Nelson Santana, un niño brasileño que murió de cáncer en 1964, a los 9 años, tras 18 meses de enfermedad y dolor, es reconocido por la Iglesia como venerable, al aprobar el Papa Francisco el decreto que declara sus virtudes en grado heroico.
Nelson Santana, al que sus devotos en Brasil llaman Nelsinho, nació en Ibitinga (sur de Brasil) el 31 de julio de 1955 y falleció en Araraquara el 24 de diciembre de 1964, después de permanecer durante meses ingresado en un hospital por un tumor.
Era el tercero de 8 hermanos en una familia humilde. Vivía lejos de la ciudad y era su familia la que le educaba en la fe. Acudió algunos años a la escuela de Hacienda Ronca, donde residía.
De asombrosa pureza, ánimo y sensibilidad de fe
En 1964 fue internado al hospital pediátrico de la Santa Casa de Araqua (Estado de San Paolo). Allí se ganó la simpatía y el amor de los médicos, personal de enfermería y de los otros pequeños enfermos.
La religiosa Genarina Gecchele, de la Congregación de los Apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús, lo acompañó, asombrada por la pureza del niño. Ella le fue dando una catequesis más detallada a lo largo de su estancia hospitalaria. Él la recibía con gran interés y entusiasmo. Hizo su Primera Comunión el 15 de julio de 1964 en la capilla del hospital donde se encontraba.
La causa de beatificación del niño considera probado que el pequeño tenía una capacidad fuera de lo ordinario para entender el significado del sufrimiento de Jesús.
En el hospital prometió a su madre no lamentarse del dolor y consolaba a los demás.
"Mantener el amor conquistado"
Le diagnosticaron un osteosarcoma (un cáncer de hueso) en el brazo. Sor Genarina explicó al pequeño que iba a ser necesario amputar la extremidad. “Ha dicho que el dolor es muy importante para aumentar el verdadero amor y mantener valerosamente el amor ya conquistado”, escribió la religiosa.
Según la hagiografía redactada por la diócesis de São Carlos, otros niños que estaban internados junto con el Siervo de Dios comprendían el sufrimiento de Nelsinho y le hacían compañía. El niño cada día manifestaba el deseo de participar a la Comunión Eucarística.
Una tumba de pobre en Navidad
Después de 18 meses de dolores falleció en la víspera de Navidad de 1964. Había dicho que quería pasar "la Navidad con Jesús".
Fue sepultado el día de Navidad en una tumba pobre en la tierra, porque la familia no podía pagar el funeral. Tiempo después, una familia religiosa le costeó una sepultura perpetua en el cementerio de San Benedetto, en la ciudad de Araraquara.
La tumba de Nelsinho en Araraquara... en 2011 se vació
Allí descansaron mucho tiempo sus restos, que atraían a muchísimos devotos. Cubrían de flores y velas su tumba y le pedían su intercesión celestial ante Jesucristo.
El 20 de diciembre de 2011 su cuerpo fue colocado en una cripta en la parroquia del Senhor Bom Jesus, en su ciudad natal de Ibitinga, donde recibe la atención de mucha gente que acude en oración.
La tumba de Nelsinho actual, en la cripta de Senhor Bom Jesus, en Ibitinga
Una entrevista con el padre de Nelsinho