La diócesis de Valparaíso en Chile ha difundido la historia de vocación de Jorge Leng Salas, un hombre de 75 años, abuelo y bisabuelo, al que la Iglesia acaba de ordenar sacerdote.
Experiencia pastoral y eclesial no le falta, porque ha sido diácono permanente durante 26 años. "Entré como profesor al Colegio Salesiano, al Colegio Juana Ross. Hasta que un día el padre José Lino Yáñez (sacerdote salesiano) con otro sacerdote me preguntaron por qué no era diácono y de ahí entré en un camino derecho”, explicó.
Experiencia de vida familiar tampoco le falta. Estuvo casado durante 50 años. Tiene dos hijas, un hijo, nueve nietos y un bisnieto.
Desde joven tuvo la inquietud de ser sacerdote, pero luego se enamoró y formó una familia. Trabajó como profesor de biología. Con su esposa daba charlas matrimoniales, y también trabajó con jóvenes. Como diácono, colaboró en varias parroquias. Y en 2015 vivió la experiencia, triste pero común a tantos feligreses, de enviudar.
Su esposa siempre le decía: “Si yo me muero, haz lo que tú siempre has querido”, explicó el hoy sacerdote.
Pero han pasado más de 7 años desde que enviudó hasta que fue ordenado sacerdote. “El Señor me fue llevando”, detalla. Por ejemplo, durante una experiencia colaborando en la parroquia de Rapa Nui, en la Isla de Pascua. Y en otras ocasiones pastorales.
El obispo de Valparaíso, Jorge Vega, pidió la aprobación del caso directamente al Vaticano. Su formación final se la ha impartido el rector del Seminario San Rafael, el P. Andrés Valenzuela.
La ceremonia de ordenación tuvo lugar el 7 de enero, junto con otros 4 nuevos sacerdotes. “Estoy contento, feliz a donde el Señor me quiera mandar a servir, porque es lo que siento en mi corazón. Estoy dispuesto a entregar el resto de mi tiempo, de mi vida, como lo he hecho antes.
En este vídeo el padre (y bisabuelo) Jorge Leng cuenta su historia de fe y vocación.