“Estoy muy agradecido con Dios porque lo que estamos viviendo son experiencias únicas”. Estas fueron las primeras declaraciones que realizó Keylor Navas tras ganar su tercera Champions League con el Real Madrid el pasado 26 de mayo.
El que ya es el futbolista más importante de la historia de Costa Rica aseguraba desde el terreno de juego en Kiev que “nunca perdimos la fe, siempre trabajamos, le pedimos a Dios mucha salud para llegar lo mejor posible a los partidos, ya es una realidad y somos campeones de nuevo”.
Sencillez, humildad y esfuerzo
Precisamente esta fe es lo que caracteriza a uno de los mejores porteros del mundo, titular en el Real Madrid y sucesor de Iker Casillas en la portería blanca, todo un desafío. Y lo ha hecho haciendo galas de unas virtudes con las que se ha ganado a compañeros y afición: humildad, sencillez, paciencia, esfuerzo y trabajo, mucho trabajo. Y todo ello ensamblado gracias con su profunda fe en Dios.
Sin alardes y sin llamar la atención, Navas es sin duda uno de los espejos en los que millones de niños pueden mirarse, pues resulta un ejemplo a seguir tanto por su espíritu de superación como por su manera de llevar la fama, alejándose de los escándalos y de la ostentación de la que hacen gala muchos de los futbolistas.
Precisamente sobre este espíritu de superación y de su profunda fe trata la película que este 1 de junio se estrena en España, y que se proyectará en los cines Yelmo (más información aquí). Titulada Un hombre de fe, esta producción realizada entre Costa Rica y España, cuenta la historia de un niño humilde que supera todo tipo de trabas para cumplir su sueño, jugar al fútbol. El filme le acompaña en este proceso hasta su fichaje y recientes éxitos con el Real Madrid.
Luz para los niños de hoy
Sin embargo, la película no busca, ni mucho menos, ensalzar la figura y trayectoria del guardameta costarricense. Va más allá, quiere ser luz para tantos niños que ven a jugadores como Keylor por televisión, o para adultos que van encontrando obstáculos en su vida. Muestra un caso claro de superación de un personaje público.
El mismo futbolista asegura que “me llena de mucha ilusión poder compartir mi historia con la audiencia española, un país que quiero mucho. Este es un proyecto pensado para inspirar a las personas, no solo a nivel deportivo, sino a nivel personal, para hacerles ver como con fe, humildad y trabajo se puede lograr lo que uno se propone”.
Dios siempre sorprende
Además, Navas confiesa que “nunca imaginé poder desarrollar una película sobre mi historia. Ahí es donde uno se da cuenta de lo sorprendente que es Dios en nuestra vida, siempre hace cosas que uno no se imagina”.
No es casualidad que la película, donde en Costa Rica ha cosechado un éxito rotundo, sea muy recomendable para que la vean niños y adolescentes. De hecho, más de la mitad del filme muestra a un Keylor Navas niño. Nacido en una zona rural del sur del país, Keylor tuvo que ayudar a su familia desde bien pequeño haciendo algunos trabajos con los que colaboraba en la muy precaria economía familiar.
Soñaba con ser portero pero desde el principio tuvo que ir superando un escollo tras otro. Primero fue su baja estatura para ser arquero, lo cual le generaba gran frustración pues los entrenadores no le elegían para jugar.
Algunas lecciones útiles
Aquí se extrae una de las principales lecciones del filme que pueden ser muy útiles para los niños, adolescentes pero también para los padres. Keylor experimentó la frustración y fue necesario que la experimentara. Sin ella no habría llegado a la cima.
No era todo lo alto que él deseaba y no era titular, pero en vez de arrojar la toalla, afrontó los desafíos con esfuerzo y superación. Aceptó los noes que recibía y consiguió cambiarlos por síes, pero no regalados sino ganados con esfuerzo.
Duros golpes de la vida
En aquel momento de su vida en su casa no había apenas dinero y su padre abandonó a la familia para irse a Estados Unidos. En este punto entró de manera importante en la vida de Navas un aspecto que sería fundamental en la vida: la fe.
Su abuela principalmente fue la gran transmisora de esta fe. La que rezaba con él, la que le entregó una cruz para que se encomendara a Dios en todo momento, la que ante el cáncer del hermano de Keylor dio un sentido al sufrimiento: “Dios todo lo hace para nuestro bien”.
Estas lecciones de fe han acompañado al portero en toda su vida, sobre todo cuando arrecíaron las tentaciones.
Aferrarse a la fe ante las tentaciones
Su esfuerzo fue obteniendo frutos y por fin consiguió la oportunidad de llegar a un club importante, lo que hizo que tuviera que trasladarse a San José, la capital. Allí, aún niño, se alejó de su familia. Pero ante los problemas que le fueron llegando fue sobreponiéndose con todo aquello que habí ido aprendiendo en el pasado.
Según fue creciendo las tentaciones se multiplicaron. Llegaron las malas compañías, la noche, la fiesta, el alcohol... Este fue el momento en el que tocó fondo. Sólo pudo pedir ayuda a alguien: a Dios.
En Dios halló el consuelo y el sentido
Aquella fe de la infancia transmitida por su familia volvió a tomar valor. Y empezó a frecuentar un grupo de oración cristiano, donde conocería a la que luego sería su mujer. El vacío que experimentaba lo llenó del amor de Dios. Y a partir de entonces todo fue rodado, su debut en la primera división, en la selección de Costa Rica y su llegada a Europa, primero a Albacete, luego al Levante y por último al Real Madrid.
Sobre la fe cristiana de Keylor Navas siempre hay confusión. Y aunque ha participado en reuniones evangélicas, el portero es católico y se casó por la Iglesia. A su mujer, exmodelo que era madre soltera y que dejó la profesión porque no la llenaba, la conoció en un grupo de oración donde había personas de diferentes denominaciones. Juntos fueron profundizando juntos en la vida de fe.
Andrea, Keylor, su hijo y el padre Sergio posan con logotipos de Obras del Espíritu Santo, movimiento solidario y espiritual en Costa Rica de este sacerdote
La boda católica de Keylor y Andrea
Su boda católica en 2015 con Andrea Salas (la pareja estaba ya casada por lo civil y tenía un hijo en común) despejó dudas, y para que quedara más claro, el oficiante, el popular padre Sergio Valverde, del movimiento Obras del Espíritu Santo (http://obrasdelespiritusanto.org) explicó que ambos se prepararon bien, se confesaron, comulgaron y cantaron y oraron a la Virgen María. "Son católicos", aclaró el sacerdote.
Este religioso que celebró su boda reveló que “públicamente consagraron su matrimonio con un rosario. Los que estuvieron en la boda los vieron cantar el Ave María”.
Además, contó que Keylor y Andrea “bautizaron a su hijo en España y van a misa por allá. La abuelita de los niños es supercatólica, es catequista y todo. Andrea más todavía, es de pastorales juveniles y demás.
Y para aclarar las dudas sobre su relación con otros grupos cristianos, el padre Valverde explicó que “han asistido a un grupo de personas diferentes denominaciones, lo que se conoce como un grupo ecuménico”.