A sus 32 años Kat Cammack es la congresista más joven de Estados Unidos. Representando a Florida en la Cámara de Representantes esta joven ejerce además una firme oposición al radicalismo abortista del nuevo gobierno de Joe Biden y al control de los demócratas de la Cámara, cuya presidenta, Nancy Pelosi, es una declarada abortista.
Que la defensa de la vida humana sea su gran prioridad en el Congreso de EEUU no se basa en unos principios morales, religiosos o científicos, al menos no solamente, sino más bien en su propia experiencia personal. Ella quiere dar voz a los que no la tienen porque ella misma podría no haberla tenido si su madre hubiera hecho caso a los médicos y a su propia familia décadas atrás.
En su carrera al Congreso, Kat Cammack habló de esta experiencia personal que ha marcado su postura provida. Y con esta visión tan clara primero logró ser elegida candidata republicana y más tarde ser elegida como congresista.
En un vídeo de la precampaña republicana, que recogía The Capitolist, explicaba que “cuando mi madre estaba embarazada de mí los médicos le dijeron que me abortara” porque estando embarazada de su hermana mayor sufrió un derrame cerebral y le dijeron que no debía tener más hijos. “Cuando se le dio a elegir, mi madre eligió la vida y por eso soy provida”, añadía.
Profundizando más en su mensaje, la ahora congresista insistió en que “siempre elegiré la vida. Me siento increíblemente bendecida porque mi madre eligiera desafiar el consejo no solo de sus médicos, sino también de mi propia familia, para traerme al mundo. Muchos otros bebés no han sido tan afortunados como yo, por lo que siempre lucharé por los no nacidos de la misma manera que mi madre lo hizo por mí”.
En su opinión, “es crucial que tengamos más mujeres jóvenes abogando por los no nacidos en posiciones de liderazgo en todo nuestro país. Creo que, como una joven millennial, tendré un papel importante al hablar con las nuevas generaciones de estadounidenses sobre las políticas pro-vida de una manera que pueda conectar con ellos”.
Ahora Cammack ha hablado en EWTN donde profundizó en esta historia de vida y la valentía de su madre. Tras el derrame que sufrió tuvo graves secuelas, tardó varios meses en volver a andar y los médicos le dijeron que debido a las consecuencias de dicho derrame no podría volver a ser madre. Pero un tiempo después volvió a quedarse embarazada.
Por miedo, no quería decirlo, pero una vez que se conoció el embarazo los médicos dijeron: “no vas a sobrevivir a este embarazo. Ni tú ni tu hijo”. Querían que abortara a Kat. Pero también su propia familia se alió con los médicos: “¿De verdad que quieres morir?”, preguntó la abuela de la congresista.
De este modo, Kat confiesa que no puede imaginar a su madre, “a la vez madre soltera, asustada, teniendo que escuchar a su madre decir que aborte”. Además, destacaba “la presión y el estrés” de su madre: “¿te imaginas despertarte todos los días y recordar que tus médicos te han dicho que no vas a sobrevivir al embarazo?”.
Pese a todo, su madre eligió seguir adelante, contra todo y contra todos. “Fue un parto perfectamente normal, sin complicaciones. No nos quedamos ni 24 horas en el hospital. Salimos y todo estaba bien. Ella lo logró sin escuchar a los médicos”, cuenta la congresista.
Por otro lado, la política republicana admira enormemente a su madre porque “podría haber tenido todas las razones para abortarme, pero no lo hizo. Tuvo algo en su interior que le dijo que me tuviera. Eso es lo más poderoso que impactó en mí y lo que le dio forma a mi postura provida”.
Pero además, Cammack ha querido contar su caso para que otras mujeres en circunstancias difíciles se inspiren en la historia de su madre y sepan que siempre hay esperanza. "Eso es algo que, cuando hablas con mujeres que están luchando con eso, y ven que ha habido una situación, múltiples situaciones en las que ha salido bien, esa es la inspiración que la gente necesita para saber que tienen opciones", afirma.
Ya en su faceta más política, esta joven afirma tener una postura clara “pero me pregunto por qué el gobierno tiene una perspectiva tan hipócrita sobre el tema. ¿Por qué clasificamos a las bacterias en Marte como vida, pero no a un niño en el vientre? Eso no tiene sentido”.
“¿Por qué el Departamento de Justicia dice que cuando matan a una mujer embarazada es un homicidio doble, pero no es homicidio cuando se aborta voluntariamente? Eso tampoco tiene sentido”, se lamentaba.