El satanismo es tendencia. Y no solo en su aparente versión "light" de la que hace gala el icónico Satanic Temple en Estados Unidos. También lo es en su versión más cruda y "aterradora" en México, según lo describen las autoridades religiosas y exorcistas de no pocas diócesis del país hispanoamericano.
Y un caso especialmente representativo de ello es la construcción de un "templo monumental" a Satanás que está teniendo lugar desde este verano en Veracruz (México).
Su responsable, Enrique Marthen Merdón, es un reconocido brujo a nivel mundial y que desde hace diez años ostenta el cargo de "brujo mayor", reservado a aquellos hechiceros y nigromantes más destacados del mundo. Según él, solo ha habido otros seis en toda la historia de Catemaco.
Actualmente, Merdón dispone de una "caverna del encanto" pública donde ha oficiado numerosos rituales dedicados al que considera "el ser más bello de la creación". Entre ellos, una reciente boda-consagración de una mujer al mismo Lucifer.
"Cumpliendo" las órdenes del demonio a través de un sueño
Pero ahora, lacaverna se le ha quedado pequeña: según confesó recientemente a GDL TV, el mismo Satanás se le habría "manifestado por medio de un sueño" para decirle "que tenía que hacerle un templo. Ahora estoy cumpliendo lo que se me encomendó", explica.
La "caverna" de la que dispone ahora consta de una estatua de más de 2 metros representando a Lucifer. Sin embargo, confía en que el nuevo templo será "monumental", pues tendrá 400 metros cuadrados de extensión, cinco metros de altura y todo ello con la aprobación de las autoridades. Espera verlo finalizado a principios de marzo de 2023, coincidiendo con uno de los eventos de magia negra y satanismo más relevantes del mundo.
"Lo principal es la creencia en él y que la gente tenga donde ir a verle. Hoy en día, la creencia en Lucifer está ganando más adeptos y por eso la Iglesia tiene miedo. Se trata de creer en lo que queramos, sin afectar a otros ni hacer daño a nadie", explica el brujo y exconcursante de Master Chef.
El templo a Satanás en Catemaco (Veracruz, México) actualmente en construcción, abrirá sus puertas en marzo de 2023, según su ideólogo, el brujo mayor de la localidad.
El culto al demonio afecta... y mucho: habla un exorcista
Pero, ¿es realmente un posible trasbase de fieles lo que preocupa a la Iglesia? Y lo más relevante, ¿realmente esta creencia no afectaría a otros ni haría daño a nadie?
A estas preguntas ha querido responder el exorcista de la Arquidiócesis mexicana de Monterrey, Ernesto María Caro, durante su valoración de la noticia. En ella, aprovechó para advertir sobre los motivos que llevan a un evidente "avance del satanismo" en México y en todo el mundo. Uno de ellos, explica, "es que nosotros lo hemos permitido". Y otro, "la gran apertura que le han dado los gobiernos".
Y es que el satanismo sí afecta a la sociedad que le rodea: "Todos sufrimos gravemente a causa de la acción del demonio. Siempre lo hemos padecido, en otro tiempo se le combatía más, pero hoy se ha permitido que avance grandemente: lectura de manos, del café, amarres, brujería… todo ello es algo terrible y afecta a nuestro ambiente, nuestra vida y nuestra sociedad".
El exorcista subraya que, aunque el demonio solo tiene el poder de actuar "bajo permiso" de Dios, sus "secuaces" le confieren "más poder en el ámbito humano" siguiéndole o colaborando con él.
"En la medida que tiene más poder en lo humano, situaciones como los crímenes y el narcotráfico se hacen mucho más generalizadas. Y no solamente las matanzas de la delincuencia organizada, sino de otras cosas atroces, ya que se secuestran a mujeres y niños y se les sacrifica en cultos satánicos", denuncia.
Del mismo modo, advirtió de que "si el mundo está sumergido en gravísimos problemas de violencia, prostitución y desintegración familiar" es precisamente "por la acción de este enemigo", que actúa "por medio de sus secuaces. "¿Cuánto más sería así si tiene carta de ciudadanía y empezamos a rendirle culto?", planteó.
"Seamos factores de cambio": un llamado a la oración
Ante la afirmación del satanista de que las oposiciones son de carácter "religioso" y del supuesto miedo de la iglesia "a la pérdida de fieles", el exorcista responde que sí es una cuestión de base religiosa, pero como argumenta, con importantes consecuencias sociales -también "espirituales y físicas" que "todos padecemos".
Por ello, instó a las autoridades a que "no permitan una situación que afecta directamente a su pueblo" e invitó "al pueblo cristiano que respeta al único Dios que existe" a rezar "por la gente seducida, para que Él, que tiene poder y control sobre el enemigo, lo mantenga a ralla y no permita que se extienda".
Algo que, vaticina, "será nefasto para nuestro pueblo, familias y para nosotros mismos. Oremos para que Nuestro Señor controle al demonio y regresemos a una sociedad donde haya más paz. Seamos factores de cambio y busquemos que la gente que nos rodea conozca al único Dios que existe", animó.
Contra Satanás, el "príncipe de la destrucción"
El obispo de Veracruz, Mons. Carlos Briseño, también expresó su repulsa a la edificación satanista ante el Diario de Xalapa: "Por supuesto que estamos en contra de todo lo que sea destrucción. Y Satanás es príncipe de la destrucción, que busca impedir que llevemos una vida feliz en la tierra… Promover eso se me hace un poco irracional".
Asimismo, el obispo expresó la necesidad de promover una cultura de vida antes que iniciativas que fomenten la muerte y denunció que "el satanismo no es una verdadera religión ni relación con Dios".
Si bien no es la primera edificación satanista en México, el obispo alertó de la "carta de naturaleza" denunciada por el exorcista de Veracruz y que implica este templo, pues se diferencia de otros casos en "la manera abierta y sin censura" con que se está edificando.
"De hecho no es el primero en México. Hay muchas cosas de este estilo, solo que siempre se hacen en un nivel oculto, pero si esto existe desgraciadamente, ahora lo hacen abierto -público-, eso es lo más grave”, comenta.
El demonio, "empoderado" por el hombre
Desde su ordenación sacerdotal en agosto de 1991 y sus más de veinte años como exorcista, María Caro ha realizado decenas de exorcismos y se ha especializado en Mariología y labores apostólicas: es fundador y director espiritual del movimiento de formación familiar Vivir en Cristo, así como de Evangelización Activa, institución dedicada a evangelizar mediante las nuevas tecnologías.
Con la autoridad que le confiere su experiencia, el exorcista alerta de que si el poder de Satanás es creciente en todo el mundo, es "porque nosotros lo hemos permitido".
"Ha avanzado tanto porque no se le combate. Lo mismo pasa con el ocultismo -y la brujería, no solo en auge en México sino también en Europa- detrás del cual está Satanás. Y avanzar hacia el satanismo, que es el culto a Satán, no solo es grave, sino peligroso", advierte.
De hecho, cuestiona el flaco favor que Hollywood le hace a la creencia en el demonio a través de las películas, muchas de ellas "exageradas" y que transmiten la concepción del demonio como "una imagen, una idea o una fantasía".
"Satanás existe, es un ángel caído sumamente poderosos, que tiene tanto poder como le queramos dar. Dios lo ha limitado, pero nosotros le damos mucho y se extiende. Es maléfico. Muchas veces el exorcismo tiene que ver con medidas esotéricas, yendo a visitar magos o brujos... Hoy la gente va menos a misa y han proliferado muchos cultos como el de la Santa Muerte que no tiene nada de Santa, sino de muerte y ahí se esconde el demonio", advierte.
Antes de concluir, relata una de sus experiencias cara a cara con el demonio para advertir de la maldad que implica el poder del demonio y las consecuencias de prácticas como la brujería, el culto a la muerte o al mismo Lucifer.
"Puedo decir que cuando está presente se siente una presencia terrorífica. Un terror que el alma experimenta ante la cercanía de un ser terriblemente malo. Cuando una persona poseída me mira, es una mirada verdaderamente horrenda: los ojos se le abren y uno puede ver un poso negro, profundo, de donde mana eso que es la esencia de Satán: el mal y la maldad", concluye.