El Papa Francisco reconoció con su firma el pasado 3 de octubre de 2019 que la niña brasileña Benigna Cardoso da Silva, muerta a machetazos cuando tenía 13 años, en 1941, es mártir de la fe en defensa de su virginidad. Como mártir, pronto puede ser beatificada, sin necesidad de que se requiera un milagro por su intercesión, pero la verdad es que en su región de Ceará abundan los devotos que le agradecen numerosas gracias celestiales y el lugar donde fue asesinada (es decir, donde entró en el cielo como mártir) es punto de peregrinación y oración para multitudes.
Fue asesinada el 24 de octubre de 1941. Desde hace 16 años, sus devotos organizan peregrinaciones y actividades al acercarse la fecha. De hecho, del 15 al 24 de octubre, la ciudad de Santana do Cariri hace fiesta en su honor. El pasado día 15, cumpleaños de la mártir, se celebró con misa, desayuno comunitario, fuegos de artificio y una caravana de la ciudad hasta el santuario de Benigna, a casi 2 Km de la sede de la parroquia. Este domingo 20 de octubre, por cuarto año consecutivo se organizó una peregrinación orientada especialmente a los niños, para que la vean como amiga e intercesora.
Altar popular en el lugar donde fue asesinada la niña; la gente se encomienda a su inocencia y cercanía a Dios
El padre Paulo Lemos Pereira, párroco de la Iglesia de Santa Ana desde hace 9 años, explica que "la fama de santidad comenzó poco después del martirio, hace más de 70 años. A partir de 2004, comenzaron las romerías cada 24 de octubre". "Con el proceso de beatificación eso se fue intensificado y vino a divulgar todavía más la fama de santidad de Benigna. La devoción es antigua y el pequeño santuario está construido en piedra calcárea, muy rústico, que retrata la realidad del pueblo local". Se esperan unos 40.000 fieles este 24 de octubre. Los restos de la niña descansan en la parroquia, la misma donde fue bautizada e hizo la primera comunión.
La asaltó cuando ella iba a buscar agua al pozo
Benigna quedó huérfana con apenas un año, y dos señoras mayores, hermanas, la adoptaron y se encargaron de su educación. Ella era servicial y las ayudaba en todo. A partir de los doce años, un chico de edad similar llamado Raimundo Alves Ribeiro (conocido como "Raúl") se obsesionó con ella y le pedía relaciones sexuales que ella rechazaba. Ella consultó con el párroco de entonces, el padre Cristiano Coelho Rodrigues, que le animó a mantenerse firme. Pero pasaban los meses y Raúl insistía y se puso cada vez más violento.
La tarde del 24 de octubre de 1941, al enterarse de que Benigna iba a buscar agua a un pozo cercano, la esperó escondido en la vegetación y la asaltó. Benigna se resistió con fuerza y Raúl, furioso, le dio 4 golpes con el machete: el primero le cortó tres dedos de la mano derecha, que levantaba para protegerse; el segundo golpeó la frente; el tercero, los riñones; y el cuarto, en el cuello, la mató y casi la decapitó. Después, Raúl huyó.
La policía realizó una investigación que duró días. Al pincipio, entre los sospechosos arrestados, estaba Cireneus, el hermano de la niña. Pero finalmente la policía aclaró los hechos y detuvo a Raúl, que cumplió condena en un penal juvenil. Cincuenta años después, regresó a la escena del crimen, que era ya un lugar de oración y peregrinación, y Raúl expuso allí su arrepentimiento.
Tanto el lugar del martirio como la tumba en la parroquia son objeto de devoción y peregrinaciones. El párroco, Cristiano Coelho Rodrigues, impulsó la devoción hacia ella. En 2005 se abrió un Santuario de Memorial de la Niña Benigna con objetos de su vida. La Diócesis de Crato comenzó el proceso de beatificación en 2011, setenta años después de la muerte de Benigna. El Papa Francisco ha respondido reconociendo su causa como martirio.
Un detallado reportaje en portugués sobre la Menina Benigna