Solo el tiempo dirá si la tentación bíblica del "seréis como dioses" se plasma con mayor intensidad que en el presente. Para algunos, porque nunca se había puesto tanto en duda los límites de actuación del ser humano. Para otros, porque confían ciegamente en que es cuestión de años que el hombre alcance un dominio y un poder de decisión absoluto sobre la vida y la muerte.
Este último caso es el de Aubrey de Grey. Polémico y filántropo gerontólogo en unos ámbitos, representante de las promesas del fin del envejecimiento en otros, el nombre de este gurú contemporáneo suena cada vez más en torno a la propuesta de que la edad deje de tener relación con la muerte.
Su propuesta podría parecer un brindis al sol de salón, pero es mucho más que eso. Y es que tras quince años de trabajo como programador informático, el británico descubrió la criopreservación al conocer a la que sería su mujer, bióloga de profesión. El año 2014 fue para De Grey el momento en que saltó a la fama tras participar en el documental Los Inmortales por sus intentos de alcanzar una esperanza de vida desorbitada.
El envejecimiento, "simplemente" una enfermedad
Desde entonces no ha cesado en su objetivo, que ha sido tratado recientemente en la Cumbre Internacional TransVision. El evento tuvo lugar los pasados 12 y 13 de noviembre en Madrid, donde multitud de cargos y especialistas -el doctor Pedro Guillén; el economista Ramón Tamames; el concejal en el Ayuntamiento de Madrid Ángel Niño, o el ingeniero José Luis Cordeiro, entre otros- debatieron sobre el futuro de la criopreservación humana, más conocida como la "congelación de personas".
"Es normal que a la mayoría de la gente les suene a ciencia ficción. Pero sucedió igual con los vuelos a motor o con los antibióticos", afirmó en una entrevista concedida a El Español tras el evento.
Su tesis es que la muerte es el resultado de "estar enfermo durante mucho tiempo -el envejecimiento-" y su objetivo, que nadie sufra esta "enfermedad".
"Si queremos conseguir resucitar a las personas [de la criopreservación], lo principal debería ser preservarlas mejor de lo que lo hacemos ahora. El proceso causa mucho daño al cuerpo. Por eso, tenemos que encontrar la fórmula para causar menos dolor", explica.
Podrían parecer ideas descabelladas, pero su fundación, la SENS Research Foundation, ya se encuentra realizando trabajos e investigaciones y "apoyando algunas de las más prometedoras ideas". Aunque se encuentran en "una fase temprana", su objetivo es aplicarlas a personas en estado de criopreservación en un plazo de cinco a diez años, con el objetivo último de poder "revivirlas".
En este sentido, el gerontólogo -los que estudian los aspectos biológicos, psicológicos, económicos e incluso espirituales que rodean a la vejez- explica que está "trabajando para que sea posible" incluso eliminar la enfermedad: "Mi objetivo es salvar tantas vidas como sea posible en el menor tiempo posible", explica en referencia al "final del envejecimiento".
De la resurrección al rejuvenecimiento
Según datos de El Mundo, actualmente hay dos millares de personas criopreservadas en todo el planeta. El objetivo de De Grey es que algún día puedan "resucitar mediante el proceso de reanimación", aunque afirma que hay quienes van más allá y quieren aplicar distópicos métodos posthumanistas como el de elevación.
"Consiste en escanear por completo el cerebro del individuo para conocer sus rasgos de personalidad y sus gustos. Y a partir de ahí, se construye un nuevo cerebro con toda esta información, que terminará en un cuerpo distinto", explica.
Respecto al "final del envejecimeinto", afirma que su fundación ya está "experimentando y tratando de arreglar" la muerte por el paso del tiempo. Según sus cálculos, en dos décadas se podrán "conocer las probabilidades de éxito de las tecnologías actuales".
Las propuestas de De Grey son especialmente escalofriantes cuando afirma que si la gente desconfía de la criopreservación es porque "ha sido educada para creer que la muerte es algo instantáneo" y "creen que se pasa de estar vivo a estar muerto" sin haber "nada en medio".
"Intenta" compararse a Cristo: "Quiero salvar al mundo"
Una concepción que considera "escéptica" y en la que la religión "tiene parte de culpa".
Su objetivo no se limita a acabar con el envejecimiento, sino que también augura incluso el "rejuvenecimiento", un importante proyecto en el que también se encuentra trabajando su fundación.
"Estamos realizando pruebas para aumentar la esperanza de vida en ratones utilizando una combinación de tratamientos diferentes que se aplican de manera simultánea. La mayoría de la gente no se ha atrevido aún a llevar a cabo este experimento", afirma.
Cuando es preguntado por quienes puedan comparar su figura a la de Jesucristo, afirma que "alguien tiene que intentarlo". Preguntado por si él pudiese ser un candidato, afirma: "Durante toda mi vida he dado lo mejor de mí para trabajar en los problemas más importantes para la humanidad. Quiero salvar la vida de todo el mundo".