"Ayúdales a volver" es la campaña de mayor envergadura que ha llevado a cabo en sus más de 70 años de historia la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada. Ante la persecución brutal contra los cristianos en Irak, ahora urge que esta minoría no desaparezca de un país cuya presencia se remonta a 2.000 años atrás. Y para ello es fundamental que puedan volver a sus casas, miles de ellas destruidas y quemadas por los yihadistas.

El director de Ayuda a la Iglesia Necesitada en España, Javier Menéndez Ros, explica a Religión en Libertad el "miedo" con el que los cristianos regresan a sus hogares y la gran incertidumbre que tienen sobre su futuro. Sin embargo, su fe no se tambalea ante estos temores. Es más, son ellos los que aseguran rezar por sus hermanos de Occidente.

Pero la realidad es que la situación es complicada pues el éxodo de cristianos es constante desde hace 15 años. El objetivo pasa ahora por asegurar la presencia cristiana, garantizar la paz y que los cristianos sean de nuevo el gran elemento de estabilización de un país convulso.


- Siguen volviendo muchas familias cristianas. Ya más de un 35% de las familias que huyeron en su momento (tras la llegada de Estado Islámico) han vuelto. Esto va generando confianza pues cuantas más familias regresen, más servicios comunes van teniendo, las escuelas y los comercios empiezan a funcionary comienza a haber una actividad laboral que va generando un clima de confianza.  Además, se van abriendo las iglesias y todo esto va originando un efecto llamada.

Hay familias que han decidido quedarse en Erbil, en el Kurdistán, lugar al que huyeron. Otras han decidido la aventura de vivir en el extranjero, aunque muchas de ellas no como quisieran sino en campos de refugiados en Jordania, Líbano o Turquía. Otros muchos han conseguido escapar a países occidentales. Y estos es más difícil que vuelvan pues muchas veces prefieren las comodidades que tienen en estos países.


Javier Menéndez Ros, junto al sacerdote iraquí Naim Shoshandy, a cuyo hermano los yihadistas asesinaron en Mosul


- Son sólo aproximaciones pero las cifras que se manejan, según los obispos, es que en 2003 cuando cayó Sadam Hussein había un 1,6 millones de cristianos aproximadamente. A estas alturas y contando los que están volviendo se habla de que pueda haber unos 250.000 nada más. Esta es la estimación.

Esto te habla de la dimensión del drama que viven. Además de lo que supone la presencia cristiana en un país convulso como Irak, que es importante para todo el país porque el cristianismo juega un papel moderador, estabilizador de la política, en la cultura. El cristianismo es fundamental para este país.


- Vemos a la gente con miedo. Esta es la palabra. Miedo a saber qué se van a encontrar, miedo y tristeza al ver sus casas destruidas, quemadas. También dolor por sus iglesias e imágenes sagradas profanadas. Sienten miedo, tristeza, dolor y luego tienen dudas sobre qué futuro les espera. Ese futuro pasa por lo más básico: encontrar un trabajo para ganar un sustento, necesidad de colegios y universidades, necesitan tener un futuro para que los jóvenes no se vayan del país.

También hay miedo porque muchos de sus vecinos son musulmanes, y algunos de ellos ocuparon sus casas, les robaron sus pertenencias y ahora tienen que volver a tener una relación de vecindad como si nada hubiera pasado. Este es el panorama nada fácil con el que se encuentran.




- Es precioso. Nuestro fundador, el padre Werenfried, decía que cuando el cristianismo se baja de la cruz estamos ante una iglesia necesitada pero cuando se abraza a la cruz es la iglesia más floreciente. Y esto es muy importante porque muchas veces pensamos que la iglesia necesitada son ellos pero nos encontramos con la paradoja de que realmente somos nosotros en Occidente. Pueden estar necesitados de dinero o recursos pero nosotros estamos moralmente y en otros términos muchísimo más necesitados.

Cuando les preguntamos a los cristianos iraquíes que piensan de nosotros, nos dicen: “Estamos muy preocupados por vosotros, estamos preocupados por vuestra fe y rezamos por vosotros”.


- Hay dos factores. Es verdad que humanamente viendo violencia, guerra, terrorismo, inestabilidad muchos se preguntan qué sentido tiene volver. Pero hay dos factores.

Hay por un lado un factor humano, de amor a tu tierra que te ha visto nacer, al sitio que es tuyo. Esto llama profundamente al corazón del hombre. Si has nacido en un sitio quieres volver allí. Y luego está el hecho de que muchos cristianos comprenden el papel fundamental que juega el cristianismo allí y que ha jugado a lo largo de la historia. Es una tierra profundamente cristiana. Tiene un sentido religioso cristiano mucho anterior al islam. Mantener esa tradición es un tesoro para la humanidad. Ellos entienden que la desaparición del cristianismo sería un auténtico drama.


- No podemos olvidar que el éxodo empezó hace años, desde 2003. Esos fueron los años de atentados brutales contra iglesias, y sobre todo de una gran presión. Fue la época de los grandes mártires como el sacerdote Ragheed Ganni o del arzobispo de Mosul, Boulos Faray Rahho.


La historia del mártir Ragheed Ganni está relatada en este libro editado por ACN que puede comprar AQUÍ

Con la toma de Mosul por parte del Daesh ya se produjo el bloque de 120.000 cristianos que huyeron. Es un país complejo, donde las dos grandes facciones del islam están enfrentadas a muerte y donde luego hay intereses económicos y estratégicos. Es una zona desestabilizada también por la guerra de Siria.

Es una partida de ajedrez en la que no solo hay dos jugadores. Hay seis o siete y cada uno con sus intereses. Bajo mi punto de vista y centrándonos en los cristianos, estos necesitan el apoyo no solo de instituciones de caridad sino el apoyo de gobiernos e instituciones internacionales. Haría falta un apoyo internacional mucho más fuerte. Se ha hablado oficialmente de genocidio contra ellos y los yazidíes por lo que se exige una respuesta que se materialice en ayudas concretas.


- Evidentemente. Es muy claro que se ha hecho poco y que se ha tolerado. Se ha mirado solo desde un punto de vista militar, con una coalición contra el Daesh.




- Con el islam radical no hay absolutamente ninguna posibilidad de diálogo ni de convivencia porque solo entienden la yihad y los cristianos somos sus enemigos. Con personas que viven el islam desde la yihad es imposible.

Con musulmanes que quieran la paz y un país que respete cualquier religión no solo es posible sino necesario para pensar en el futuro del país. Tenemos experiencias como la del Líbano, con una convivencia más o menos pacífica o incluso la propia Siria antes de la guerra, donde había una sana convivencia entre las religiones. Es posible y deseable. Pero es fundamental que el islam respete la libertad religiosa, pero auténticamente, con libertad de culto y también de poder convertirse.


- Cada dos años con el Informe de Libertad Religiosa analizamos la situación y es muy triste decirlo pero cada dos años constatamos que la situación para los cristianos, lejos de mejorar va empeorando. Hay cada vez más situaciones de intolerancia contra la libertad religiosa, y específicamente contra los cristianos, el grupo más dañado en cuanto a libertad religiosa. Cada año va en aumento tanto en cifras como en la calidad de la persecución.

Hay focos claramente en África, en países como Nigeria a causa Boko Haram, Republica Centroafricana y luego Oriente Medio como Yemen o Arabia Saudí, país que no respeta para nada los derechos humanos. También países como  Irán, Irak,  Siria. Tenemos otros focos importantes como China o India, donde la libertad religiosa no existe en la mayoría de estados del país. Y luego ya Afganistán, Pakistán o Bangladés, estado con cada vez más problemas…

Si quiere colaborar con la campaña de auxilio a los cristianos iraquíes "Ayúdales a volver" de Ayuda a la Iglesia Necesitada, puede hacerlo pinchando AQUÍ.