"Me llaman 'el tipo de las historias de santos'. Escribo historias de santos y las leo en retiros, encuentros, catequesis, etc...", explica Christopher Reibold, que vive cerca de Pittsburgh, en Pensilvania.
Una familia nominalmente católica
Cuenta que se crió en una familia "nominalmente católica" que iba a misa, pero "no bien catequizados, no bien formados, sin devoción".
A los 13 años se negó a hacer la confirmación. "Me parecía que esas cosas del parto virginal y tíos que vuelan por el cielo eran folclore y cuentos de hadas. Tenía muchas preguntas y no conseguía buenas respuestas. A los 16 o 17 años dejé la Iglesia, y estuve fuera 30 años".
Aunque en algunas ocasiones exploró alguna iglesia protestante y en otras se declaraba directamente ateo, "en realidad, básicamente, llevaba una vida secular", es decir, mundana, lejos de lo religioso.
Empresario quemado
Fue empresario durante 25 años, trabajando en el mundo inmobiliario y fueron años muy estresantes. En los últimos 5 años de esta etapa trabajaba muchísimas horas a la semana, con muchos viajes que le agotaron. En 2012 se dio cuenta que estaba extenuado, "quemado".
Además tenía una sensación de estar "en el sitio equivocado", de que "había algo que todavía tenía que hacer". Y con el paso del tiempo esa sensación se agudizaba.
Escribir guiones: ejercicios de escritura
Con esa sensación, dejó su carrera empresarial y se dedicó a algo muy distinto: escribir guiones. Un compañero le enseñaba y asesoraba, como maestro del oficio. Se sentía mucho mejor, sentía que la gente en su nuevo entorno le valoraba. Y, sin embargo, no conseguía escribir el tipo de guiones que se le pedían.
Se dedicó a leer libros sobre escribir (incluyendo uno de Ray Bradbury que aseguraba que todo lo que escribió y era bueno lo hizo sin premeditación alguna) y a probar con ejercicios de escritura. "Y me encontré entonces leyendo historias sobre santos, por ejemplo, sobre San Patricio". Y después, escribiendo sobre ellos.
"Miré a mi alrededor, mi biblioteca, que tenía muchos libros de ciencia ficción, y guías... y muchos libros de santos que yo no había leído. Me di cuenta de que, de alguna manera, aunque yo llevaba una vida completamente secular, sin nada religioso, sin que yo fuera consciente... ¡los santos siempre habían estado ahí! Siempre habían sido importantes para mí y siempre habían estado en mi escritura".
A misa y a Confirmación
"Darme cuenta de eso me impactó. Di un paso atrás y empecé a ir a misa. Y estuve yendo hasta el otoño. Hice un programa y me confirmé en la Pascua de 2014", finaliza su testimonio en CHnetwork.
Desde entonces, Christopher Reibold se ha dedicado a difundir las figuras de los santos en textos escritos, guiones radiofónicos y grabando historias para el Centro Saint Paul de Teología Bíblica y para el Audio Theater WAOB.
El testimonio de Christopher en 4 minutos en inglés