La fundación Alter Christus, por cuarto año consecutivo, entregará los galardones que llevan su nombre y que están dedicados a reconocer y poner en valor el trabajo de los sacerdotes tantas veces olvidada y no reconocida. Según explica el blog LomásRC se está reconociendo la contribución espiritual y material de los sacerdotes en uno de los barrios de mayor marginalidad de España -la UVA de Vallecas-, a los sacerdotes que abren iniciativas pastorales para acercar a la fe a jóvenes y familias, y la dedicación de un capellán, durante casi 50 años, a monjas de clausura. Los galardonados son don Nicolás González, anterior capellán de las carmelitas de la Encarnación, en Avila, Mossèn Bruno Bérchez, delegado de Juventud de la diócesis de Barcelona, don Francisco Garrigós, delegado de Familia y Vida de la de Toledo, y don Gonzalo Ruipérez, actual párroco de san Juan de Dios, en la UVA (Unidad Vecinal de Absorción) de Vallecas, Madrid.
A continuación las biografías que ha ofrecido Alter Christus cuyos galardones se entregarán este lunes a las 19:00hrs. en la Universidad Francisco de Vitoria.
“No podemos transmitir una buena noticia si no lo hemos experimentado antes, aquí radica la importancia del encuentro con Cristo”, explica Mossèn Bruno Bérchez, delegado de juventud de la archidiócesis de Barcelona. Su llegada a este ministerio en 2011 supuso toda una revolución pues ha facilitado y promovido muchas propuestas para jóvenes como el Café Youcat, la Semana Solidaria, el curso Alpha o Life Teen. Para él, “El sacerdote no juega el partido: ¡entrena jugadores!”, y eso es una forma de animar a que los laicos entiendan las responsabilidades que tienen en la vida de la Iglesia. Para Mn. Bérchez, “el cura es bueno representando a Cristo ante el joven y al joven ante Cristo en oración... Ven cómo celebras, ven que eres el hombre de los sacramentos, el hombre que toca a Cristo".
Se trata de un sacerdote que ha desempeñado numerosas responsabilidades, y entre ellas destacan sus 47 años de capellán de las carmelitas en el monasterio de la Encarnación, en Avila, en donde incluso conoció y trató directamente a santa Maravillas de Jesús. Junto a esto, siempre se ha caracterizado por su constante servicio y apoyo tanto a los sacerdotes que acudían de peregrinación a la Encarnación como a los sacerdotes de la diócesis. Don Nicolás ha aunado a lo largo de su ministerio pastoral una inmensa dedicación al clero y a la vida consagrada desde un lugar privilegiado.
Desde septiembre de 2014 es el párroco de San Juan de Dios, en la UVA de Vallecas, uno de los más barrios más marginales de Madrid con un buen porcentaje de fieles que han pasado por la cárcel. Se ordenó sacerdote con 27 años. Es licenciado en Ciencias Religiosas, Filología Trilingüe y Teología Moral, y su pasión por evangelizar le ha llevado a desempeñar diferentes funciones en la Santa Sede, en la diócesis de Zaragoza, en la cárcel de Meco, cerca de Madrid... Si algo le llena el corazón es la personalidad de San Juan de Dios, quien es para él todo un modelo. En su actual parroquia, lo primero que hizo fue colocar un sagrario, pues no tenía. Ahora se imparten catequesis, los chicos del barrio comienzan a llevar una vida alejada de las drogas y la delincuencia, e incluso reparte al año más de 150 toneladas de comidas, pañales y enseres de primera necesidad.
Miguel Garrigós es el delegado diocesano de pastoral familiar en la archidiócesis de Toledo. Fue ordenado en 1998, y después de varios años de dedicación en diversas parroquias, en 2011 fue nombrado Delegado de Familia y Vida. Él lo tiene claro: la prioridad pastoral es la familia: “Nuestro anhelo debe ser que los llamados al matrimonio vivan el deseo de santidad”. Desde la delegación se impulsan diversas iniciativas pioneras en el trabajo pastoral con la familia como “Taller de Nazaret”, “Family Chef”, “Family Rock” o el grupo de mujeres separadas “Santa Teresa”, entre otros. En uno de ellos, ‘Yo en ti’, se aborda el tema de los cursillos prematrimoniales partiendo del anuncio del kerigma: “Hay que analizar qué hacer para que la Iglesia siga presente en su vocación a la santidad”.