Rigby no lleva muy bien la fama aunque es el precio a pagar por su gran pasión, la interpretación. En una entrevista publicada en la página de la Renovación Carismática Católica en Reino Unido, asegura que su viaje hacia la popularidad ha sido duro pero que su fe le ha ayudado en este proceso.
Y aunque no siempre se ha apoyado en Dios ahora asegura que lo consigue gracias a “una combinación de fe, la profundización en la espiritualidad y el respeto por mí misma”.
Emma fue educada en el catolicismo pero desde muy pronto fue probada pues a los 18 años era ya una conocida actriz en Reino Unido tras interpretar a Hannah Ashworth en la serie Hollyoaks. Siguió participando en series de televisión hasta que Hollywood llamó a su puerta. Su agente la persuadió para que fuera y finalmente hizo las maletas.
Emma, en la película El Médico, basada en la novela de Noah Gordon
“Trabajé allí, pero tal vez no era el momento adecuado para mí”, afirma la joven actriz, recordando que “fue un tiempo oscuro. Mi salud sufrió y yo no era feliz”.
Sin embargo, tras su vuelta a la fe ve estos acontecimientos con otros ojos y asegura que “a veces tienes que experimentar esos momentos oscuros antes de ver la luz”. Y ella misma confiesa que “tuve un periodo de cuatro años en los que me alejé de la fe”. Sin embargo, ahora que está en su país y vuelve a practicar “he encontrado la alegría y la realización real”.
Precisamente, Emma Rigby volvió a Reino Unidos a finales del pasado año tras rodar varias películas y series de televisión en EEUU, como el filme El Médico. Poco después de instalarse en su país sus amigos la invitaron a dar un vuelco a su vida con un retiro espiritual. Accedió y la experiencia la dejó marcada.
“Tuve una experiencia en el retiro y me presentaron cosas nuevas”, confiesa. Y eso le hizo volver a tener un “profundo compromiso con Dios” para que le marcara en lo más profundo de su ser.
Ahora las cosas le están yendo bien en lo personal y también en lo profesional, donde ya ha rodado otras dos películas. “Estoy ahora contenta por mi fe. Es una experiencia muy bonita porque es saber que Dios siempre está a mi lado y eso es lo que quiero”, agrega.
Emma, en su visita a Kenia / Cafod
“He cometido muchos errores pero a Dios no le importa. Él me perdona, me creó, me ama y sólo quiere lo mejor para mí”, afirma contenta la joven actriz.
Este redescubrimiento de la fe la ha llevado a entregarse más a él. “Esta es la forma que he elegido para vivir mi vida ahora. Para mí, el único que me importa y a la que respondo ahora es Dios”.
Rigby no busca la fama, es más huye de ella. Y para ello ha decidido no tener cuentas en las redes sociales, algo muy extraño en una joven de 27 años y además famosa. Quiere una vida tranquila para poder seguir viviendo esta fe.
Mientras tanto, ha estado en Kenia de cooperante visitando y ayudando en distintos proyectos humanitarios realizados por CAFOD, una ONG católica equivalente a Manos Unidas y colaboradora en proyectos de ayuda al desarrollo.
“Mi fe católica es una parte importante de mi vida por lo que es genial poder colaborar con una organización de caridad que comparta esos mismos valores”, afirmaba ella, que ahora presta su imagen para dar visibilidad a la pobreza que se vive en los países pobres.