Pravin D´Souza es lo que hoy se conoce como una vocación tardía. Criado en una familia católica en la India nunca pensó en ser sacerdote. De hecho, acabó sus estudios universitarios y logró tener éxito profesional, trasladándose como consultor a Emiratos Árabes Unidos, un país musulmán. Fue precisamente en este lugar en el que Dios se manifestó con fuerza en su vida y fue en la península arábiga donde supo que había sido llamado a ser sacerdote.
Ya ordenado este religioso se encuentra en estos momentos en Roma cursando la Licenciatura en Teología Dogmática en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz gracias a una beca de CARF (Centro Académico Romano Fundación), organización que ayuda en su formación a sacerdotes y seminaristas de países pobres o en los que la Iglesia es perseguida.
Unos padres que le transmitieron la fe
“Vengo de una familia católica de clase media y soy el segundo de tres hermanos. Mis padres son católicos devotos y con su fe simple pero fuerte nos dieron a los tres hermanos una base sólida y firme en la fe católica”, explica este católico natural de Bombay.
Sólo en la ciudad de Bombau viven más de 14 millones de personas, cifra que asciende a 22 si se cuenta el área metropolitana
A la hora de explicar su testimonio, el padre D´Souza afirma que “aunque la formación en la fe que recibí en casa no afectó directamente a mi decisión de ser sacerdote, ciertamente siento que ha sido fundamental en mi respuesta positiva a la llamada a mi vocación al sacerdocio”.
Una llamada al sacerdocio en Arabia
Él mismo cuenta que “en un principio no tenía la intención de ser sacerdote y, por lo tanto, después de terminar mi carrera en la universidad y después de tres años de prácticas para convertirme en contador público comencé a trabajar. Trabajé cuatro años en Bombay como ejecutivo de cuentas y luego durante dos años en Sharjah, Emiratos Árabes Unidos, como Contador Senior”.
Fue en Arabia, tierra de Mahoma, donde afirma que “sentí que el Señor me llamaba a ser sacerdote”. De hecho, Pravin D´Souza relata que “lo curioso es que, justo mientras trabajaba en Sharjah, en un país musulmán, sentí que el Señor me llamaba a ser sacerdote. Hay que saber que, siendo los Emiratos un país de gran mayoría islámica, el día de descanso semanal allí es el viernes. Por lo tanto, todos los viernes solía ir a misa a la iglesia de San Miguel”.
Una voz que le hablaba frente al crucifijo
Durante la Eucaristía –cuenta el ahora sacerdote- “cada vez que miraba a la cruz que estaba en la pared del santuario detrás del altar en mi interior sentía una llamada, una voz desde dentro que me decía: ‘Sígueme’. Esto solía ocurrir casi todos los viernes y esa voz era bastante consistente y persistente”.
Al ser nuevo en Emiratos Árabes apenas conocía a sacerdotes con los que poder compartir su experiencia. “Fue durante mi vacaciones cuando volvía a Bombay, cuando compartí esta experiencia con el párroco, que fue quien me dirigió hasta el seminario”, cuenta.
De hecho, Pravin destaca que “la llamada del Señor fue tan fuerte que decidí dejar un trabajo muy bueno y satisfactorio, y entré en el seminario el 22 de junio de 2007. Después de terminar los ocho años de formación fui ordenado sacerdote el 11 de abril de 2015”.
La necesidad de sacerdotes en Bombay
La Archidiócesis de Bombay a la que pertenece como sacerdote es una de las más grandes de la India. Tiene cerca de medio millón de católicos en 124 parroquias.
“Los fieles católicos en Bombay son muy distintos entre ellos, pues proceden de diferentes regiones de la India. Muchos de ellos son católicos que nacieron y se criaron en Bombai y sus alrededores. Esto también incluye una gran comunidad de pescadores que viven en ciertas partes de Mumbai junto al mar. También hay un buen número de otros católicos que han venido de fuera de Mumbai y se han establecido allí. Son de Goa (suroeste de la India), Bangalore (sur de la India), Tamil Nadu (sur de la India), Kerala (sur de la India) y de diferentes partes de la meseta de Chota Nagpur (este de la India). Entonces, para atender las necesidades espirituales de esta población tan diversa, en nuestras parroquias tenemos la Santa Misa y otros servicios para-litúrgicos en diferentes idiomas como el inglés, marathi, konkani, hindi, tamil”, explica este sacerdote.
Del mismo modo, Pravin D´Souza resalta que una de los principales apostolados que realizan en su archidiócesis es el de la educación. Indica que “tenemos un buen número de escuelas en todo Bombay que son dirigidas por sacerdotes de la Archidiócesis o por sacerdotes religiosos y monjas. En nuestras escuelas brindamos educación de calidad a todos los niños, independientemente de su casta, credo, religión, situación financiera, etc. Es un desafío pastoral trabajar en la situación multirreligiosa de la India, donde el cristianismo es una minoría. Por lo tanto, todavía necesitamos más sacerdotes y religiosos para poder atender las necesidades espirituales de todos los católicos”.