Cuando Ángela Krueger nació, su familia frecuentaba el culto mormón. Años después, comenzó a asistir junto a su madre y sus hermanos a una iglesia luterana, donde recibió lo que en ese culto consideran el bautismo. Conforme crecía, Ángela –que acaba de cumplir 16 años– se distanció de las prácticas religiosas de su madre.
Todo cambió cuando conoció a Rafael, un joven perteneciente a una familia católica de agricultores de Ogema (Wisconsin, Estados Unidos). Gracias a él, su familia y la oración, explica Ángela en Superior Catholic Herald, la joven conoció la fe y la Iglesia.
Su noviazgo le llevó a la fe
Los dos jóvenes empezaron a conocerse, y desde el principio Ángela se mostró muy curiosa y atraída por la fe de su amigo. Pronto se enamoraron. Cuando comenzaron a salir, la adolescente tan solo había oído hablar de la iglesia católica del Buen Pastor de Rib Lake, pero quería saber más.
Acompañaba a su novio a catequesis sin ser católica
Rápidamente, la joven empezó a asistir a clases de educación religiosa, preguntaba a sus profesores y comenzó a estudiar en profundidad la fe católica acompañando a su novio a las clases de catecismo por su propia iniciativa.
Estaba tan motivada por conocer la fe católica que ni si su juventud, ni el comienzo de la pandemia lograron frenar sus ganas de aprender.
Con las iglesias cerradas, siguió formándose
Las clases y catequesis se terminaron debido a los confinamientos y la pandemia. También las adoraciones que frecuentaba y casi toda la actividad pública de la Iglesia, pero Ángela seguía aprendiendo por su cuenta. Según se reanudaron las misas y adoraciones, volvió al culto público y el resto de actividades acompañando a su novio y su familia de agricultores.
La familia de Rafael tuvo un papel importante en el crecimiento en la fe de Ángela. Los Rezutek la acompañaron durante todo el proceso, compartiendo con ella sus experiencias de fe cristiana y respondiendo a todas sus preguntas. El mismo Rafael recuerda que cuando ella le preguntaba, el la conducía a su madre para que le diese una explicación mejor.
No se conformaba con lo aprendido en clase
El camino que empezó Ángela parecía no tener fin. “Me interesó más y pregunté si había alguna manera de convertirme en parte de la Iglesia”, explicó.
La joven optó por el homeschooling para el curso de 2020-2021, y durante este tiempo aprovechó para sumergirse en un mayor aprendizaje y lecturas relacionadas con la Iglesia.
Pero no lo hizo sola. Desde que comenzó el curso, contó con la ayuda de una catequista de la iglesia del Buen Pastor, Mary Kauer, conocida de los Rezutek.
Durante su aprendizaje, Mary afirmó que había “sido honrada y bendecida dando clases a Ángela, y he recibido mucho más a cambio”. También destacó el compromiso de la joven, que siempre profundizaba en su estudio, y nunca se conformaba con las lecciones básicas.
Los jóvenes novios católicos Angela Krueger y Rafael Rezutek (imagen enviada a Superior Catholic Herald).
Los sacramentos y los santos le impactaron
Ángela fue preguntada por su primera impresión sobre la Iglesia tras una vida inmersa en la cultura mormona y luterana. Destacó como las agrupaciones cristianas en las que había estado anteriormente trataban el bautismo o el matrimonio como momentos significativos, pero no como la Iglesia Católica, “que integra más la fe a lo largo de toda una vida de experiencias y etapas”.
También destacó el papel de los santos. “Me sorprendió la cantidad de santos reconocidos por la Iglesia Católica, especialmente las formas violentas en que tantos mártires dieron testimonio de su fe. No son solo grandes personalidades católicas”, explicó, “sino héroes que mantuvieron su experiencia y fe en Dios en circunstancias extremas”.
Abierta a compartir la fe con los demás
Entre otros temas, los grandes bloques estudiados por la joven conversa con su catequista cubrieron la historia de la Iglesia, los sacramentos y los tiempos litúrgicos. “Ella estuvo abierta a compartir la fe y su testimonio cuando nos conocimos”, dijo su catequista de Rib Lake.
Ángela acaba de hacer su comunión en Pascua de Resurrección, y Mary destaca “la sonrisa de Ángela mientras hablaba del vestido que llevó” al evento.
“A las dos nos resultó muy fácil y natural hablar sobre como experimentamos a Dios y la fe en nuestro día a día”, recoge Superior Catholic Herald. “Estoy segura de que será una inspiración para muchos jóvenes en los próximos años”, concluye la catequista.
Sus planes, recibir la comunión y confirmarse con su novio
Ángela no tiene un plan concreto, tan solo quiere seguir recibiendo la comunión cada misa después de recibirla por primera vez en Pascua.
“Rafael –su novio– no debe entender lo emocionante que es esto, porque siempre ha sido católico, pero yo sigo emocionándome”, concluye Ángela. El año que viene, esperan poder ser confirmados juntos, con sus compañeros de las clases de religión y catequesis.