El
padre Jean-Baptiste es monje en la
abadía de Lagrasse (Aude), y acompañó en sus últimos instantes al
teniente coronel Arnaud Beltrame en el hospital de Carcasona en la noche del 23 al 24 de marzo. Le conocía bien porque
le había preparado para el matrimonio, que debía celebrarse en junio.
Beltrame, nacido en un hogar poco practicante, se convirtió en 2008 y
recibió la Primera Comunión y la Confirmación en 2010, tras dos años de preparación.
Recientemente había hecho el Camino de Santiago.
A raíz del
crimen islamista que condujo a su muerte, donde
se ofreció a cambio de una rehén en un supermercado de Trèbes (a 7 km de Carcasona) y posibilitó el asalto policial, el sacerdote ha contado su historia,
que reproducimos íntegra a continuación:
"Conocí por casualidad, durante una visita a nuestra abadía, monumento histórico, al teniente coronel Arnaud Beltrame y a
Marielle, con quien acababa de casarse civilmente el 27 de agosto de 2016. Simpatizamos enseguida y ambos me pidieron que preparase su matrimonio religioso,
que yo debía celebrar cerca de Vannes el 9 de junio próximo.
»Así pues, pasamos muchas horas trabajando los fundamentos de la vida conyugal durante dos años.
Yo acababa de bendecir su hogar el 16 de diciembre y habíamos concluido su expediente canónico para el matrimonio. La hermosísima declaración de intenciones de Arnaud me llegó cuatro horas antes de su muerte heroica.
»Esta joven pareja
venía habitualmente a la abadía a participar en las misas, oficios y enseñanzas, y en particular a un grupo de acogida, Nuestra Señora de Caná. Formaban parte del equipo de Narbona. Aún vinieron el pasado domingo.
»Inteligente, deportivo, hablador y carismático, a Arnaud le gustaba hablar de su conversión.
Nacido en una familia poco practicante, vivió una auténtica conversión en torno a 2008, a los 33 años.
Recibió la primera comunión y la confirmación tras dos años de catecumenado, en 2010.
»Tras una peregrinación a Sainte-Anne-d’Auray en 2015, donde
pidió a la Virgen María encontrar a la mujer de su vida, empezó a salir con
Marielle, cuya fe es profunda y discreta. La petición de mano se celebró en la abadía bretona de Timadeuc en la Pascua de 2016.
»Apasionado por la Gendarmería, alimentaba desde siempre
gran pasión por Francia, por su grandeza, por su historia, por sus raíces cristianas, que había descubierto con su conversión.
»Al ofrecerse en lugar de los rehenes, probablemente estuvo animado con pasión por su heroísmo de oficial, porque
para él ser policía quería decir proteger. Pero el sabía el riesgo extraordinario que asumía.
»El era consciente también de la promesa de matrimonio religiosa que había hecho a Marielle, con quien ya estaba civilmente casado y a quien amaba tiernamente, de eso soy testigo.
»¿Entonces? ¿Tenía derecho a asumir tal riesgo? Creo que
solo su fe puede explicar la locura de ese sacrificio que hizo hoy para admiración de todos. Él sabía que, como nos dijo Jesús, “no hay mayor amor que el de quien da la vida por sus amigos” (Jn 15, 13). Él sabía que, si su vida comenzaba a pertenecer a Marielle, también era de Dios, de Francia, de sus hermanos en peligro de muerte. Creo que
solo una fe cristiana animada por la caridad podía pedirle ese sacrificio sobrehumano.
»Pude verle en el hospital de Carcassone hacia las nueve de la noche del viernes. Los policías y los médicos o enfermeras me llevaron hasta él con una gran delicadeza. Él estaba vivo, pero inconsciente.
Pude darle la extremaunción y la bendición apostólica in articulo mortis. Marielle respondía a esas bellas fórmulas litúrgicas.
»Era Viernes de Dolores, justo antes de comenzar la Semana Santa. Acababa de rezar el oficio de nona y el viacrucis por su intención. Pedí al personal que cuidaba de él si podría tener una
medalla de la Virgen, la de la Rue du Bac, de París [Medalla Milagrosa], junto a él. Comprensiva y profesional, una enfermera la sujetó a su hombro.
»N
o pude casarle, como se ha dicho equivocadamente en un artículo, porque estaba inconsciente.
»Arnaud no tendrá jamás hijos carnales. Pero su heroísmo impactante va a suscitar, creo, numerosos emuladores,
dispuestos al don de sí mismos por Francia y su alegría cristiana".
Con posterioridad a estas palabras del padre Jean-Baptiste,
la propia novia de Arnaud, Marielle, confirmó la fe del policía.
En conversación con La Vie, Marielle afirma que "
no se puede comprender su sacrificio si se lo separa de su fe personal. Es el gesto de un gendarme y es el gesto de un cristiano. Para él ambos están relacionados, no se pueden separar uno de otro. Arnaud volvió a la fe con mucha fuerza en torno la treintena. Formábamos una pareja cristiana. Nos hemos preparado largamente para el matrimonio religioso gracias al sólido acompañamiento de los monjes de Lagrasse. La celebración iba a tener lugar en Bretaña, donde Arnaud tiene sus raíces. Él estaba también muy cercano a la
abadía de Timadeuc, donde hizo muchos retiros. Los funerales de mi marido tendrán lugar en plena Semana Santa, tras
su muerte un Viernes [de Dolores], justo en vísperas del Domingo de Ramos, lo cual tiene un sentido a mis ojos. Aguardo con gran esperanza celebrar la resurrección de Pascua con él".
Por su parte, el
gran maestro de la Gran Logia de Francia, Philippe Charuel,
ha confirmado en Le Figaro que Beltrame era también miembro activo de la masonería. Según Charuel, quien afirma revelar esta pertenencia "de acuerdo con su madre", Arnaud se inició en 2008 en la logia Jerónimo Bonaparte (hermano menor de Napoleón) en Reuil-Nanterre, y cuando se trasladó al sur quiso seguir perteneciendo a ella. Acudía cuatro veces al año, "la última hace un mes", afirma el dirigente masón. El año 2008 es precisamente el de la conversión del héroe de Trèbes-Carcasona a la fe católica.
Esta doble pertenencia a la Iglesia y a la masonería está expresamente prohibida por la Iglesia por la
incompatibilidad absoluta entre la fe católica y la doctrina masónica. No hay por el momento más datos sobre las razones por las que, según estas informaciones, Arnaud Beltrame, cuya profunda fe católica está fuera de toda duda, mantenía ese vínculo con una logia.