La religiosa colombiana Gloria Cecilia Narváez Argori, secuestrada en Mali por terroristas musulmanes desde 2017, fue liberada este sábado 9 de octubre. Así lo anunció la presidencia del país, que destacó "el coraje y la bravura" demostrados por la consagrada. La liberación fue posible "como coronación de cuatro años y ocho meses de esfuerzos conjuntos de varios servicios de inteligencia”, señala el gobierno maliense.
En las fotos difundidas por las autoridades se ve a la religiosa de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, de 58 años de edad, en buen estado físico y sonriente, acompañada por el cardenal Jean Zerbo, arzobispo de la capital Bamako. Pero el general Fernando Murillo, al cargo de la investigación, declaró que sufre problemas de salud en una pierna y en el riñón.
Las autoridades militares de Mali presentaron a la hermana Gloria junto al cardenal Zerbo. Foto: Twitter de la Presidencia de Mali.
La hermana Gloria fue apresada el 7 de febrero de 2017 en Karangasso, cerca de la frontera entre Mali y Burkina Faso, por terroristas del Frente de Apoyo para el Islam y los Musulmanes, una rama de Al Qaeda, quienes robaron una ambulancia de la parroquia para llevársela.
La hermana Gloria, junto con un matrimonio y su hijo.
La religiosa llevaba doce años como misionera en África, seis en Benin y seis en Mali. En este país, las religiosas franciscanas trabajan en un hogar de niños huérfanos y llevan a cabo procesos de alfabetización en la comunidad, sobre todo entre las mujeres, además de regentar un centro de salud.
Por "ayudar a los cruzados"
En julio de ese mismo año, los terroristas dieron una prueba de vida de la hermana Gloria y otros secuestrados. En el vídeo, uno de los criminales la acusaba de haber sido enviada por su congregación "para respaldar y ayudar a los cruzados predicando el cristianismo y convertir a musulmanes a su religión”, confirmando la motivación religiosa del secuestro.
La hermana Gloria fue secuestrada cerca de la frontera entre Mali (en amarillo) y Burkina Faso.
En enero de 2018, la agencia mauritana Al Akhbar recibió un segundo vídeo, en el cual la hermana Gloria pedía la mediación del Papa para su liberación.
Desde entonces se supo muy poco de ella, hasta que en mayo de este año escribió una carta a mano pidiendo oraciones: “Les mando a todos mis más cordiales saludos. Que el buen Dios los bendiga y les conceda salud. He estado prisionera durante cuatro años y ahora estoy con un grupo nuevo... Que todos recen mucho por mí. Que Dios los bendiga a todos”.