Fue siempre caracterizado como "el Elvis Presley francés" por su condición de gran pionero del rock galo, pero también por la variedad y riqueza de su producción melódica y por su magnetismo personal y el fenómeno de masas que fueron sus 57 años de trayectoria profesional.
Guiado por ese reconocimiento nacional a su figura, el rector de Notre-Dame de París, monseñor Patrick Chauvet, se mostró dispuesto a que el templo acogiese algún acto en torno a él. "Johnny bien merece que nos juntemos en nuestra catedral", declaró a Famille Chrétienne, aunque se trata solo de una hipótesis: "No hemos recibido ninguna petición y no sé qué decidirá el arzobispo de París... Pero Notre-Dame tiene una vocación de acoger a todos los que se identifican con nuestra historia nacional". También se ha hablado de las iglesias de la Magdalena (la más probable), de San Sulpicio o de San Roque (tradicionalmente, la de los artistas) como alternativas al funeral, por su gran capacidad para acoger a la masa de sus seguidores.
Desde el punto de vista civil, las autoridades francesas darán máxima relevancia a su entierro. Un cortejo fúnebre al que asistirán el presidente Emmanuel Macron y su esposa Brigitte tendrá lugar el sábado, de modo que su féretro pasará por los Campos Elíseos y la Plaza de la Concordia para que cientos de miles de parisinos y fans llegados de todo el país puedan darle un último adiós.
Johnny Hallyday fue hombre de compromisos públicos: apoyó públicamente (incluso cantando en mítines) a Valéry Giscard d'Estaing en 1974 y 1981, a Jacques Chirac en 1988, a Nicolas Sarkozy en 2007.
Y nunca ocultó sus convicciones cristianas, aunque fueron en ocasiones acompañadas de algunos escándalos. Sobre todo, en 1970, cuando lanzó la canción Jésus-Christ, donde dibujaba un Jesucristo según el modo de vida hippy, al modo de sus espectáculos coetáneos Jesucristo Superstar o Godspell: "Si existiese hoy, tocaría la guitarra, dormiría en los bancos de las estaciones, fumaría marihuana, le gustarían las chicas de torso desnudo". La letra blasfema suscitó una viva reacción, a la que respondió sin excusarse: "Soy creyente y cristiano. Que me hagan lo que quieran, seguiré siendo cristiano. Estoy seguro de que Jesús no me mira mal. Sabe que no he querido insultarle ni ridiculizarle, y eso es lo único que cuenta para mí".
Jamais seul [Jamás solo] (2012), un álbum de Johnny Hallyday donde apareció con su típico crucifijo tatuado en el pecho.
En el elenco de sus canciones figuran otras que, con título más que temática religiosa, toman algún elemento de la fe como contexto de una historia profana. Así, son célebres Ave María (que cantó también en español e italiano), donde versionaba la música de Schubert para una oración pidiendo el regreso de la mujer amada, o Noël interdit [Navidad prohibida], un triste tema donde la Navidad es solamente el entorno temporal que hace más dura y patente la soledad y la falta de cariño. Tal vez sangraba por la herida del padre con quien nunca convivió, porque cuando él tenía ocho meses les abandonó a su madre y a él. No le conoció personalmente hasta la edad del servicio militar, cuando él ya era famoso y su encuentro fue montado por unos paparazzi para captar la instantánea.
En 2005, Hallyday volvió sobre el tema de la Navidad, con un tono muy distinto a su tema de 1973: Mon plus beau Noël [Mi Navidad más hermosa] estaba dedicada a Jade, la primera de las dos niñas vietnamitas que adoptó con su última mujer, Laetitia Boudou.
Hallyday se había casado por la Iglesia el 12 de abril de 1965 con la cantante Sylvie Vartan, un matrimonio que duró quince años. Por voluntad de Sylvie, les casó el mismo sacerdote que la había bautizado, Jean Zupan, mientras un coro de doce chicas venidas de dos pueblos vecinos interpretaba la misa De Angelis.
La boda de Johnny y Sylvie se mantuvo en secreto hasta el día anterior. Se casaron en el pequeño pueblo de Loconville (Hauts-de-France), donde se había asentado la familia de Sylvie. Fue un acontecimiento mediático nacional, dada la celebridad de ambos.
Tras divorciarse en 1980, Jean-Philippe Smet (su verdadero nombre) se casó o convivió con otras cuatro mujeres, la última, desde 1995, Laetitia Boudou, 32 años más joven, quien ha contado que Hallyday solía frecuentar las iglesias para rezar. En marzo él mismo anunció en su cuenta de Twitter que padecía el cáncer de pulmón que se lo ha llevado meses después.
Johnny solía salir a cantar en los conciertos con un crucifijo colgado del cuello, al que figuraba adherida una guitarra eléctrica. "No era una profanación ni una provocación", opina monseñor Chauvet: "Él tuvo su vida... un camino de pecador como el nuestro. Dios formaba parte de su historia, que no fue fácil... En esa cruz había un signo, un signo de su apego a un Señor que nunca le abandonó".