La historia de Joshua es poderosa, es un antiguo actor porno que ha corrido el telón y ha mostrado cómo es en realidad la industria del falsamente llamada “entretenimiento para adultos”. Se trata de un negocio profundamente desconocido, lleno de violencia, drogas, coacción, enfermedades y explotación, en el que los artistas y todos los que trabajan en él no se atreven a hablar por miedo a ser discriminados y perder los beneficios que tan humillantemente suelen recibir. Sus historias personales nunca son bonitas, pues los daños de la pornografía no se limitan solo a los que están detrás de la pantalla. Su historia no es un argumento moral contra la pornografía, es simplemente algo a considerar, unos hechos a denunciar. Lo cierto es que desde que Joshua Broome dejó el mundo porno y se casó con Hope, con la que lleva 5 años casados y tienen dos hijos, ha fundado una organización sin ánimo de lucro para ayudar a jóvenes, tal y como explica la asociación Fight the new drug.
Joshua ha participado en más de 1.000 películas pornográficas, ha ganado varios premios, ha viajado por todo el mundo y recaudado más de un millón de dólares de esta particular industria. Sin embargo “mi historia no es positiva, está llena de soledad, depresión y una crisis de identidad que casi me lleva a quitarme la vida”.
Joshua y su mujer Hope, quien le abrió el camino a la conversión
Una familia rota
Su madre le dio a luz cuando tenía 16 años y de su padre apenas conoció nada. Ella le crio en la casa de sus padres, hasta que, engañada por otro hombre, le abandonó siendo pasto de los abusos y las drogas. Sin embargo, recuerda, “mi madre era una luchadora y hoy estoy vivo porque me inculcó una actitud de fortaleza mental que no me permitió rendirme”.
Cuando llegó a la universidad, Joshua aceptó la libertad que viene con este paso en la vida, “pero, siempre había algo dentro de mí que me hacía engañar a mis novias, dejar a los amigos colgados, no aparecer y encontrar cualquier forma de autodestruir cualquier oportunidad o relación que tuviera en mi vida”, hasta que huyó a Los Ángeles, California, para convertirse en actor, aunque lo que verdaderamente llamó a su puerta fue la industria del porno.
Un futuro “prometedor”
Trabajando en un bar conoció a unas chicas que, al parecer ya trabajaban en este negocio. Para entonces “ya había visto mucho porno, y parecía emocionante ser parte de esa industria… Lo siguiente que supe fue que estaba firmando un contrato con la principal agencia para adultos y me prometieron una fama sin fin”.
La vida comenzó a correr hacia adelante y sin darse cuenta: “Hice una película, luego otra, y luego otra, hasta que varios años después, había hecho más de 1.000. En poco tiempo, gané el premio a Artista del año e incluso protagonicé el programa de premios Adult Video News (AVN)”.
Sea como fuere sus amigos y su familia, incluida su madre, se enteraron del trabajo en el porno: “Pasé de estar orgulloso de los premios que guardaba en un estante en mi habitación a avergonzarme de lo que había hecho con mi vida. Me sentí atrapado. Creí que no podía hacer nada más y la depresión se apoderó de mí”.
“El nivel de manipulación por parte de agentes, directores y todos los que me rodean se hizo evidente de repente -continua-, pero, realmente creía que había arruinado mi vida”. Entonces, buscando ser aceptado y encontró una salida en el porno gay aunque Joshua no era homosexual.
Esto se prolongó durante unos seis meses, y luego, un día, “me encontré deseando morir. Estaba humillado y había defraudado a mi familia. Estaba seguro de que estaban avergonzados y no querían tener nada que ver conmigo”. Pero algo ocurrió en ese momento. Cierto día, en el banco, un empleado me dijo: “Joshua, ¿hay algo más que pueda hacer por ti?”. Fue la primera vez que escuchó su verdadero nombre en voz alta desde hacía años: “Me desperté de golpe y me vi como alguien que estaba roto y necesitaba la realidad. Necesitaba a mi madre”. Ella, como buena madre, le recibió con los brazos abiertos.
La realidad de la vuelta
Joshua intentó volver a la normalidad y olvidarse de todo su pasado, pero no fue posible. Los clientes de la tienda de comestibles cercana, los jóvenes del gimnasio… “No pude esconderme y el dolor mental y emocional de lo que había hecho fue abrumador”.
Pero Dios siempre tiene una nueva oportunidad, pues pasado un tiempo “conocí a una chica que era tan inocente, tan perfecta, tan emocionante, pero sabía que estaría disgustada conmigo si se enteraba de mi pasado. Estaba listo para el rechazo, así que le conté todo”. Nada se escapó de aquella conversación. La cara de Hope, que así se llama esta chica, pasó de la sorpresa, a la contrariedad, al respeto y al valor: “Le conté todos mis oscuros secretos y ¿puedes adivinar su respuesta? Ella me aceptó por lo que era en ese momento y me dijo que mi pasado no tenía nada que ver con la persona en la que podría convertirme”.
Hope inmediatamente le preguntó a Joshua si conocía a Dios. Ella no vio su pasado, sino todo lo que tenía por dar a Jesús: “Me dijo que Jesús murió para que yo pudiera vivir una vida distinta”, y como ese día era Domingo de Resurrección, los dos fueron a la iglesia. Joshua recuerda que escuchó “un sermón sobre un Dios que me amaba a pesar de mis fracasos. Él me amó, sí, un inmundo pecador, tanto que se envolvió en carne y vino a la tierra para vivir una vida perfecta y luego morir una muerte que yo merecía. Él tomó mis pecados y luego derrotó al pecado y la muerte cuando resucitó al tercer día. Soy una nueva creación porque Cristo murió por mí”.
Siguiendo los planes de Dios
Actualmente, Hope y Joshua llevan más de cinco años casados y tienen dos hijos: “Lo que había anhelado no era la fama, no era un padre terrenal, no era el dinero, lo que sé es que fue Jesús quien llenó y restauró mi vida quebrantada. Esa mujer que compartió el evangelio conmigo, hemos estado juntos desde entonces. Hemos soportado innumerables ataques y heridas debido a mi pasado, pero hemos tenido muchas más victorias”.
En la organización que ha fundado para ayudar a jóvenes “he sacado a muchas personas de la oscuridad y las he ayudado a caminar hacia la luz. Les he mostrado cómo dejar atrás su pasado y vivir una vida sin vergüenza. La libertad que está disponible a través de una relación con Jesús es lo que me sacó de la oscuridad y me llevó al propósito dado por Dios”.
En el siguiente vídeo puedes conocer su historia relatada por él mismo.