry tampoco le explicaron nunca el por qué de la jerarquía en la Iglesia Católica. “Nunca pensó en la Iglesia como una familia peregrina por la historia y el mundo, que es, desde luego, una forma muy distinta de concebir la jerarquía católica”, apunta Thornbury.
Esta manía suya a las instituciones era muy palpable y afectó incluso a la vida musical de Larry. En la década de 1970 comenzó a distanciarse del “Jesus Movement”, pese a ser una de sus grandes figuras. “Larry notó que el movimiento se había vuelto muy comercial. Pensaba que estaban haciendo dinero a costa de la marca ‘Jesús’. Una vez algo se institucionalizaba, Larry comenzaba a sospechar”, explica Thornbury.
Alejado de la política
Según el biógrafo, Larry estaría de acuerdo con el distanciamiento actual que están tomando los pastores y sacerdotes de la política. “Habría dado la bienvenida a esta separación entre política y religión.
Él pensaba que esta era la única forma en que los líderes espirituales podrían centrarse realmente en el mensaje de Jesús”, explica Thornbury.
Sorprendido por la moral y la intelectualidad católica
Otro escritor católico inglés, Malcolm Muggeridge, también tuvo cierta influencia en la vida de Larry. “Cuando preguntaban a Larry quién era su cantante favorito, él decía que era Muggeridge”, cuenta Thornbury. “Obviamente, era una broma, pero realmente le admiraba porque la prosa de Muggeridge parecía una canción”.
Malcom Muggeridge fue un periodista, escritor, soldado y espía inglés que se convirtió al catolicismo influenciado por santa Teresa de Calcuta
Muggeridge era un católico converso, pero Larry no veía en él solamente eso. “Muggeridge tenía un carácter ecuménico, y tuvo un papel fundamental en el Festival Nacional de la Luz en Reino Unido, en 1971”, explica Thornbury. “Fue un intento de unir a todo tipo de cristianos, daba igual la denominación, para denunciar la cantidad de contenido sexual que se estaba empezando a publicar en los medios de comunicación. Larry enseguida identificó este festival con el “Jesus Movement”.
“Por otro lado, Larry vio un debate entre Muggeridge y un ateo en Los Ángeles en el que se dio cuenta de que había algo distintivo en la moral y la intelectualidad católicas”, asegura Thornbury. “Era algo muy distinto a lo que había visto en pastores protestantes”.
Thornbury apunta que Larry siempre quiso ir a Inglaterra a pasar algunos meses estudiando con Muggeridge. “¿Quién sabe? Larry podría haberse convertido allí mismo”.