De jovencitas estaban muy unidas, juntas casi cada día. Ahora les separa todo un continente, se mandan e-mails y contactan una vez al mes por skype. Pía Slapka es actriz, modelo y presentadora en televisión, muy popular en Argentina por su programa de entrevistas "Mamás con Pía Slapka" -www.fwtv.tv/mamas- y por "Vestido de Novia" en Discovery Home & Health. Pero, probablemente, su hermana Mariana llega "más lejos" con su oración: desde hace siete años es religiosa, primero en una casa de su comunidad en un púeblo de Córdoba (Argentina), hoy en Corvallis, Oregón. La modelo tiene 34 años y su hermana mayor tiene 38.

"Cuando Mariana tomó los votos se cambió la identidad y ahora se llama Hermana María de la Paz. Ella es mi otra mitad y mi mejor amiga, quiero ver dónde vive, dónde estudia y conocer a sus compañeras", explicaba a la prensa antes de visitarla en Oregón. 



Una formación católica... y la culpa y el deber
Pía lleva 14 años casada con un empresario del mundo de la imagen y tienen 2 hijos, de 9 y 5 años. Antes del viaje a Oregón explicaba así su posición espiritual: "En casa tuvimos todas la misma formación católica, fuimos a un colegio religioso y nos inculcaron la fe, sobre todo por parte de mi mamá. Pero hace unos años me pesaba el tema de la culpa y el deber y me despegué. Aprendí a soltar. Creo que todas las religiones transmiten buenos valores. Dios está en el interior de cada uno, en las buenas acciones, en disfrutar de la vida, ser respetuoso con el prójimo y agradecido. Trato de ejercitar esos valores día a día". 

Explica también cómo fue la separación: "Mariana se fue el 24 de diciembre de 2016, somos cinco hermanos y con ella yo tenía una conexión muy particular. Para mí fue muy difícil cuando ella tomó esta decisión. Ese viaje surgió porque a fin de año le mandé un mail diciéndole que la extrañaba. Ella me invitó y yo estaba complicada, pero lo pudimos organizar para enero. [...] Fueron cinco días gloriosos. Pude ver a la gente con la que trabaja, cómo vive. Ella también estudia teología. Se preparan y se forman, no son improvisados".



La entrega a Dios
"El objetivo era pasar tiempo con ella", explicó la presentadora a su vuelta. "Dormí en un hotel y ella en su casa. Fue un encuentro súper emocionante, así fue todo el viaje. Cuando una toma esa decisión de entregar su vida a Dios, la conexión volvió a estar a flor de piel. Las lágrimas te caen al instante".

"Ella está haciendo un máster en Ohio y también estudia a la distancia con siete hermanos. Termina a fin de año y la idea es que vuelva a Córdoba, la voy a tener más cerca. En principio es eso. Cada tanto, tenemos contacto por mail y hacemos skype una vez por mes. Aprendí a convivir con esto, al principio fue muy duro. De tener una relación diaria, al principio fue como una muerte. No tiene celular, pero está con jóvenes, familias, matrimonios, está en contacto con la gente y muy aggiornada", añade.